El TAS sanciona de por vida a Johan Bruyneel por su ¡°plan de dopaje¡±
El exdirector ciclista de Lance Armstrong admite haber sucumbido a las "tentaciones" de su tiempo. Los espa?oles Pedro Celaya y Jos¨¦ Mart¨ª, tambi¨¦n sancionados
¡°Este es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la historia del equipo US Postal-Discovery Channel¡±, proclama el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) como pre¨¢mbulo al anuncio de que sanciona de por vida a Johan Bruyneel, director del equipo de? Lance Armstrong, y a Pedro Celaya, m¨¦dico deportivo del mismo equipo, y a 15 a?os al entrenador Pepe Mart¨ª. A todos ellos el TAS los encuentra culpables de ¡°tr¨¢fico, administraci¨®n y posesi¨®n¡± de sustancias dopantes.
A ambos les ampl¨ªa la sanci¨®n promulgada hace cuatro a?os por el tribunal arbitral de la agencia norteamericana antidopaje (USADA), que fue de 10 a?os a Bruyneel y de ocho a Celaya y a Mart¨ª. Las sanciones a perpetuidad impuestas a Armstrong y al m¨¦dico Michele Ferrari en 2012 no se han revisado ya que ninguno de los dos recurri¨®. Tampoco recurri¨® un tercer m¨¦dico del equipo, Luis Garc¨ªa del Moral, quien, sin embargo, ve reducida a cinco a?os su sanci¨®n a perpetuidad al considerar el TAS ¡°veraz¡± su testimonio durante la vista del recurso, en octubre de 2016, que ha incrementado la sanci¨®n de Bruyneel, Celaya y Mart¨ª. En ¨¦l rompi¨® su secreto profesional hablando de sus pacientes, incluidos los miembros del equipo de pista espa?ol en 1996.
El laudo de 104 folios en el que el Panel del TAS explica sus decisiones refleja tanto el acuerdo de Luis Garc¨ªa del Moral con la USADA y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) como la raz¨®n principal del aumento de la sanci¨®n a su colega Celaya.
A cambio de declarar contra sus compa?eros, el m¨¦dico valenciano obtuvo el perd¨®n de sus pecados. Por no querer aceptar un trato similar ofrecido por la agencia espa?ola antidopaje (¡°da nombres y delitos de ciclistas que no hayan sido sancionados, aunque tengas que mentir¡±, dice Celaya que le pidieron), el m¨¦dico vasco vio multiplicada su sanci¨®n de ocho a?os. De la misma manera, los siete corredores del US Postal cuyas declaraciones juradas son el fundamento principal de todo el caso obtuvieron a cambio de su testimonio acusatorio una sanci¨®n de seis meses en vez de los dos a?os que les habr¨ªan correspondido si no hubieran hablado.
¡°Declaran que mi testimonio no es cre¨ªble cuando ofrezco pruebas objetivas y documentos que refrendan mis palabras, y sin embargo declaran veraces a las mentiras de los dem¨¢s que me acusan. Me han tratado de una manera despreciable. No creo en el sistema, y m¨¢s despu¨¦s de que la agencia espa?ola me ofreciera recortar mi sanci¨®n si declaraba contra algunos, incluso aunque mintiera. No creo en su justicia, y mi credibilidad no me la otorga usted, sino los pacientes a los que veo a diario¡±, le espet¨® Celaya al TAS durante su interrogatorio como testigo de Bruyneel, en el que subray¨® su inocencia y record¨® que no estuvo en las Vueltas en las que Zabriskie y Danielson dijeron que les hab¨ªa dopado, porque en esas fechas estaba trabajando en su consulta profesional, en Gipuzkoa, 40 horas a la semana, como demostraba con el registro de sus llamadas telef¨®nicas y el testimonio de su auxiliar. ¡°Los ciclistas se dopaban por su cuenta. Ni dop¨¦ ni hice transfusiones ni anim¨¦ a nadie a doparse. Al contrario, mi misi¨®n fue limitar los peligros de lo que hac¨ªan. Todos mienten. Y fui testigo de que se dopaban, s¨ª, y no dije nada a Bruyneel de que los ciclistas se dopaban porque estoy sujeto al secreto profesional. De todas maneras, que se dopaban lo sab¨ªan Bruyneel, el pelot¨®n, la UCI, la AMA y la USADA¡±.
Dos a?os despu¨¦s del interrogatorio, Celaya se indigna al leer la conclusi¨®n que de su acto de desaf¨ªo y de respeto a la confidencialidad de la relaci¨®n m¨¦dico-paciente extrajo el Panel sancionador para justificar su sanci¨®n de por vida. ¡°Celaya no apareci¨® arrepentido cuando testific¨®. Al contrario, se empe?¨® en mantener su inocencia¡±, se lee en el laudo que toma entonces m¨¢s que un tono legal uno apocal¨ªptico, digno de un tribunal de la inquisici¨®n o un consejo de guerra, alejado de la noci¨®n civil de justicia. ¡°Para el Panel, Celaya es el ¨²nico miembro del corrupto mundo del ciclismo durante tantos a?os que a¨²n respeta la omert¨¢. Su actitud es una seria amenaza para el futuro de un ciclismo y un deporte en general limpios. Su testimonio es no cre¨ªble, es mentiroso, y confirma su incapacidad para volver a participar en cualquier deporte como personal de apoyo. Concluimos, sin duda alguna, que la sanci¨®n m¨¢s apropiada es una suspensi¨®n de por vida. Fue un participante activo y voluntario en el esquema de doping sistem¨¢tico en el ciclismo en todos sus a?os en todos sus equipos¡±.
Cuando conoci¨® su sanci¨®n, Celaya le envi¨® un whatsapp a George Hincapie, uno de los ciclistas que le acusaron en una declaraci¨®n juarda, reproch¨¢ndole sus mentiras. Hincapie le respondi¨® inmediatamente. ¡°Puedes odiarme toda la vida, pero sabes que nunca quise hacerte da?o. Eres uno de los mejores seres humanos que conozco. Lo siento. Pero entiende que si no lo hago me mandan a la c¨¢rcel y no pueden hacer esto a mi familia. Dije tambi¨¦n que t¨² siempre estabas contra el doping y no quer¨ªas que lo hici¨¦ramos, que siempre intentabas protegernos y que eras muy bueno con nosotros¡±.
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