Carlsen lucha por su prestigio en el Mundial de r¨¢pidas
El campe¨®n, herido en su autoestima tras los doce empates con Caruana, reaparece en San Petersburgo
Magnus Carlsen admiti¨® hace un mes en el Mundial de Londres que Fabiano Caruana es tan bueno como ¨¦l en ajedrez cl¨¢sico, tras firmar doce tablas (6-6) con el estadounidense, a quien dobleg¨® en el desempate r¨¢pido (3-0). El noruego quiere reafirmarse ahora como el jugador m¨¢s completo en San Petersburgo, donde se disputa el Mundial de r¨¢pidas (15 minutos por bando) de mi¨¦rcoles a viernes, al que seguir¨¢ el rel¨¢mpago (3 minutos), el s¨¢bado y domingo. Carlsen es el n¨²mero uno en las tres modalidades.
¡°Quiero retomar la triple corona, y los usurpadores no son bienvenidos¡±, declar¨® recientemente el escandinavo con su acostumbrada claridad verbal. Aunque en 2017 tuvo que conformarse con el 5? puesto en el Mundial de r¨¢pidas (gan¨® el rel¨¢mpago), Carlsen es el claro favorito en ambas competiciones, y no solo por la estad¨ªstica: el talento natural -que en su caso llega a la genialidad- se manifiesta mejor cuanto m¨¢s r¨¢pido sea el ritmo, porque no hay tiempo para c¨¢lculos precisos, solo para la intuici¨®n. En las r¨¢pidas, a los 15 minutos iniciales por jugador se a?aden diez segundos autom¨¢ticamente tras cada movimiento; en la modalidad rel¨¢mpago, el incremento es de dos segundos. Es decir, en los casos extremos hay que hacer una jugada cada dos segundos, con el coraz¨®n desbocado, el sistema nervioso disparado y el cerebro en ebullici¨®n.
Es en tal magma alucinante donde Carlsen, de 28 a?os, da la sensaci¨®n de que naci¨® para jugar al ajedrez. Sus problemas de falta de motivaci¨®n y de confianza en s¨ª mismo se limitan a la modalidad cl¨¢sica, donde su rendimiento en los ¨²ltimos dos a?os es claramente m¨¢s bajo que cuando destron¨® al indio Viswanathan Anand, en 2013. Sus rivales, entrenados con computadoras de potencia monstruosa, han mejorado mucho su t¨¦cnica defensiva y capacidad de c¨¢lculo preciso, as¨ª como la preparaci¨®n de las aperturas (primeros quince o veinte movimientos). Pero esas cualidades valen menos cuando el reloj aprieta, obligando muchas veces a jugar a golpe de vista, sin tiempo para comprobaciones. Entre los 206 participantes est¨¢n todas las estrellas, excepto Caruana y el franc¨¦s Vachier-Lagrave; los ¨²nicos de habla hispana son los espa?oles David Ant¨®n, Alex¨¦i Sh¨ªrov, Paco Vallejo e Iv¨¢n Salgado.
El escandaloso asesinato del periodista saud¨ª Jamal Khashoggi fue la gota que desbord¨® el vaso y oblig¨® a la Federaci¨®n Internacional (FIDE) a mover la sede urgentemente -el anuncio se hizo el 6 de diciembre- de Riad (Arabia Saud¨ª) a San Petersburgo. Llov¨ªa sobre mojado, porque ya hab¨ªa otros dos problemas graves: el Gobierno saud¨ª se negaba a conceder visados a los jugadores israel¨ªes; varias jugadoras, y especialmente la ucrania Anna Muzychuk, se negaron a competir en Riad en 2017 como protesta por las condiciones de vida de las mujeres saud¨ªes.
Muzychuk y otras ucranias est¨¢n ahora inscritas en el Mundial de Rusia, a pesar de las p¨¦simas relaciones entre ambos pa¨ªses. La FIDE, presidida desde octubre por el ex primer ministro adjunto ruso Arkadi Dvork¨®vich, explic¨® en un comunicado que el nombre oficial del torneo incluye al jefe de estado saud¨ª (¡°Campeonato del Mundo Rey Salman¡±), y justific¨® el cambio aludiendo ¡°a las excelentes relaciones entre Rusia y Arabia Saud¨ª¡±. Sin embargo, tanta premura oblig¨® a gran parte de los jugadores, t¨¦cnicos y periodistas a farragosos y caros tr¨¢mites para lograr visados urgentes, lo que ha motivado ausencias como la de la doble campeona de Espa?a, Ana Matnadze, ya comprometida con un torneo en Valladolid; s¨ª estar¨¢n sus compatriotas Sabrina Vega y Marta Garc¨ªa.
Estos Mundiales, y sobre todo el de r¨¢pidas, agudizar¨¢n probablemente el debate de si el ajedrez necesita cambios importantes y urgentes. El 100% de empates en las partidas lentas entre Carlsen y Caruana indican que s¨ª. Pero una parte considerable de jugadores y aficionados son muy conservadores en ese ¨¢mbito, y se niegan en redondo.
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