Espa?a, sin consolaci¨®n
La selecci¨®n, fundida en la Liga de las Naciones tras la victoria de Inglaterra ante Croacia, vence sin gracia a la d¨¦bil Bosnia con un gol de Brais M¨¦ndez en un partido con muchos novatos
Espa?a, la de hoy, la que ya no emparenta con la de tron¨ªo, busca a una nueva Espa?a. Son tiempos de laboratorio, de probeta en probeta. Con el primer pelot¨®n no le alcanz¨® en los segundos partidos ante Inglaterra y Croacia. Con la prole de novicios reclutada por Luis Enrique en Las Palmas tampoco hubo serpentinas que tirar frente a Bosnia, selecci¨®n rezagada en el observatorio europeo. Un gol de alivio del debutante Brais M¨¦ndez y punto. Una jornada para el recuerdo de muchos con una Roja in¨¦dita, plagada de principiantes. La mudanza es inevitable. En ello est¨¢ Luis Enrique, m¨¢s ocupado del largo que del medio plazo. M¨¢s a¨²n desde que en la sobremesa ya se supiera que la Roja ya no pinta nada en la Liga de las Naciones, en la cuneta por la victoria de Inglaterra contra Croacia.
Los cambios de ciclo nunca llegan por inercia. Son tiempos de resignaci¨®n y perseverancia. Ocurre que en el f¨²tbol ma?ana ya es anteayer, m¨¢xime en las selecciones, tan intermitentes que les cuesta enganchar. Sin un equipo excitante, La Roja corre el riesgo de limitarse a ser la pagana, un engorroso par¨¦ntesis para la Liga, donde las emociones fluyen por todos los rincones. En Gran Canaria, en una desapacible noche, nada result¨® vivificante para una hinchada que ni mucho menos llen¨® el estadio. Una afici¨®n con un solo brindis: la ofrenda en los proleg¨®menos a su paisano Silva, uno de los grandes hechiceros de la mejor Espa?a, la ya marchitada.
En su rastreo obligado por reflotar a la Roja, Luis Enrique hil¨® en Las Palmas una alineaci¨®n que sumaba 97 internacionales (solo Silva, 125), una media de 8,8, con un promedio de edad de 24 a?os. Es la nueva a?ada, futbolistas la mayor¨ªa con estilo, como los debutantes Hermoso y Brais M¨¦ndez, o algunos apenas becados como Rodri, Diego Llorente y Fornals. Otra cosa es su cuajo para competir. Est¨¢ por ver.
Conocido desde hac¨ªa horas el triunfo de Inglaterra que exclu¨ªa a Espa?a de las semifinales de la Liga de las Naciones, en Las Palmas el ¨²nico foco estaba sobre los candidatos a la primera l¨ªnea de la selecci¨®n absoluta. El devenir del amistoso de los noveles tuvo los mismos rasgos de otros muchos partidos de los pretorianos. Un conjunto cegado ante la porter¨ªa adversaria, con tanto fogueo que de Sehic, portero visitante, apenas hubo migas. Y cuando las hubo, como un despeje a un disparo de Asensio ya en el segundo acto, resultaron frustrantes para los locales. El rechace le lleg¨® a Morata, con la porter¨ªa en sus narices y abierta de par en par. El delantero del Chelsea remat¨® de forma tan incre¨ªble que la ocasi¨®n se fue al garete. Hay lances del f¨²tbol que no tienen explicaci¨®n. Hace mucho que al f¨²tbol espa?ol le faltan chacales.
Antes del esguince que le provoc¨® Morata al bal¨®n, La Roja se mostr¨® como un equipo demasiado plano. En algunas fases, recreativo con la pelota, pero en zonas templadas y ante un rival sin graduaci¨®n. Galvanizada por el buen manejo de Rodri, el cuadro de Luis Enrique no tuvo agudeza en el per¨ªmetro de la meta bosnia del combinado del irreconocible Robert Prosinecki. Hasta el tanto de Brais, su equipo solo se vio sobresaltado por algunas incursiones de Gay¨¤, mucho m¨¢s agitador que el chirriante Jonny. La tutela de Isco y Asensio, m¨¢s curtidos que el resto, como evidenci¨® la capitan¨ªa del malague?o, tampoco surti¨® demasiado efecto. Luis Enrique, con su inamovible 4-3-3, esta vez ubic¨® a Suso en el extremo en detrimento de Asensio, con ¨®rdenes de volante. El trueque no espabil¨® al balear, que lleva tiempo en el limbo, con su voluntario y proclamado papel de jugador de reparto.
Con el encuentro atrofiado, y Kepa, relevo del extraviado De Gea, sin tajo alguno, Luis Enrique movi¨® el cesto tras el descanso. Azpilicueta, Fornals, Rodrigo, Brais y Pau L¨®pez tomaron el testigo. No se alter¨® el gui¨®n, pero s¨ª la punter¨ªa. Al contrario de la pifia de Morata, ante otro desv¨ªo blando de Sehic, esta vez a tiro de Isco, Brais s¨ª emboc¨®. El gallego se estren¨® como un ¨¢ngel y rescat¨® a una Espa?a en transici¨®n, sin peaje hasta el mes de marzo y ya solo con el objetivo de la clasificaci¨®n para la Eurocopa de 2020. Luis Enrique precisa tiempo. Lo mismo que el nuevo pelot¨®n de futbolistas llamados a filas. Hay que ver qui¨¦n se anima a gritar: ?Presente!
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