El bombo sonr¨ªe a Nadal

A eso de las siete y media de la tarde, Rafael Nadal irrump¨ªa en la sala trajeado y sin corbata, mientras se oficiaba el sorteo del cuadro en Par¨ªs y ¨¦l era presentado como el ¡°propietario¡± de la Copa de los Mosqueteros, trofeo que ha conquistado m¨¢s veces (11) que nadie. Uno a uno se fueron extrayendo los medallones para darle la forma definitiva a Roland Garros, y aunque esto de hablar de suertes, fortunas o azares suele tener un efecto boomerang o cuando menos peligroso, el mallorqu¨ªn, sonriente en su regreso a su retiro dorado y primaveral del Bois de Boulogne, puede sentirse bien afortunado.

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De entrada, Nadal afronta un despegue amable, puesto que le correspondieron dos rivales procedentes de la fase clasificatoria; es decir, m¨¢s all¨¢ de los 100 primeros del ranking. Y para continuar, el balear eludi¨® en su te¨®rico trazado hacia la final del pr¨®ximo d¨ªa 9 al mayor de los escollos que pod¨ªan caerle, Dominic Thiem. Ser¨¢ Novak Djokovic, el n¨²mero uno del mundo, al que le toque bailar en unas hipot¨¦ticas semifinales con el terr¨ªcola austr¨ªaco, el jugador que a priori deber¨ªa recoger el testigo de mando en el grande franc¨¦s.

Re¨ªa Nadal, con timidez en alguna ocasi¨®n porque se le atragantaba alguna que otra palabra en franc¨¦s, y elogiaba el nuevo aspecto de la pista central (¡°incroyable¡±, repiti¨® un par de veces) mientras confiaba (¡°hopefully¡±) en llegar tan lejos como acostumbra. En principio, no pinta mal la cosa, porque viene de jugar tr¨¨s bien en el Foro It¨¢lico de Roma y de conquistar ese t¨ªtulo que se le resist¨ªa, y adem¨¢s, con la suerte de la mano, porque el recorrido de este a?o es relativamente asequible, o al menos mucho m¨¢s de lo que pod¨ªa haber sido.

Pero ojo: asoman por ah¨ª Kei Nishikori (cuartos), siempre escurridizo el japon¨¦s, y si expande la mirada encuentra a Roger Federer ¨CLorenzo Sonego para empezar, n¨²mero 73¨C o el griego Stefanos Tsitsipas en la pen¨²ltima ronda, con la advertencia de este ¨²ltimo en la semifinal de Madrid. Mientras tanto, a Djokovic le aguarda un lanzamiento bastante m¨¢s exigente, frente al polaco Hubert Hurkacz (43), y un viaje en el que podr¨ªa toparse con Alexander Zverev o Fabio Fognini, adem¨¢s del cruce con Thiem (o Juan Mart¨ªn del Potro, adversario temible el argentino) por una plaza en el domingo de fastos.

En el cuadro femenino, la maestra de ceremonias fue la rumana Simona Halep, campeona actual y tope de Garbi?e Muguruza en las semifinales de la ¨²ltima edici¨®n. En una temporada gris, la hispano-venezolana abrir¨¢ contra la estadounidense Taylor Townsend, 96 de la WTA, y en adelante podr¨ªa enfrentarse a rivales de peso como Elina Svitolina, Venus Williams o Sloane Stephens. Eso s¨ª, esquiv¨® en las primeras estaciones a figuras como Karolina Pliskova, reciente ganadora en Roma, Kiki Bertens, Naomi Osaka, la enigm¨¢tica Serena Williams (apenas ha competido este a?o) y la citada Halep.