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La minuciosa preparaci¨®n de Diego Pablo Simeone del partido ante la Juventus (2-0) tuvo un elemento sorpresa por inhabitual. La rareza consisti¨® en que el lunes el t¨¦cnico ya le hab¨ªa comunicado a algunos de los jugadores el programa de cambios con el que abordar¨ªa la segunda parte para terminar de abatir al campe¨®n italiano. En la charla que el t¨¦cnico pronunci¨® el mi¨¦rcoles, ya ante todo el plantel en el hotel de concentraci¨®n, antes de comer, Simeone remarc¨® su proyecto y reafirm¨® los cambios previstos. A algunos futbolistas que desconoc¨ªan la planificaci¨®n les sorprendi¨® que Simeone divulgara ya los cambios que efectuar¨ªa en el segundo tiempo. El entrenador anunci¨® con un tono convencido el once y luego que Morata entrar¨ªa sobre la hora de juego para terminar culminar el trabajo de zapa y desgaste que le hab¨ªa encomendado a Costa sobre Chiellini y Bonucci. Lemar tambi¨¦n escuch¨® por boca de su entrenador que sustituir¨ªa a Koke a la hora de juego y Correa, que entrar¨ªa en el ¨²ltimo cuarto de hora para jugar en punta junto a Morata. La banda derecha, con el menudo delantero argentino ya en el campo, ser¨ªa para Griezmann.

La estrategia seguida por Simeone estuvo focalizada en la figura de Diego Costa. En los d¨ªas previos al partido, el hispano-brasile?o admit¨ªa que se encontraba bien, pero tambi¨¦n reconoc¨ªa sin rubor el sobrepeso que le delataba la parte inferior de su abdomen. Pese a ello, Simeone estuvo convencido de que deb¨ªa ser el protagonista del partido. En la previa del encuentro con el Rayo ya inflam¨® su personalidad tild¨¢ndole de guerrillero. El Cholo admiti¨® haber hablado antes del partido tanto con Costa como con Morata para explicarles lo que pretend¨ªa. A este ¨²ltimo volvi¨® a repetirle las consignas en la bocana del vestuario.

Precisi¨®n

Sin embargo, el rol de Costa iba m¨¢s all¨¢ de ser la bandera an¨ªmica de un equipo dispuesto a desplegarse con la decisi¨®n de la caballer¨ªa. En su funci¨®n se fund¨ªan el plan ofensivo y una parte del defensivo. La orden fue balones a Costa y saltarse el paso arriesgado por el centro del campo. Incluso a Griezmann. Solo en el primer tiempo, hubo m¨¢s de una docena de env¨ªos directos para que Costa los peinara o los bajara con el pecho. La mitad de esos pases llegaron procedentes de la patada larga de Oblak. Tambi¨¦n algunos saques de banda y faltas en medio del campo puestos en largo buscaron su cabeza.

¡°Intentamos atacar, pero sin dejar demasiado espacio detr¨¢s¡±, explic¨® Griezmann. La f¨®rmula para no descubrir esos espacios de los que habl¨® el delantero franc¨¦s fue no arriesgar con circulaciones por el medio. Con ello, el Atl¨¦tico evit¨® durante casi todo el partido tener que correr hacia atr¨¢s, uno de los males que le persiguen este curso cuando el equipo se convierte en una m¨¢quina de perder balones. Las estad¨ªsticas revelaron su empe?o por evitar el juego en el centro del campo. Rodrigo, que tiene una media de 55 pases por partido, y Koke, de 67, dieron 43 y 22 respectivamente. Thomas y Sa¨²l, que promedian 43 y 46 pases por encuentro, repartieron 28 y 30 entregas. ¡°Se trataba de ser precisos y de competir cada bal¨®n, de ganar cada segunda jugada, que es la esencia de este equipo¡±, dijo Koke.

Ese juego directo y la batalla de Costa min¨® sobremanera a Chiellini y Bonucci. El delantero de Lagarto provoc¨® cinco faltas, m¨¢s que en cualquier partido de los que ha disputado esta temporada. Su ¨²ltima gran contribuci¨®n fue esa carrera emprendida en campo propio y ganada a Bonucci. La mala definici¨®n delat¨® el agotamiento de Costa, pero tambi¨¦n que los centrales de la Juve ya estaban maduros para la entrada de Morata como segundo martillo y la velocidad de Correa y Lemar. ¡°Tan pronto como nos pusimos por delante, tratamos de mantener el marcador e intentamos tirar contraataques¡±, abund¨® Griezmann.

El plan defensivo de Simeone se centr¨® mucho en la figura de Pjanic, al que consideraba reducirlo y hacerle jugar en situaciones intrascendentes. De ese trabajo tambi¨¦n formaron parte Costa y Griezmann en colaboraci¨®n con Rodrigo, Thomas, y Sa¨²l cuando este pas¨® al medio tras el cambio del ghan¨¦s, que vio una tarjeta amarilla que, como a Costa, le impedir¨¢ estar en Tur¨ªn. El embudo sobre el mediocentro bosnio, arroj¨® estad¨ªsticas significativas que llevaron el partido hacia donde quer¨ªa Simeone. Los zagueros Chiellini y Bonucci, ambos con 76, fueron los jugadores de la Juventus que m¨¢s pases ejecutaron, seguidos por De Sciglio (73) y Alex Sandro (71), los dos laterales. Pjanic se qued¨® en 64, Matuidi en 33 y Bentancur en 41. El resultado de provocar que el peso del juego lo llevaran sus defensas justific¨® la frase de Allegri que ponder¨® el plan perfecto so?ado por Simeone: ¡°El Atl¨¦tico desde hace ocho a?os hace que todos los equipos jueguen mal. Lo logran haciendo el partido m¨¢s lento¡±.