El Bar?a mide el cambio de actitud de Arturo Vidal
El medio, muy reivindicativo, tiene su ocasi¨®n ante la baja de Rakitic
Sus desaires rechinaban en el Camp Nou porque exig¨ªa m¨¢s que daba, impaciente por demostrar su f¨²tbol antes que su adaptaci¨®n. ¡°Escuch¨¦ lo del ADN, pero lo m¨¢s importante es ganar y levantar copas al final del curso¡±, recitaba cuando le cuestionaban sobre la adecuaci¨®n de sus caracter¨ªsticas al juego posicional del Bar?a, ¨¦l, que es un adalid de bravura porque por algo le pusieron el mote de Cometierra cuando era ni?o, toda vez que no hab¨ªa un encuentro en el que no acabara con heridas.
Pero Arturo Vidal (Santiago de Chile; 31 a?os) tens¨® demasiado la cuerda. Empez¨® con gestos torcidos cuando le sustitu¨ªan, como en ese duelo ante el Athletic que no se desenred¨® hasta que le dio relevo Messi. Sigui¨® con sus quejas en las redes sociales, alguna m¨¢s que desatinada, como la que hizo tras el triunfo del equipo ante el Tottenham, cuando se qued¨® en el banquillo y colg¨® un emoticono de enfado. ¡°Se equivoca en las formas, pero tiene su lado bueno que un t¨ªo de 31 a?os muestre ese orgullo cuando ya lo ha ganado casi todo¡ Adem¨¢s, es para lo que vino, para dar raza, car¨¢cter y competitividad antes que para hacer filigranas¡±, le justificaban desde el club, al tiempo que de puertas para dentro resolv¨ªan darle un toque de atenci¨®n. Especialmente, cuando antes de un amistoso con Chile reclam¨® la titularidad. Nada nuevo en su argot guerrero ¡ª¡°vengo a ganarme un puesto de titular y salir todos los partidos a la cancha¡±, resumi¨® en su presentaci¨®n¡ª, pero excesivo para el ¨¢rea deportiva.
As¨ª, le llamaron al orden desde la secretar¨ªa t¨¦cnica y le recordaron que jugar en el Bar?a es muy complicado porque el equipo est¨¢ hecho y deb¨ªa tener paciencia. ¡°Acept¨® que se hab¨ªa equivocado¡±, dicen desde la ciudad deportiva; ¡°entre otras cosas porque aunque parezca un lobo por su apariencia f¨ªsica, es muy buen chico¡±. Algo que constatan en el vestuario: ¡°Se lleva bien con todos, es un guas¨®n. Desde el principio se vio que encajaba, quiz¨¢ porque ha estado en otros grandes equipos¡±.
Fue capaz de convencer a Messi, Piqu¨¦ y Su¨¢rez de que hicieran un v¨ªdeo promocional para que nominaran a su hijo por el Copihue de oro, un premio que da el diario chileno La Cuarta a trav¨¦s de votaciones. Con Alba y Munir juega al parch¨ªs. Pero pocos son los que se atreven a meterse con su cresta. ¡°Enfadado da miedo¡¡±, bromean.
La advertencia del ¨¢rea deportiva, en cualquier caso, cogi¨® forma cuando el t¨¦cnico Valverde le mand¨® un mensaje similar en una charla privada. ¡°Aunque se le diera el palo p¨²blico por su comportamiento, ha cambiado de actitud porque tambi¨¦n se le ha expresado internamente lo mucho que se le necesita¡±, esgrimen desde las oficinas del Camp Nou, conscientes de que se necesita su m¨²sculo y recorrido en los duelos de brega como el que se intuye ante el Atl¨¦tico ma?ana (20.45, Movistar Partidazo). Por eso, aunque se le esperaba el viernes en Sant Joan Desp¨ª, decidi¨® adelantar un d¨ªa su regreso de Chile, donde viaj¨® por compromisos con su selecci¨®n, para llegar al entrenamiento de este jueves.
Tiene Vidal, sin embargo, el mismo tap¨®n desde que llegara: un Rakitic al que se ha puesto en tela de juicio cada inicio de curso. Primero, no tendr¨ªa sitio con Xavi e Iniesta; despu¨¦s, perder¨ªa protagonismo con la llegada de jugadores como Andr¨¦ Gomes y Denis Su¨¢rez; dif¨ªcilmente tendr¨ªa acople en el equipo con la incorporaci¨®n de Coutinho; y m¨¢s tarde, se vislumbrar¨ªa su fin como azulgrana con el aterrizaje de Arthur y Arturo Vidal.
Pero Rakitic ha sido imprescindible desde que lleg¨®, hasta el punto de que nadie ha participado en tantos partidos en estos cinco a?os (231), seguido por Messi (225), Su¨¢rez (217) y Busquets (215). As¨ª, Arthur se ha hecho con la plaza de Iniesta, pero Vidal pugna con fiereza por su sitio. Y, con Rakitic lesionado, tiene su ocasi¨®n. El f¨ªsico, superada una operaci¨®n de rodilla, no le falla; ambici¨®n no le falta; y desde hace unas semanas, parece que actitud tampoco.
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