El otro batacazo del PSG

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El Bar?a regresa como un cicl¨®n a la Final Four de la Champions de balonmano

Este curso, el patinazo fue incluso mayor porque ni se ha clasificado para la Final Four de Colonia, a diferencia de los tres a?os anteriores. Solo una vez ha disputado el partido por el t¨ªtulo, en 2017, contra el Vardar dirigido, precisamente, por Ra¨²l Gonz¨¢lez. Pero entonces, tambi¨¦n todo acab¨® en un casi. Un tanto en contra a falta de dos segundos amarg¨® el proyecto millonario. Aquel encuentro encumbr¨® al preparador espa?ol, que este a?o fue fichado por el PSG para traducir la econom¨ªa en gloria europea. La Champions es ahora la medida de todas las cosas en este club.

¡°Uno de los objetivos a principios de temporada era entrar en la Final Four, eso est¨¢ claro. La decepci¨®n es obvia. Estamos frustrados y tristes, pero no hablar¨ªa de fracaso. Esa es una palabra muy grande¡±, explica el portero Rodrigo Corrales, uno de los dos Hispanos, junto a Viran Morros, en el vestuario parisino. ¡°Nos penaliz¨® en exceso el partido de ida porque hasta entonces hab¨ªamos trabajado muy bien con Ra¨²l. Hemos muerto en la orilla¡±.

La reuni¨®n de estrellas en el pabell¨®n Pierre de Coubertein es ¨²nica: Nikola Karabatic, Sander Sagosen, Nedim Remili, Thierry Omeyer, Uwe Gensheimer, Mikkel Hansen... El dan¨¦s, contratado en 2012, fue la primera piedra de este proyecto ya con el objetivo clavado en la Liga de Campeones. Desde entonces, cada a?o se han ido sumando varios de los mejores jugadores gracias a un presupuesto gigantesco. Los dos ¨²ltimos cursos se ha elevado hasta los 17 millones de euros, el doble que el Barcelona, por ejemplo, y casi 10 por encima del Montpellier, el campe¨®n de la Champions en 2018. ¡°Somos un equipo ambicioso, hecho para ganarlo todo, eso no se puede ocultar¡±, admite Corrales, ¡°pero la gente tambi¨¦n se olvida de que aqu¨ª se pagan m¨¢s impuestos y que no por hacer una inversi¨®n fuerte se consiguen antes las metas¡±.

Sin ninguna historia en este deporte, la entrada en el Par¨ªs Saint Germain de Nasser Al-Khelaifi llev¨® aparejada la creaci¨®n de una secci¨®n de balonmano con el ¨²nico objetivo de levantar el m¨¢ximo torneo europeo. Al calor de una selecci¨®n francesa que era la doble campeona ol¨ªmpica y mundial, en 2012 compr¨® por 60.000 euros un modesto club, el Par¨ªs Handball, sin m¨¢s gloria que una Copa. Desde su estreno en la campa?a 2012-13, la inversi¨®n se ha ido multiplicando: 9,2 millones esa temporada, 13,5 en la siguiente, 14,7 en la 2014-15, 16,2 en la 2015-16 y as¨ª hasta los 17 millones actuales. Sin embargo, esta potencia econ¨®mica solo ha dado, de momento, para levantar t¨ªtulos nacionales: cinco ligas, todas menos una, y muy cerca de lograr la sexta. El paralelismo con el equipo de f¨²tbol resulta inevitable: seis campeonatos dom¨¦sticos en el mismo periodo y un fiasco continuado en la Champions (no ha disputado todav¨ªa unas semifinales).

Todo apuntaba a que este a?o pod¨ªa ser el bueno para la secci¨®n de balonmano. En la fase de grupos bati¨® el r¨¦cord de puntos del Barcelona, con 26. Solo perdi¨® un partido y la diferencia de goles a favor fue de 70, la m¨¢s alta de todos los equipos. El primer puesto le sirvi¨® para quedar exento de la ronda de octavos, pero en cuartos le esperaba el Kielce. Y la voltereta en Polonia fue tremenda (34-24), otro proyecto al borde del colapso. En marzo, adem¨¢s, hab¨ªa ca¨ªdo eliminado de la Copa por el Montpellier. Se agarr¨® a la ¨¦pica en la vuelta y solo le falt¨® un pelo. ¡°Nos metimos en un estado espiritual enorme. Nosotros confi¨¢bamos y llegamos a ir 11 arriba¡±, cuenta el portero espa?ol. A falta de dos minutos para el final, la eliminatoria estaba igualada, pero un lanzamiento de siete metros convertido por Julen Aginagalde descabalg¨® definitivamente al conjunto franc¨¦s. M¨¢s frustraci¨®n, m¨¢s espera, m¨¢s ansiedad. ?M¨¢s inversi¨®n? En el balonmano, como en el f¨²tbol, el juego tambi¨¦n desmiente al dinero. ¡°Mira, si no, al Ajax o al Tottenham¡±, zanja Rodrigo Corrales.