El Manchester United despide a Mourinho
El entrenador portugu¨¦s sale de Old Trafford enfrentado a jugadores y al entorno y con un equipo hist¨®rico realizando un juego vulgar
Jos¨¦ Mourinho ha sido destituido este martes como entrenador del Manchester United tras una p¨¦sima racha de resultados y la ¨²ltima derrota ante el Liverpool (3-1). Pero la sideral distancia que separa hoy al United de la parte alta de la tabla en la liga inglesa no s¨®lo se mide en puntos. El juego del Liverpool provoca que todo Anfield vea los partidos de pie con la afici¨®n contagiada del desenfreno ofensivo y la pasi¨®n que transmiten los de Klopp. En el Manchester City Guardiola ingenia matices para dotar a su equipo de nuevas herramientas que fomenten la ya excepcional propuesta creativa del campe¨®n. El Tottenham de Pochettino, que el pasado verano no realiz¨® ni un solo fichaje, compite con ferocidad bajo el prisma de la osad¨ªa. En el Chelsea Maurizio Sarri ha instaurado el buen gusto a puro toque con la porter¨ªa rival entre las cejas. Y el Arsenal de Unai Emery juega y suma con elegancia imponiendo su protagonismo. Equipos que asumen riesgos desde una propuesta audaz y que fomentan la aventura desde f¨®rmulas distintas. Nada de eso se ha visto en el Manchester United, instalado en la precauci¨®n permanente, entregado al enorme potencial f¨ªsico de muchos de sus jugadores y con algunos de sus mejores futbolistas encorsetados en la pizarra o purgados en el banquillo.
Manchester United has announced that Jose Mourinho has left the Club.
— Manchester United (@ManUtd) December 18, 2018
We would like to thank him for his work during his time at Manchester United and wish him success in the future. #MUFC
En el ¨²ltimo partido que dirigi¨® Mourinho, el United perdi¨® 3-1 frente al Liverpool. Su equipo tir¨® seis veces a porter¨ªa. Los de Klopp abrasaron la meta de De Gea con 36 descargas. Hasta el Fulham, colista de la Premier, ha disparado m¨¢s veces a puerta que el United. Las estad¨ªsticas dicen que Mourinho deja el equipo en la sexta plaza, a once puntos de la cuarta y a 19 del liderato. Tan s¨®lo ha sumado 26 puntos de 51 posibles. La solidez defensiva y el armamento t¨¢ctico para neutralizar al rival eran se?as de identidad de antiguos equipos del t¨¦cnico luso, pero el United ha encajado ya 29 goles en 17 partidos de liga, uno m¨¢s de los que recibi¨® en todo el curso pasado. En su primera temporada, considerada como un a?o de transici¨®n, el equipo de Old Trafford termin¨® sexto a siete puntos de la cuarta plaza. Gan¨® la Community Shield y la Copa de la Liga. Tambi¨¦n una UEFA Europa League que con el cambio del reglamento posibilit¨® que el United volviera a la Champions, la m¨¢xima competici¨®n continental que Mourinho hab¨ªa ganado con el Oporto y el Inter.
En la pasada temporada el United caer¨ªa en octavos ante el Sevilla. Acab¨® segundo en la Premier, pero a 19 puntos de un Manchester City que exhibi¨® el f¨²tbol m¨¢s atractivo y sofisticado que se ha visto nunca en Inglaterra. Mourinho acapar¨® poderes casi plenipotenciarios en materia de fichajes tras recoger el testigo de Van Gaal en el verano de 2016. Desde entonces la inversi¨®n del Manchester United en refuerzos se ha disparado hasta los 466 millones de euros. El primer golpe de mercado lo dio contratando a Pogba, de la Juventus, por 100 millones. Despu¨¦s llegar¨ªan Lukaku, Mkhytarian, Matic, Alexis, Lindelof , Delot y Fred. El declive colectivo del juego del United tambi¨¦n se explica desde una err¨¢tica composici¨®n de una plantilla que ha involucionado hasta los l¨ªmites de la vulgaridad. Han sido muchos los partidos en los que los saques largos de David De Gea, un guardameta capaz de hacer milagros bajo los palos, que vive atornillado en la l¨ªnea de gol y cuyo juego con los pies es muy cuestionado en la Premier, se transformaban en el principal recurso para acercar la pelota al campo rival. Ah¨ª se ganaba el sueldo en el fragor de la batalla gente como el combativo Fellaini, para prolongar balones al poco sutil Lukaku o a Martial, los goleadores del equipo. Mientras, futbolistas creativos como Mata o atrevidos como Rashford eran relegados a un costado o al banquillo. Una ubicaci¨®n que conocen bien dos de los fichajes estelares del ciclo de Mourinho, como Fred, al que el luso se?ala por supuestas carencias defensivas, o Pogba, un campe¨®n del mundo con extraordinario potencial con el que el t¨¦cnico ha mantenido una relaci¨®n absolutamente t¨®xica.
Pogba repudiaba las t¨¢cticas ultradefensivas de Mourinho y este le acusaba de falta de compromiso con la causa. Todo ello con luz y taqu¨ªgrafos. Los tabloides brit¨¢nicos hab¨ªan recuperado un fil¨®n en las ruedas de prensa del portugu¨¦s, que ha tenido dardos para todos: desde sus propios jugadores y directivos, hasta los ¨¢rbitros, los clubes rivales y los periodistas cr¨ªticos. Lleg¨® a convocar una rueda de prensa a las ocho de la ma?ana para despacharla con respuestas monosil¨¢bicas en tres minutos y medio. Tras cada derrota ha reivindicado su historial, incluso edulcor¨¢ndolo a conveniencia ante las cr¨ªticas. Mourinho ha llegado incluso a acusar veladamente a sus vecinos del City de incumplir el fair play financiero. Su vestuario, plagado de lesionados con problemas musculares, parece vivir en un estado continuo de estr¨¦s, desconcierto y recelos hacia un t¨¦cnico que hace poco se quejaba literalmente de que no ten¨ªa futbolistas con car¨¢cter de perro rabioso. El entrenador que en agosto ped¨ªa m¨¢s respeto recordando que gan¨® tres t¨ªtulos de liga con el Chelsea, ¡°m¨¢s que los otros 19 entrenadores de la Premier juntos¡±, mantuvo su agresivo discurso hasta el final. Un club legendario como el Manchester United compr¨® un supuesto modelo de pragmatismo, que en el marco del Teatro de los Sue?os de Old Trafford ha acabado en pesadilla. Un estadio que parece haber asumido que el resultadismo sin resultados se parece demasiado a la nada.
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