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El Manchester City se levanta y gana al Schalke con un jugador menos
El equipo de Guardiola remonta en casa del Schalke 04 con dos goles al final del partido cuando jugaba en inferioridad num¨¦rica por expulsi¨®n de Otamendi

Todo lo que pas¨® en Gelsenkirchen tiene que ver con el car¨¢cter insondable del f¨²tbol, donde lo que parece celeste de pronto se convierte en azul¨®n sin que nadie sepa explicar el motivo. Y cuando se ve¨ªa azul¨®n vir¨® a celeste. Porque el Manchester City ten¨ªa controlado el partido, lo ganaba y lo tiranizaba con una serie de valores a los que el Schalke no pod¨ªa ni aspirar. Ni a tener el bal¨®n, ni a la asociaci¨®n para moverlo, ni al plan para recuperarlo, ni mucho menos al talento para que todo eso mezclase. En siete minutos, justo antes del descanso, todo cambi¨®. Llegaron dos penaltis y se voltearon el marcador y las expectativas. El Manchester City, al que a¨²n se espera en la nobleza europea, pareci¨® entonces derrotado, pero regres¨® con dos goles postreros y se march¨® ganador hacia un partido de vuelta que deber¨ªa ser un tr¨¢mite ante un rival que ya no podr¨¢ especular con el marcador.
SCHALKE 04, 2 - MANCHESTER CITY,3
Schalke: Fahrmann; Caliguri, Bruma, Salif San¨¦, Nastasic, Oczipka; Serdar, Bentaleb, Mckenni (Skrzybski, m. 77); Uth (Harit, m. 88), Mendyl (Burgstaller, m. 65). No utilizados: Nubel, Kutucu, Matondo, Nubel, Rudy.
M. City: Ederson; Walker, Fernandinho, Otamendi, Laporte; De Bruyne (Zinchenko, m. 87), G¨¹ndogan, D. Silva (Kompany, m. 70); B. Silva, Ag¨¹ero (San¨¦, m. 78), Sterling. No utilizados: Muric, Danilo, Foden, Mahrez.
Goles: 0-1. M. Ag¨¹ero. 1-1. M. 38. Bentaleb, de penalti. 2-1. M. 45. Bentaleb, de penalti. 2-2. M. 85. San¨¦. 2-3. M. 91. Sterling.
?rbitro: Del Cerro Grande. Roja a Otamendi por doble amarilla (m. 68). Amonest¨® a Uth, Fernandinho y San¨¦. VAR: H. Hern¨¢ndez.
Veltins Arena, 54.517 espectadores.
La decisi¨®n del partido tuvo miga. En especial el primer penalti. Para empezar porque los ¨¢rbitros espa?oles, con Del Cerro al silbato y Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez y Mart¨ªnez Munuera en el VAR, necesitaron un largo concili¨¢bulo para tomar una decisi¨®n entre el estupor generalizado. Un remate de Caligiuri hab¨ªa golpeado en el brazo de Otamendi y todo acab¨® en los once metros, en el primer penalti que se se?ala con el videoarbitraje en la Liga de Campeones. Pero la jugada invita a pensar si no fue sobre arbitrada porque la pelota golpe¨® al central argentino justo cuando trataba de retirar el brazo, que adem¨¢s no part¨ªa de una posici¨®n antinatural sino de una postura normal en un defensor. No siempre se pit¨® infracci¨®n en ese tipo de acciones, pero igual el VAR invita a no tolerarlas porque son tan involuntarias, e incluso inevitables, como groseras.
El caso es que empat¨® Bentaleb, que puso en ventaja a su equipo poco despu¨¦s al transformar otro penalti que pareci¨® mucho m¨¢s claro, por agarr¨®n de Fernandinho a Salif San¨¦. Ambos pasajes no solo se saldaron con un revolc¨®n al partido de ida sino tambi¨¦n al de vuelta porque tanto el brasile?o como el argentino vieron tarjeta amarilla y en ese momento ya supieron que deb¨ªan cumplir suspensi¨®n el pr¨®ximo 12 de marzo.
El Schalke se hab¨ªa pegado un tiro en el pie cuando apenas superado el cuarto de hora quiso hacer de City y arm¨® una cat¨¢strofe en una salida de bal¨®n. David Silva les limpi¨® la pelota y habilit¨® a Ag¨¹ero para marcar. Mal asunto para un equipo que se hab¨ªa constru¨ªdo para contener, con una l¨ªnea de cinco y otra de cuatro por delante. Nada le result¨® en ese inicio muy complicado al equipo de Guardiola, que encontr¨® juego entre l¨ªneas y sali¨® de atr¨¢s con nitidez, bien conducido por Fernandinho, que naveg¨® en una posici¨®n entre el centro del campo y la zaga.
Pero al descanso el City estaba peor que al inicio. Y en el regreso no acab¨® de encontrar el mismo ritmo de bal¨®n que en algunos pasajes de la primera parte. Tampoco le favoreci¨® el estado del c¨¦sped, lamentable para la competici¨®n m¨¢s estelar. El Schalke se rearm¨®, el equipo de los mineros se convirti¨® en mina y oblig¨® a su lustroso rival a picar piedra. Se adocen¨® el City y se acomod¨® el Schalke, que crey¨® explotar sus bazas como el mejor de los tahures y mediada la segunda parte supo buscar la segunda tarjeta amarilla de Otamendi, al que le falt¨® templanza para gestionar un pelotazo que recibi¨® Burgstaller de espalda a la porter¨ªa, orillado y a cincuenta metros de la porter¨ªa de Ederson. Simplemente lo baj¨® al piso con una patada y abri¨® un escenario a¨²n m¨¢s complicado para el City, que tap¨® la ausencia del central alistando a Kompany en el lugar de David Silva.
Con poco m¨¢s de veinte minutos por delante, el Schalke ten¨ªa que sobrevivir encerrado ante un rival obtuso que adem¨¢s ten¨ªa un jugador menos. El triunfo era una inesperada fiesta para un equipo muy inferior, que incluso se permiti¨® el lujo de defenderse con bal¨®n como no lo hab¨ªa hecho hasta entonces. Hasta que primero lleg¨® Leroy San¨¦, un canterano forjado en el Schalke 04, para embocar un libre directo extraordinario. Y despu¨¦s Sterling aprovech¨® un roto de la zaga para darle al City un triunfo que le refuerza en un partido que parec¨ªa que iba a debilitarle. Todo fue muy complicado de entender. Le llaman f¨²tbol.
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