El Athletic ahonda en la herida del Atl¨¦tico

San Mam¨¦s no fue el refugio seguro en el que se pudo esconder el Atl¨¦tico de Madrid para aliviar sus males, esa isla desierta en la que pararse a reflexionar y curar las heridas al abrigo de la tormenta. Siempre lo hab¨ªa sido. El nuevo coliseo rojiblanco no hab¨ªa presenciado ninguna derrota del grupo de Simeone, pero alguna vez ten¨ªa que ser. La victoria del Athletic frente a los colchoneros agrava m¨¢s esos males que se evidenciaron en la Champions y deja LaLiga al albur de la visita del Barcelona al Betis.

El Atl¨¦tico llegaba a San Mam¨¦s tumbado en el div¨¢n despu¨¦s del repaso que recibi¨® en Tur¨ªn. Ten¨ªa la necesidad de regenerarse despu¨¦s de un varapalo, posiblemente inesperado, que no le dej¨® otro objetivo que tratar de apretar las tuercas al Bar?a y dejar detr¨¢s al Real Madrid, m¨¢s por orgullo que por otra cosa. Simeone apenas hizo cambios con respecto al partido del martes pasado. La principal novedad fue Diego Costa, haciendo pareja con Morata.

Sin embargo, no se vio ning¨²n prop¨®sito de enmienda colchonero en una primera mitad en la que apenas se acerc¨® a la porter¨ªa de Herrer¨ªn. Ni Diego Costa, demasiado verde todav¨ªa en su reaparici¨®n, ni Morata, entraron en el ¨¢rea, como si la consideraran zona reservada. S¨®lo Griezmann, al final, en una acci¨®n aislada, tuvo una opci¨®n de asustar al Athletic, que tuvo el mando y empuj¨® lo que pudo. Ordenados en medio campo, los hombres de Garitano sobaron m¨¢s la pelota y crearon m¨¢s peligro, siempre con el miedo en el cuerpo a cualquier contra letal del Atl¨¦tico, pero sobre todo Ibai se anim¨® a rematar. Nada m¨¢s comenzar, el futbolista bilba¨ªno ensay¨® con un tiro cruzado. En el minuto 24 tropez¨® cuando pretend¨ªa rematar un magn¨ªfico pase de Yuri, y en el 34 hizo trabajar a Oblak, que vol¨® para evitar el gol, en un remate que buscaba la escuadra.

Revisi¨®n del VAR

El l¨¢nguido Atl¨¦tico que compareci¨® en la primera parte de la Catedral, con la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue, se march¨® vivo al descanso, y sali¨® con otra actitud en la segunda mitad. Fue otro Atl¨¦tico. Oblig¨® al Athletic a replegarse y a sacrificarse en defensa. Griezmann cogi¨® el bast¨®n de mando y provoc¨® estragos en la zaga rojiblanca, pero al equipo de Simeone le faltaba algo; esa chispa de los buenos d¨ªas. Asuntos que le funcionan habitualmente, fallaron en esta ocasi¨®n. En el minuto 56, una contra llevada por Griezmann, Morata y Diego Costa, un tridente letal en velocidad, la desbarat¨® Yeray, un coloso en defensa. Era un s¨ªntoma de lo que vendr¨ªa.

El Atl¨¦tico pidi¨® penalti con insistencia en una ca¨ªda de Morata, pero el VAR determin¨® que no lo era. La presi¨®n a los ¨¢rbitros acab¨® en frustraci¨®n de los madrile?os y la expulsi¨®n del Profe Ortega, el preparador f¨ªsico, por decirle alguna cosa al linier.

Las protestas no le sirvieron de nada, tal vez s¨®lo para que el Athletic se tomara un respiro. Actu¨® entonces el banquillo local. Garitano estuvo m¨¢s que acertado en los cambios. Estuvo m¨¢gico. El primero en salir fue C¨®rdoba, que sustituy¨® a Muniain. En su primera acci¨®n, presion¨® a Gim¨¦nez, que perdi¨® la pelota. Hizo la pared con Ibai y su centro al ¨¢rea peque?a lo remat¨® Williams a placer.

La segunda sustituci¨®n rojiblanca tuvo tambi¨¦n su efecto inmediato en el marcador. Ra¨²l Garc¨ªa tard¨® un mundo en salir del c¨¦sped y dejar su plaza a Kenan Kodro. Sin embargo, el donostiarra fue una bala para marcar el segundo, apenas un minuto despu¨¦s de saltar al campo. Comenz¨® la jugada que acab¨® en la red. Combin¨® con Ibai y recibi¨® de nuevo para disparar. Su golpeo tropez¨® en Gim¨¦nez para despistar definitivamente a Oblak y alargar la crisis colchonera y la fiesta en San Mam¨¦s, que hace un par de meses ve¨ªa un equipo con muy mala pinta y ahora piensa incluso en Europa.