El partido de los siglos por todos los siglos
La vuelta de la final de la Libertadores entre River y Boca convierte Buenos Aires en una ciudad de zombis: todos tienen pesadillas
Y usted, ?cu¨¢nto pagar¨ªa por ser testigo del Everest de las finales, el River-Boca que este s¨¢bado (desde las 17.00 hora local, 21.00 en Espa?a) definir¨¢ la Copa Libertadores de 2018? ?Estar¨ªa dispuesto a gastar 120.000 o 150.000 pesos argentinos, o sea, entre 2.900 y 3.600 euros, para acomodarse entre los 250 lugares m¨¢s exclusivos del Monumental, degustando salm¨®n y langostinos antes y despu¨¦s del partido, aunque sin alcohol, como se proh¨ªbe en los espect¨¢culos deportivos de Argentina?
Si cree que es una vez en la vida, tiene el dinero y est¨¢ de acuerdo, apres¨²rese y pregunte por las entradas hospitality vip. Hasta este viernes por la ma?ana quedaba por venderse un m¨ªnimo remanente de palcos en los que podr¨¢ codearse con empresarios, embajadores y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y ser parte de los 67.000 fan¨¢ticos que inyectar¨¢n de adrenalina el supercl¨¢sico argentino de todos los tiempos ¡ªla rivalidad que naci¨® hace un siglo entre inmigrantes genoveses del barrio de La Boca¡ª que por primera vez proclamar¨¢ al campe¨®n de Am¨¦rica.
Ser¨ªan m¨¢s de 30 euros por minuto si la final se resuelve en el tiempo reglamentario. Pero si persiste el empate de la ida, el vibrante 2-2 de hace 13 d¨ªas en La Bombonera (los goles del visitante no contar¨¢n para desempatar), se jugar¨¢n otros 30 minutos de pr¨®rroga. Y si no, uno de los posibles rivales del Real Madrid en la final del Mundial de Clubes se definir¨¢ por la v¨ªa menos saludable, la tanda de penaltis. ¡°Deber¨ªan prohibir la definici¨®n por penales por el alto riesgo de infartos¡±, propuso el presidente de la Fundaci¨®n Cardiol¨®gica Argentina, Jorge Tartaglione, quien tambi¨¦n advirti¨® que estos River-Boca ¡°triplican el riesgo de infarto¡±.
Buenos Aires parece una ciudad de zombis futboleros: los hinchas de River y Boca, alrededor del 65 o 70% de la poblaci¨®n, duermen mal, tienen pesadillas, sue?an goles, se confiesan en los pasillos del trabajo. Est¨¢ en juego algo m¨¢s determinante que la Libertadores. Porque a pesar de los millones en danza ¡ªla recaudaci¨®n ser¨¢ de 2.500.000 euros, de los que un tercio proviene de los palcos vip¡ª, el River-Boca es ante todo una supervivencia tribal.
River sali¨® de La Bombonera tras el partido de ida con mejor sabor: resolver ante su p¨²blico en el Monumental, donde nunca perdi¨® una final internacional, podr¨ªa ser interpretado como una (relativa) ventaja. A ello suma el regreso de su capit¨¢n, Leonardo Ponzio. Pero durante la semana sufri¨® la importante baja del goleador Ignacio Scocco, que se une a la del mejor delantero de River en la Libertadores, el colombiano Rafael Santos Borr¨¦, suspendido por acumulaci¨®n de amarillas.
Si el f¨²tbol se definiera como un juego, River ser¨ªa el candidato: el equipo de Gallardo mezcla el esp¨ªritu cooperativo con la creaci¨®n. Pero Boca, con una econom¨ªa que deber¨ªa valerle el apodo del millonario actual, es el poder del gol: Ram¨®n ?bila, Dar¨ªo Benedetto, Carlos T¨¦vez, Mauro Z¨¢rate, Sebasti¨¢n Villa y Edwin Cardona son capaces de marcar en un chasquido de dedos. De los 11 ¨²ltimos supercl¨¢sicos que no terminaron 0-0, nueve los gan¨® el equipo que marc¨® el primer gol y los otros dos fueron empates, entre ellos el 2-2 de la ida.
Si lo que pasar¨¢ dentro del campo de juego es una inc¨®gnita, lo que seguir¨¢ despu¨¦s de la final es a¨²n m¨¢s impredecible. Hasta ayer la ciudad de Buenos Aires no hab¨ªa aclarado cu¨¢les ser¨ªan los puntos de concentraci¨®n de los hinchas. Se presum¨ªa que los de Boca, que no pueden acudir al Monumental, podr¨ªan juntarse en la Costanera Sur, mientras que los de River se quedar¨ªan en Ciudad Universitaria, cerca del Monumental. En un punto c¨¦ntrico, como el Obelisco, podr¨ªan producirse los choques entre los hinchas m¨¢s alterados. Las fuerzas de seguridad estiman que unas 500.000 personas participar¨ªan en los festejos callejeros.
Es una final tan fant¨¢stica que permite jugar con los mejores cuentos de la literatura futbolera argentina. Si Osvaldo Soriano escribi¨® El penal m¨¢s largo del mundo, alguien deber¨ªa escribir La previa m¨¢s larga del mundo. Y c¨®mo no pensar en 19 de diciembre de 1971, el cuento de Roberto Fontanarrosa que narra la muerte del Viejo Casale, fan¨¢tico de Central, despu¨¦s de un triunfo de su equipo ante Newell¡¯s en el cl¨¢sico rosarino, justo en las tribunas del Monumental. ¡°Se muri¨® feliz¡±, escribi¨® El Negro. A m¨¢s de uno se le habr¨¢ ocurrido.
Boca y River le ponen suspenso a la final de todos los tiempos con un empate
En v¨ªsperas de la hist¨®rica celebraci¨®n que protagonizar¨¢ la afici¨®n ganadora del supercl¨¢sico argentino, las ¨²ltimas aglomeraciones todav¨ªa est¨¢n frescas. Este jueves, miles de hinchas de Boca Juniors no pudieron entrar a una Bombonera desbordada para despedir al equipo antes de la final, mientras que el d¨ªa anterior los barrabravas de All Boys arremetieron a palazos y pedradas contra la Polic¨ªa tras un partido de la Tercera Divisi¨®n.
La Bombonera sacudi¨® sus cimientos y se desbord¨® con 50.000 seguidores xeneizes alentando a su equipo en el entrenamiento abierto al p¨²blico y las autoridades tomaron medidas. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunci¨® la clausura del estadio por exceso de aforo. Si Boca no logra revocar la medida no s¨®lo no podr¨¢ celebrar en su cancha la hipot¨¦tica conquista de la Libertadores, sino que tampoco podr¨¢ recibir al Atl¨¦tico Tucum¨¢n en La Bombonera el pr¨®ximo 9 de diciembre en la Superliga argentina.
¡°Los abogados del club est¨¢n trabajando para levantar la clausura. La denuncia se?ala que hubo m¨¢s gente de la que pod¨ªa entrar y que se ocuparon las escaleras y las salidas de emergencia¡±, se?al¨® el presidente de Boca, Daniel Angelici. ¡°Todo a pesar de que miles de aficionados m¨¢s se quedaron fuera esperando entrar¡±, indic¨® Angelici.
La idea del presidente y sus directivos es que el club pueda cumplir los tr¨¢mites administrativos y abonar una multa econ¨®mica para salvar la clausura preventiva. ¡°Fue un descontrol total¡±, asegur¨® Patricia Bullrich, la Ministra de Seguridad de Argentina. ¡°Hay que ser rigurosos con las medidas de seguridad. No se puede repetir una situaci¨®n similar en los posibles festejos de la Libertadores¡±, indic¨®.
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