Con Serena Williams, el drama est¨¢ garantizado
Williams protagoniza un tropiezo incre¨ªble ante Pliskova, el ¨²ltimo episodio de una carrera que no entiende de t¨¦rminos medios, ya sea en la victoria o en la derrota. ¡°No me gusta poner excusas¡±, dice
Serena Williams siempre, hasta el final. En la victoria o en la derrota, da igual. Gane o pierda, juegue en la arena de Par¨ªs, la hierba de Wimbledon o los cementos de Melbourne y Nueva York, la estadounidense garantiza drama y emociones a flor de piel. Siempre. En un sentido u otro. Si no amenaza a una juez de l¨ªnea ¨C¡°voy a hacerte tragar la puta bola¡¡±, en el US Open 2009¨C, se come a besos y consuela a una rival. O abraza bondadosamente a un periodista que la anima tras sufrir una lesi¨®n, o bien sorprende con un tut¨² rompedor, o arruina la eclosi¨®n de una veintea?era como Naomi Osaka, alegando sexismo por parte del ¨¢rbitro; c¨®mo olvidar, tampoco, su discurso reivindicativo y comprometido, su extens¨ªsima ristra de triunfos y alguna que otra derrota dolorosa, porque tambi¨¦n las ha habido.
Gane o pierda, ocurra lo que ocurra, de la mano de Williams viene siempre un componente dram¨¢tico. Y ayer no fue una excepci¨®n. Perdi¨® en los cuartos de final de Melbourne contra Karolina Pliskova (6-4, 4-6 y 7-5, en 2h 10m), lo que hasta ah¨ª encaja con la normalidad, pese a ser toda una sorpresa.
Perdi¨®, pero es Serena, Serena y todo lo que ello conlleva, su aderezo, de modo que la historia no pod¨ªa quedar ah¨ª. Ella no pod¨ªa perder de una forma rutinaria o intrascendente. Contra la checa, citada por un puesto en la final con Osaka, la norteamericana dej¨® una de las derrotas m¨¢s espectaculares que se recuerdan, con todos los elementos de una novela made in Williams: euforia, suspense, una hero¨ªna que estaba rendida y al final sali¨® del apuro, y otra vencida y lastimada. L¨¢grimas en el ep¨ªlogo, en la soledad del vestuario. Puro drama.
Esta vez, del bueno. Nada de gritos, shows ni mal perder, como el pasado verano en la central de Flushing Meadows. Eso s¨ª, vaya derrota. Una que no se olvidar¨¢ nunca, con un desenlace inolvidable, por emocionante e inveros¨ªmil. Lo ten¨ªa Serena en la mano, pero se le escap¨® y por consiguiente la posibilidad de ganar su 24? gran trofeo y dar caza as¨ª a la australiana Margaret Court, la tenista (hombre o mujer) m¨¢s laureada de todos los tiempos.
Cuatro ¡®match points¡¯ y del 5-1 al 5-7
Todo iba sobre ruedas para ella, que este a?o cumplir¨¢ 38 a?os y regres¨® el pasado despu¨¦s de haber sido madre, tras un a?o de ausencia. Todo iba estupendamente, porque pese a perder el primer set, hab¨ªa ganado el segundo y enfilaba la victoria en el tercero: 5-1 arriba, 40-30 y sirviendo para cerrar el duelo y sellar su pasaporte a las semifinales. Sin embargo, todo se torci¨®. Primero su tobillo izquierdo, al devolver un rev¨¦s en un intenso peloteo, y despu¨¦s el marcador. El contratiempo la merm¨® de forma notable, tanto en los desplazamientos como en el servicio, dolorida en la ca¨ªda. La checa, mientras, se creci¨® y se adentr¨® por la rendija, por m¨ªnima que fuera esta. Salv¨® cuatro match points y desde entonces conect¨® seis juegos consecutivos.
¡°No me gusta poner excusas, ella fue mejor¡±, introdujo. ¡°Ella jug¨® de manera incre¨ªble. Yo continu¨¦ siendo agresiva, pero ella envi¨® todas las bolas a las l¨ªneas. Hice todo lo que pude, no me rend¨ª; simplemente ella fue mejor¡±, prosigui¨®, antes de ser preguntada por el contratiempo del tobillo y sobre la posibilidad de haber parado el partido para solicitar la asistencia m¨¦dica: ¡°Odio llamar al m¨¦dico en mitad de un partido, no pens¨¦ que fuera necesario y segu¨ª adelante. Ahora est¨¢ bien, lo que no s¨¦ es c¨®mo estar¨¢ ma?ana¡ No pensaba que fuera a hacerse tan duro y comet¨ª algunos errores, pero ella jug¨® de forma brillante¡±.
Moratoglou y Conchita, orgullos contrapuestos
Y le apoy¨® su t¨¦cnico, el franc¨¦s Patrick Mouratoglou. ¡°Estoy orgullosa de su comportamiento. Estaba con mucho dolor y pod¨ªa haber parado, pero decidi¨® no hacerlo, ganara o perdiera. Ese no es su esp¨ªritu. No intenta romper el partido, a diferencia de otros jugadores. Ella gana por s¨ª misma¡±, manifest¨® en unas declaraciones recogidas por el canal Eurosport. ¡°Karolina nunca se ha dejado ir, ha sido muy valiente. Ver que aplica lo que hemos entrenado durante la pretemporada y que pelea hasta la ¨²ltima bola es un orgullo¡±, replic¨® Conchita Mart¨ªnez, preparadora de la checa.
Mientras tanto, su jugadora celebraba la victoria con una mezcla de incredulidad y autoafirmaci¨®n. ¡°Estaba casi en el vestuario y ahora estoy aqu¨ª, hablando contigo¡±, le dijo a una reportera, a pie de pista. ¡°Es la mejor remontada de mi carrera. No creo que ella lo hiciera mal, sino que yo fui m¨¢s agresiva. Siempre necesitas suerte, pero yo puse todo de mi parte¡±, concluy¨® Pliskova, la protagoniza triunfal. Hab¨ªa levantado lo imposible. O m¨¢s bien no.
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