Jon Rahm es tercero en el US Open, su mejor resultado en un grande

El club de los ganadores de grandes tiene un nuevo socio. Gary Woodland, de 35 a?os, levant¨® este domingo el trofeo del US Open despu¨¦s de resistir con unos nervios de acero el ataque de quien buscaba ser leyenda, Brooks Koepka. El se?or de los grandes, reciente vencedor del Campeonato de la PGA, persegu¨ªa su tercer Abierto de los Estados Unidos consecutivo e igualar as¨ª un r¨¦cord de hace 114 a?os, desde que el escoc¨¦s Willie Anderson lo consiguiera entre 1903 y 1905. Koepka mordi¨® y mordi¨® (-3 en el d¨ªa, -10 en total), pero Woodland, el hombre tranquilo de Pebble Beach, aguant¨® con una ¨²ltima ronda de -2 (-13 en la general) y celebr¨® con tres golpes de ventaja su primer grande despu¨¦s de tres victorias en el circuito americano. Justin Rose (-7) se descolg¨® en el ¨²ltimo tercio de la ronda y por ah¨ª se col¨® un genial Jon Rahm para compartir el tercer puesto, su mejor resultado en un grande. No para de crecer el vasco, cada vez m¨¢s cerca de su sue?o de ser ¨¦l quien se lleve el premio gordo.

La presi¨®n era tremenda para Woodland, a las puertas del mayor ¨¦xito de su carrera, por primera vez defensor del liderato un domingo de grande. M¨¢s todav¨ªa teniendo en cuenta que compart¨ªa juego con Justin Rose, un jugador con tablas, ganador precisamente del Us Open en 2013, oro ol¨ªmpico, exn¨²mero uno del mundo... Y que mientras ambos estaban esperando para salir, Koepka ya se hab¨ªa metido un birdie en el bolsillo. El bombardero americano comenz¨® con todo. Salv¨® de una manera magistral el par en el segundo hoyo despu¨¦s de pasar por el b¨²nker y por el rough, firm¨® otro birdie en el tres, y en el cuatro, y en el cinco... Koepka iba a por la historia, y si no empat¨® el duelo en un suspiro fue por dos putts fallados en el seis y el siete que pudieran haberlo cambiado todo. Respir¨® entonces Woodland, quien de todos modos no parec¨ªa muy nervioso. Vaya temple el suyo para mantener los pies en la tierra. Claro que con su comienzo tambi¨¦n Woodland dio un golpe encima de la mesa: birdies en el dos y en el tres. Pasados los primeros nueve hoyos, conservaba un tesoro de dos golpes de renta.

Un bogey de Woodland en el 12 apret¨® al m¨¢ximo la pel¨ªcula. Koepka iba ya sin freno. La partida a tres bandas se qued¨® en un mano a mano cuando Justin Rose enlaz¨® dos errores en el 12 y en el 13 y dej¨® v¨ªa libre. M¨¢s que descontar golpes se impon¨ªa no fallar. M¨¢s val¨ªa un par en la mano que arriesgarse y ceder terreno. A Woodland le acompa?¨® la suerte del campe¨®n con el bote de la bola antes de green en el 14, un par cinco del que sali¨® con dos de ventaja con cuatro hoyos por jugarse. Lo ten¨ªa en la mano, y ya no le iba a temblar el pulso. Un approach de lujo en el par tres del 17 le sirvi¨® el triunfo en bandeja, y lo remat¨® a lo grande, con el birdie del 18 que sellaba la gloria y un cheque de 2,2 millones de d¨®lares.

No fue un US Open como suele ser un US Open. El poco viento y las buenas condiciones dejaron a 28 jugadores bajo el par del campo. Nada ver con el a?o pasado en Shinnecock Hills, cuando Koepka gan¨® con +1. Por primera vez en la historia en un US Open, dos jugadores lograron en esta edici¨®n tarjetas de sesenta golpes los cuatro d¨ªas: Woodland con 68, 65, 69 y 69. Koepka, con 69, 69, 68 y 68.

A esa pelea de titanes no lleg¨® Jon Rahm por un pelo. Con una vuelta final de -3, el vasco entreg¨® una tarjeta de -7 que le vali¨® el tercer puesto en la general, su mejor resultado en un grande superando el cuarto escal¨®n que ocup¨® en el Masters y en el Campeonato de la PGA de 2010. Es su cuarto top ten en una cita del Grand Slam (adem¨¢s, el noveno puesto de este curso en Augusta). Rahm arranc¨® motores con un birdie en el uno gracias a un putt suave de nueve metros. Si ten¨ªa alguna oportunidad de victoria, por ah¨ª comenzaba, pero su bola de salida en el segundo hoyo fue al b¨²nker y ah¨ª se cocin¨® un bogey. El hombret¨®n de Barrika ech¨® el resto atacando, como le gusta, y con birdies en el cuatro, el cinco y el siete volv¨ªa a la carga en busca de un imposible, recortar una distancia de siete golpes con el l¨ªder. Demasiado bocado. Ah¨ª adem¨¢s se fren¨® su progresi¨®n y en la segunda vuelta qued¨® en tablas con un bogey en el 15 y el birdie final del 18 que le dej¨® un gran sabor de boca. Rahm no hab¨ªa pasado hasta esta edici¨®n el corte en un US Open y en su primera ocasi¨®n ha bajado del par los cuatro d¨ªas (69, 70, 70 y 68), ha sumado 18 birdies y ha subido al podio. Un s¨ªntoma m¨¢s de un crecimiento imparable. Y el resultado de un peque?o par¨®n que le ha hecho recargar las pilas mentalmente despu¨¦s de tres a?os al l¨ªmite. "Estaba en la reserva, necestiaba un descanso y vivir la vida como un hombre de 24 a?os que soy", explic¨® Rahm.

Mucho m¨¢s lejos hay que buscar a?Sergio Garc¨ªa. El Ni?o sigue sin encontrarse por m¨¢s que pasara su primer corte en un grande despu¨¦s de siete fallados seguidos. Las dos primeras jornadas del Us Open dejaron ver una mejor versi¨®n del castellonense, o almenos algunos buenos destellos que maquillaban los malos golpes, pero superado el muro de jugar el fin de semana, el castellonense no ha visto la luz. Con tres arriba en el d¨ªa, acab¨® el torneo con +4 (+5 firm¨® el debutante Adri Arnaus, y +6 Rafa Cabrera Bello; la primera vez que cuatro espa?oles pasaban el corte en el Abierto de Estados Unidos), y otra vez esas malas sensaciones en el juego y en sus palabras. "La semana ha sido dura. Ha sido el Open m¨¢s sencillo que hemos tenido aqu¨ª, pero desafortunadamente estamos mal de juego y es lo que hay", admiti¨® Sergio Garc¨ªa. ?Y algo bueno en lo que edificar las siguientes semanas?, le preguntaron. "No, realmente no", zanj¨®. "Si no te gusta la respuesta, no preguntes", remat¨® al periodista. Garc¨ªa a flor de piel.

Tiger Woods no entiende de rendiciones. El Tigre ha sufrido demasiado como para andar lament¨¢ndose por un pu?ado de malos golpes. Y los hubo, bastantes, en el inicio de esta ¨²ltima jornada. Un putt fallado en el primer hoyo con el que empez¨® a negar con la cabeza, otro, sencillo, en el hoyo siguiente, m¨¢s otros dos patinazos en el quinto y en el sexto. Cuatro bogeys en seis hoyos hab¨ªan dejado tocado a Tiger, pero no hundido. En su peor momento, como solo hacen los campeones, y ¨¦l es uno de talla extra, resurgi¨® a lo grande con dos birdies en el siete y en el ocho. Y en la segunda vuelta, volvi¨® a asomar el vencedor del pasado Masters, el golfista que ha regresado del infierno de las lesiones y los problemas personales. Si en los seis primeros hoyos carg¨® con cuatro bogeys, en los seis ¨²ltimos los cambi¨® por cuatro birdies, el ¨²ltimo en el 18 para llevarse el aplauso de reconocimiento de Pebble Beach y cerrar su tarjeta con 69 golpes, su mejor ¨²ltima ronda en el US Open desde 2009, y el campeonato con -2. El marcador de grandes sigue en los 15 a los que lleg¨® en Augusta. Jack Nicklaus todav¨ªa respira. Pero Tiger se ha dado tiempo. Si el f¨ªsico le respeta, y ¨¦l pondr¨¢ todo lo posible de su parte, se ve jugando bastantes a?os m¨¢s. Eso son muchas oportunidades. La caza sigue.

Clasificaci¨®n final del US Open.

El mejor amateur supera a Nicklaus

Se llama Viktor Hovland. Amateur noruego, 21 a?os. Y puede decir que hizo mejor resultado que Tiger y que muchas otras figuras en un grande. Con una ¨²ltima vuelta de 67 golpes, y siempre la sonrisa en la cara, Hovland acab¨® el US Open con -4. El mejor amateur en este torneo, como ya lo fuera en el Masters de Augusta, y el amateur con el resultado (280 golpes) m¨¢s bajo en un US Open, superando un registro del mism¨ªsimo Nicklaus (sus 282 golpes de 1960). La mejor manera de cerrar su etapa como aficionado. Desde esta semana ya competir¨¢ como profesional, con debut en el circuito americano.