Cohete Nadal

Es Rafael Nadal al galope, que no desbocado porque hasta ahora tiene todo bajo control en Melbourne, donde en enero luce el sol y hace calor, pero que este a?o va transform¨¢ndose en una especie de Par¨ªs porque el mallorqu¨ªn compite y vence como si estuviera en su otra casa, el Bois de Boulogne. Va el balear como un tiro, viajando de una estaci¨®n a otra en cohete, sin girar el cuello hacia atr¨¢s y decidido. Divisando, paso a paso pero con tr¨¢nsito firme, el objetivo que dos semanas atr¨¢s parec¨ªa ut¨®pico: cuatro meses en la reserva, un paso por el quir¨®fano, sin ritmo de partidos. Imposible. ?Imposible? Tal vez no. No con ¨¦l.

M¨¢s informaci¨®n

Nadal saborea las semifinales

Tsitsipas, la gran sensaci¨®n que viene

En la en¨¦sima demostraci¨®n de que est¨¢ hecho de otra pasta, de que no hay mayor maestro de la reinserci¨®n, Nadal exhibe estos d¨ªas al Nadal de los grandes d¨ªas. Imponente y renovado. Semifinalista ya en Australia, porque ayer, otra vez, ofreci¨® un recital para anular el potencial de Frances Tiafoe y alcanzar por 30? vez la pen¨²ltima ronda de un Grand Slam: 6-3, 6-4 y 6-2, en 1h 47m. Y que pase el siguiente. Turno para el griego Stefanos Tsitsipas, un joven que desde el a?o pasado amaga y ahora viene con fuerza, tras derrotar a Roger Federer en los octavos y ayer a Roberto Bautista, desgastado por el kilometraje: 7-5, 4-6, 6-4 y 7-6, en 3h 15m.

Est¨¢ alerta Nadal, a la vez muy seguro de s¨ª mismo. Si no, que se lo pregunten a Tiafoe, desbordado por tierra, mar y aire. ¡°Es un rival infernal, su bola coge efectos incre¨ªbles. Jugu¨¦ con ritmo durante un rato, pero en cuanto lo hac¨ªa, ¨¦l sub¨ªa su nivel y me demostraba lo c¨®modo que se encontraba¡±, expresaba el estadounidense, reducido a partir de media hora brutal, la que dur¨® el primer parcial. Desde ese momento, viento en popa y el balear a todo gas, redondeado otra victoria rotunda en un torneo en el que le est¨¢ saliendo todo a pedir de boca.

¡°Hasta ahora todo ha ido como quer¨ªa¡±, admit¨ªa Nadal, al que la derecha le corre como un guepardo ¨Cregistra una media de 33,8 golpes ganadores por partido¨C y que en esta edici¨®n australiana est¨¢ sobresaliendo en dos aspectos: la velocidad y el servicio. ¡°El saque es muy importante para que pueda seguir jugando m¨¢s a?os y pueda alargar mi carrera. Me est¨¢ funcionando muy bien¡±, explic¨®, muy satisfecho porque la nueva mec¨¢nica va de f¨¢bula y los registros hablan por s¨ª solos. De camino a las semifinales, promedia por partido 6,8 aces y un 70% de efectividad con el saque; retiene el 80,2% de los puntos jugados con sus primeros y un 55,2% con los segundos. Es decir, la palanca que ide¨® junto a sus t¨¦cnicos a finales de a?o le est¨¢ proporcionando grandes r¨¦ditos.

Tres horas y media menos que en 2017

En cuanto a lo segundo, pocas veces se la ha visto a Nadal recorrer tan r¨¢pido un cuadro. Hasta ahora ha invertido tan solo 10h 25m en los cinco partidos que ha jugado, 2h 05m de media; para hacerse una idea, bastante menos que en su exitoso trazado de 2017 en Melbourne (13h 59m, 3h 11m por encuentro) y menos incluso que durante su ¨²ltimo paseo por Roland Garros, donde el reloj fij¨® 12h 10m (2h 42) en direcci¨®n a la pen¨²ltima ronda.

En este sentido, las diferencias con el resto de competidores son sustanciales. Tsitsipas, sin ir m¨¢s lejos, ha empleado 15h 29m y Kei Nishikori o Lucas Pouille (hasta el cierre de esta edici¨®n) se han disparado hasta las 13h 47m y 12h 05m, respectivamente. ¡°Estoy gestionando muy bien eso¡±, reconoc¨ªa el de Manacor, para el que cualquier ahorro en pista, y m¨¢s en dura, es siempre positivo. ¡°Si sientes que sacas bien y ganas juegos con autoridad, luego puedes jugar los restos con m¨¢s agresividad. Hay que leer bien los momentos para saber apretar. Contra Tiafoe me ha salido todo rodado¡±, concluy¨® Nadal.

¡°Sab¨ªa que si le dejaba dominar iba a abrasarme, pero nunca hab¨ªa visto a un rival que encierre a alguien como ¨¦l lo ha hecho hoy conmigo. En realidad, sab¨ªa que iba a llevarme al l¨ªmite¡±, cerraba el norteamericano, en primera l¨ªnea ayer para contemplar el paso del proyectil. Nadal juega con el turbo en Melbourne.