Mikel Landa, contra la fatalidad en el Giro
El l¨ªder del Movistar, uno de los favoritos en la 'corsa rosa', que empieza este s¨¢bado en Bolonia


En Bolonia pides un helado y la joven que atiende te canta una canci¨®n, que es una poes¨ªa, y suelta una l¨¢grima. Un gelato al limone, tararea, triste porque el poeta, Paolo Conte, est¨¢ muy malito. De Bolonia, donde lo cotidiano tiene otro vuelo, parte este s¨¢bado el Giro, el sue?o de la inocencia, la edad en la que la v¨ªspera de un viaje el coraz¨®n late de alegr¨ªa, de impaciencia, de orgasmo.
El Giro es un viaje que gustar¨ªa comenzar como inici¨® Pasolini joven y so?ador a¨²n su viaje por las playas de Italia en el que crey¨® ver a Anquetil con cazadora negra y pantal¨®n americano, infantil y tierno. El Giro tiene tanta fuerza, tanto peso, que hace legendarios los nombres de los lugares que toca, y los de los corredores que sufren y se exaltan, y que no son inocentes. Su coraz¨®n late de miedo, de fatiga, de frustraci¨®n. Su coraz¨®n envejece r¨¢pido cargado de recuerdos de agravios.
¡°Ah, la memoria, la experiencia¡±, dice Superman L¨®pez, colombiano y campesino de Boyac¨¢ que se trasciende en las monta?as, donde vuela, y a¨²n se alinea en el pelot¨®n de los j¨®venes (25 a?os), y ha perdido tambi¨¦n la inocencia. La perdi¨® en 2018, cuando acab¨® tercero. ¡°Vivir es aprender, experimentar. Al final, creo que te mueres si lo sabes todo¡±.
¡°Ah, mis ni?os, son j¨®venes pero no tiernos¡±, se r¨ªe Nico Portal, el director del Ineos, el equipo liderado por cuatro debutantes a los que les acaban de salir los dientes ciclistas, Pavel Sivakov ¡ªque naci¨® en Italia, vive en Francia, junto a los Pirineos y corre con pasaporte ruso¡ª, el ingl¨¦s Tao Geoghegan Hart, el colombiano Iv¨¢n Sosa y el irland¨¦s Eddie Dunbar, cuatro ciclistas que hacen sentirse viejos a todos, les obliga a defenderse a todos los favoritos, que saben que han envejecido porque la experiencia ha acabado con su nostalgia, con su inocencia.
Lo dicen Nibali, el favorito de los italianos, que va camino de cumplir los 35, y Dumoulin, de 28, el favorito de los puristas, de los que creen en la clase como raz¨®n ¨²ltima. ¡°No somos viejos¡±, dice el siciliano, al que recuerdan su pasado, sus victorias en dos Giros, una Vuelta y un Tour, al que repiten que este Giro es quiz¨¢s su ¨²ltima oportunidad de ganar de nuevo algo grande. ¡°No somos viejos¡±, repite el holand¨¦s, que huye de todos los clich¨¦s del ciclista, se va de luna de miel a Nepal y desprecia a los que hablan de pasar a la historia como objetivo en la vida. La impaciencia solo le domina viendo el f¨²tbol, sufriendo con la ca¨ªda de su Ajax. ¡°No pude dormir esa noche¡±, dice el holand¨¦s que no perdi¨® ni una hora de sue?o el Giro que le gan¨® a Nairo, hace dos a?os. Qu¨¦ lejos est¨¢ entonces Simon Yates, el ingl¨¦s que gan¨® la ¨²ltima Vuelta y que lleg¨® al ciclismo con la inocencia ya perdida. Cuatro meses antes hab¨ªa perdido un Giro que afront¨® como un problema de c¨¢lculo: ?hasta d¨®nde podr¨¦ llegar saliendo a tope todos los d¨ªas? No lleg¨® de rosa hasta la meta final de Roma por solo dos d¨ªas. ¡°Gracias a eso, calcul¨¦ luego a la perfecci¨®n y gan¨¦ la Vuelta. Y llego aqu¨ª al Giro pensando que soy yo el principal favorito¡±, dice, y sonr¨ªe. ¡°Que me teman todos¡±.
Y todos temen a Roglic, el esloveno terrible que todo lo gana y nunca duda, y no le asusta cubrir todo el Giro vestido de rosa. Seguramente ganar¨¢ hoy el pr¨®logo curioso ¡ªocho kil¨®metros que se cierran con una ascensi¨®n de dos hasta la Virgen de San Luca, una cuesta al 10% con la curva de las huerfanitas, donde dejaban a las exp¨®sitas, al 16%. Y ganar¨¢ tambi¨¦n, probablemente, la contrarreloj de la novena etapa, la ascensi¨®n a San Marino. Despu¨¦s llegar¨¢n las monta?as. Llegar¨¢ Landa.
Mikel Landa, de 29 a?os ya, el favorito de entre los espa?oles, aparentemente, no teme a nadie sino al destino. Es un objeto en sus manos, sometido a sus golpes. Habla de la experiencia como una maestra, pero no para evitar la desgracia sino para sobrevivir a ella, como todos los fatalistas. Y sue?a. ¡°Ha llegado el momento de dar un pasito m¨¢s, de afirmarme¡±, dice el escalador alav¨¦s que a los 25 ya pas¨® primero por lugares como Mortirolo, Madonna di Campiglio, Finestre, y no gan¨® el Giro porque su director no quiso, y los a?os siguientes no dej¨® de sufrir. ¡°Lo malo se har¨¢ bueno¡±.
El pr¨®logo de San Luca ser¨¢n tres horas, pero a la media hora de comenzar, ocho de los nueve protagonistas de la pel¨ªcula ya habr¨¢n muerto, y el suspense. Todos los favoritos, salvo Yates, que respeta el sentido dram¨¢tico de la puesta en escena del Giro, han decidido salir al comienzo, empezando por Dumoulin, que ser¨¢ el primero de todos (16.50). Roglic saldr¨¢ a las 17.01 y Landa un minuto m¨¢s tarde. Todos alegan que despu¨¦s llover¨¢, pero en realidad todos buscan poder descansar tres horas m¨¢s que si salieran como siempre, los ¨²ltimos.
Por Bolonia pasea gordito Evgeni Berzin, el asesino de Indurain en el Giro del 94, que tambi¨¦n naci¨® en Bolonia. El ruso rubio se dedica a vender coches en Stradella, en la llanura padana, y lo cuenta y canta una canci¨®n, recita una poes¨ªa y se acuerda de Paolo Conte y su Acorde¨®n de Stradella, donde la niebla parece estar dentro de un vaso de agua y an¨ªs...
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