M¨ªnimo consuelo para el Madrid ante el Rayo
El Real supera por la m¨ªnima a un fr¨¢gil rival, primero enganchado a Benzema y luego, como en el tramo final en Huesca, aliviado por Courtois (1-0). Con el personal mosqueado, Isco fue suplente
A costa de los dos ¨²ltimos, Huesca y Rayo, el Madrid sigue con el gancho en la cumbre de LaLiga. No es un cabildo futbol¨ªstico, sino un conjunto pendular, pero ante rivales como el equipo oscense o el vallecano a¨²n se basta, aunque sea por los pelos. En su nomadismo, el Madrid tanto sale airoso del Alcoraz con la nuez anudada como tirita a ¨²ltima hora en Chamart¨ªn ante el Rayo. Con la percha de Benzema puso el partido a sus pies, pero su destino final estuvo en las manos de Courtois. Del primer Benzema al ¨²ltimo Courtois, el Madrid fue incapaz de concretar su supremac¨ªa.
A este Real no hay quien le entienda. Se enreda cuando juega mal y hasta cuando parece sobrevolar sin rasgu?os ante un Rayo animoso y sudoroso, nada m¨¢s. El grupo de M¨ªchel, con una victoria en los ¨²ltimos 14 partidos oficiales, est¨¢ en los huesos. Le falta mucho de todo, contundencia en las ¨¢reas y muleta en el tr¨¢nsito. El regreso a Primera le est¨¢ resultando una aventura lunar.
En el Bernab¨¦u, el Rayo certific¨® milim¨¦tricamente su porosidad. Como prueba el gol de Benzema. El franc¨¦s ilustr¨® al personal ¡ªincluidos sus perpetuos cicutas de la grada¡ª con un tanto que le tuvo en el origen y en la traca final. Como punto de partida el costado izquierdo del medio campo. Benzema cit¨® a Lucas V¨¢zquez, en la otra orilla, con un pase tan cl¨ªnico como kilom¨¦trico. Lucas apenas levant¨® el ment¨®n y se encontr¨® con que este Benzema, ligero, con buenas piernas y la mente despejada, ya estaba en el balc¨®n del ¨¢rea visitante reclamando un pase terminal. Lucas ajust¨® la asistencia y el franc¨¦s se desmarc¨® entre cuatro centrales rayistas, parasitados y horriblemente escalonados, como si fuera un grupo de forasteros reci¨¦n presentados.
El madrugador gol de Benzema tuvo un efecto inicial sedante para un Madrid sometido al escrutinio de Chamart¨ªn. Alrededor de un prof¨¦tico Benzema, fluy¨® adecuadamente el cuadro de Solari. Con Lucas revoltoso y a destajo, geom¨¦trico Kroos, picante Modric... Y, en su l¨ªnea del ¨²ltimo mes, categ¨®rico Llorente, un centinela para el grupo. Fr¨¢gil el Rayo, al Madrid solo se le resist¨ªa el segundo gol. No siempre aparece un Benzema para asistir y culminar. Lo tuvo Asensio, en un duelo esgrimista con el macedonio Dimitrievski, pero el portero le gan¨® la partida. Lo mismo suceder¨ªa en el segundo acto. Al balear le puede una realidad que parece irreal. A los 22 a?os, sus espl¨¦ndidas condiciones bien merecen una paciente espera. A¨²n cabe pensar que Asensio est¨¢ por llegar. Pero el f¨²tbol va a toda mecha y el ma?ana es anteayer.
Zurdazo al poste y gol anulado
Dos cabezazos de Vel¨¢zquez alteraron la paz de Courtois. Pero nada hac¨ªa sospechar que el duelo finalmente fuera intrigante. Y menos cuando Kroos estrell¨® un zurdazo en el poste. El Madrid jugaba al solitario.
De vuelta del intermedio, M¨ªchel intercambi¨® a un central por otro (Abdoulaye por G¨¢lvez) y un delantero explosivo por un gobernador de medio campo (Beb¨¦ por Medr¨¢n). La zaga gan¨® firmeza. Pero no vari¨® el observatorio general de la contienda. Trasteaba el Madrid cerca de la meta ajena y resist¨ªa el Rayo lo suficiente como para que el tiempo menguara a su favor.
Un juez de l¨ªnea anul¨® con vista un cabezazo a la red de Sergio Ramos. Pero el Madrid no cerraba el choque, lo que siempre es un contratiempo, por m¨¢s que cualquier diana del Rayo pudiera suponerse un espejismo absoluto. El f¨²tbol tiene gui?os imprevistos. Uno lo evit¨® Courtois, firme en un disparo de Beb¨¦ desde el barrio de Vallecas.
Benzema y Asensio, atendidos
Sin dar con el remedio para evitar cualquier sobresalto, Solari relev¨® a Asensio, al que se vio atendido con hielo en el banquillo, y poco despu¨¦s a Benzema, el jugador ancla del Madrid en esta jornada, que se lastim¨® un tobillo. Con Isco suplente toda la jornada, en el ¨²ltimo tramo, el papel de atacante final le correspondi¨® a Vinicius, todav¨ªa un becado en Valdebebas. Incapaz de abrochar del todo el partido, el conjunto local se hab¨ªa sentido m¨¢s agobiado frente a Dimitrievski que ante Courtois. Salvo en los parpadeos finales.
De repente, ya en el tiempo a?adido, el equipo de Solari requiri¨® de su portero belga. En la misma jugada, Courtois frustr¨® el empate del Rayo, que lo tuvo a un palmo con sucesivos remates de Alex Alegr¨ªa y Vel¨¢zquez. Levantado por Benzema y sostenido por Courtois el Madrid despidi¨® el curso en el Bernab¨¦u rumbo al Mundialito. Por el camino dej¨® sensaciones contradictorias. Es un tiro al aire. Lo mismo se angustia cuando juega mal ¡ªen Huesca¡ª que cuando mejora ¡ªante el Rayo¡ª. Con o sin Isco, este Madrid tiene mosqueado al personal.
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