El rugby se blinda contra las lesiones
Se estudia prohibir los placajes por encima de la cintura y cambios para dinamizar el juego
Deporte pionero en el uso de la tecnolog¨ªa, el rugby afronta otro cambio radical en su juego que har¨ªa temblar a puristas de muchos deportes. Las normas cl¨¢sicas, pensadas para f¨ªsicos de otra ¨¦poca, han sido puestas en jaque por cuerpos cada vez m¨¢s atl¨¦ticos, que chocan a una velocidad mayor y que pasan m¨¢s tiempo de juego efectivo que sus antecesores. Ese riesgo, traducido en conmociones cerebrales, lesiones graves y varios fallecidos, ha llevado a World Rugby ¡ªla federaci¨®n internacional¡ª a castigar los placajes altos y facilitar un juego m¨¢s fluido. Entre las normas en estudio destaca la prohibici¨®n de placar por encima de la cintura.
World Rugby esgrime un diagn¨®stico s¨®lido. El placaje es responsable de la mitad de las lesiones en un partido de rugby y del 76% de las conmociones cerebrales. De ellas, el 72% las sufre el placador. El tiempo de juego efectivo ha aumentado hasta los 40 minutos ¡ªla mitad del partido¡ª y ello ha triplicado el n¨²mero de placajes desde 1987, fecha del primer Mundial. Los cambios en los ¨²ltimos a?os han castigado con dureza los derribos m¨¢s imprudentes; como consecuencia, las lesiones no han aumentado y las conmociones han descendido. Aun as¨ª, sus dirigentes consideran que se puede hacer m¨¢s. El presidente del ente mundial, Bill Beaumont, insiste en el compromiso para que el rugby sea ¡°lo m¨¢s simple y seguro posible¡±.
El razonamiento de prohibir el placaje por encima de la cadera, una limitaci¨®n dr¨¢stica, est¨¢ en reducir el riesgo de lesiones en la cabeza, para placador y placado. World Rugby no ha explicitado d¨®nde se llevar¨¢n a cabo estos ensayos, pero sugiere que ser¨¢ en las categor¨ªas amateur de Francia, que ha visto morir a tres jugadores en la ¨²ltima temporada y acoger¨¢ el Mundial de 2023. La aplicaci¨®n no afectar¨¢ al que se disputar¨¢ a partir de septiembre en Jap¨®n. Adem¨¢s de la salud de los jugadores, John Jeffrey, responsable de la normativa, no esconde una segunda intenci¨®n al destacar ¡°los beneficios de mejorar el espect¨¢culo para jugadores, ¨¢rbitros y aficionados¡±. En Inglaterra 2015, la ilustre lista de lesionados merm¨® a varios contendientes.
Se estudian m¨¢s cambios. Se premiar¨¢ el juego indirecto ¡ªmenos contacto¡ª del pateador; adem¨¢s, cuando un jugador sea volteado sobre la l¨ªnea que marca el ensayo, el equipo defensor ser¨¢ premiado y recuperar¨¢ el bal¨®n en lugar de que el atacante lo ponga en juego a trav¨¦s de una mel¨¦, como ocurre ahora. El objetivo de ambas normas es reducir las percusiones constantes contra el muro defensivo e incentivar un estilo m¨¢s din¨¢mico. La teor¨ªa dice que impulsa el rugby total de los All Blacks y dificulta el engranaje de desgaste de delanteras poderosas como la irlandesa o sudafricana, que gustan de debilitar al rival a fuego lento.
La normativa tambi¨¦n plantea castigar con m¨¢s dureza las infracciones. Durante los 10 minutos en que un jugador es castigado en el banquillo cuando ve una tarjeta amarilla, los colegiados podr¨¢n revisar la acci¨®n y elevar la sanci¨®n a tarjeta roja. Adem¨¢s, se fijar¨¢ un n¨²mero de golpes de castigo a partir del cual el equipo infractor ver¨ªa una tarjeta amarilla. Ese castigo a las infracciones reiteradas incentivar¨ªa que los defensores arriesguen menos para recuperar el bal¨®n. Fomenta un estilo pl¨¢stico, quiz¨¢s m¨¢s al gusto del consumidor m¨¢s joven, frente al esforzado rugby de trincheras y su ¨¦pica del desgaste. Y es que en un 40-38 hay m¨¢s highlights que en un 8-7, que puede ser una gozada para el purista. El argumento de la salud es irrebatible, pero no es el ¨²nico. M¨¢s puntos. M¨¢s espect¨¢culo. M¨¢s audiencias.
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