Medvedev, un chico malo con cara de ni?o bueno
El ruso, el tenista que m¨¢s victorias (47) suma este curso, combina un porvenir brillante con varios episodios desagradables: fue sancionado por un comentario racista y lanz¨® monedas a un ¨¢rbitro
Durante la noche de Nueva York, los demonios deciden darse una vuelta por Flushing Meadows. Se asoman primero a la central, donde Novak Djokovic est¨¢ caliente y estalla cuando un par de aficionados burlones vociferan mientras disputa un punto. ¡°Shut the fuck uuuuuup! (?Callaos la p¡ boca!), expulsa el n¨²mero uno antes de batir a Denis Kudla (6-3, 6-4 y 6-2) sin resentirse de su dolencia en el hombro izquierdo que le hizo temer lo peor en la ronda previa y citarse as¨ª con su amigo Stan Wawrinka.
Durante el calentamiento previo en las pistas exteriores, Nole se ha encarado con un aficionado que le pincha una y otra vez, insinuando que finge y que el serbio no sufre lesi¨®n alguna. ¡°Te voy a encontrar, cr¨¦eme, te voy a encontrar¡¡±, le dice al sujeto, resguardado detr¨¢s de una valla protectora.
De la Arthur Ashe, los diablillos deciden trasladarse a la pista Louis Armstrong, donde Daniil Medvedev, un joven ruso con cara de ni?o bueno y raya a un lado, enciende a la grada durante el partido contra Feliciano L¨®pez. Primero desprecia a un recogepelotas, tirando la toalla de mala manera cuando se la entrega el chico, y despu¨¦s dedica una peineta a los aficionados, posicionados claramente a favor de su rival. Luego abrocha la victoria (7-6, 4-6, 7-6 y 6-4) y obtiene el pase a los octavos, aunque antes dedica un mensaje retador a los asistentes, que le han abucheado toda la noche.
¡°Gracias, porque vuestra energ¨ªa me ha dado la victoria. De no ser por vosotros no hubiera ganado, porque estaba muy cansado. Quiero que lo sep¨¢is: cuando os vay¨¢is a dormir, pensad que he ganado gracias a vosotros. Cuanto m¨¢s hag¨¢is esto, m¨¢s tiempo m¨¢s ganar¨¦¡±.
Cincinnati y el n¨²mero cinco
Es Medvedev, un tenista de 23 a?os con un porvenir estupendo, que este verano triunf¨® en el Masters 1000 de Cincinnati y compite estos d¨ªas como n¨²mero cinco del mundo. De tenis heterodoxo, en cuanto a su particular manera de golpear la pelota, va haci¨¦ndose un hueco en las cotas altas del circuito ¨C¡°s¨¦ que puedo ganarle a cualquiera¡±¨C y este a?o ha batido dos veces a Djokovic. Suma cinco t¨ªtulos de la ATP (Sydney, Winston Salem, Sof¨ªa y el citado de Cincinnati) y ha eclipsado este verano a otros integrantes de la nueva generaci¨®n que no terminan de dar el paso al frente. Es, de hecho, el jugador que m¨¢s victorias (47) acumula esta temporada, por delante de Rafael Nadal (43).
Es Medvedev, la irrupci¨®n de rostro shakespeariano que despista y enga?a, porque su corta carrera ya est¨¢ manchada de feas sombras. A este ¨²ltimo episodio en Nueva York hay que a?adirle varios cap¨ªtulos que dejan mucho que desear. En 2016, cuando era el 250 de la ATP, fue expulsado de un challenger estadounidense por cuestionar la imparcialidad de la ¨¢rbitra al sugerir que esta beneficiaba a su rival, Donald Young, por el mero hecho de ser tambi¨¦n negra. ¡°S¨¦ que sois amigos, lo s¨¦, estoy seguro¡¡±. Un a?o despu¨¦s recibi¨® una multa de 13.000 euros en Wimbledon por lanzar monedas al juez de silla tras perder contra Ruben Bemelmans.
De los brillos a la bronca
El curso pasado mont¨® bronca durante un partido con Stefanos Tsitsipas en Miami ¨C¡°?m¨ªrame a los ojos, vamos, m¨ªrame! ?Eres un ni?o peque?o que no sabe pelear!¡±¨C y esta temporada tuvo que pagar 5.000 euros por los constantes raquetazos a la hierba del All England Tennis Club y negarse a darle la mano al ¨¢rbitro despu¨¦s de caer contra David Goffin. No ha superado, de momento, la barrera de los octavos en un Grand Slam, pero Medvedev (de 1,98) ya ha destapado las dos caras: la promesa y el bad boy.
¡°Fue duro, el calor del momento¡¡±, intentaba maquillar ante los periodistas, aunque sin recular pese a que se avecinaba un castigo econ¨®mico que se confirm¨® el d¨ªa despu¨¦s: otros 8.000 euros. ¡°Empec¨¦ a perder impulso, as¨ª que fue dif¨ªcil. Realmente no lo recuerdo... La grada estaba el¨¦ctrica y hab¨ªa mala energ¨ªa, y yo deb¨ªa convertirla en positiva¡±, continuaba. ¡°He hablado con Feliciano en la red y con su entrenador en el vestuario para decirles que no tiene nada que ver con ellos, y lo entienden¡±.
Cuestionado sobre el ambiente que espera encontrar ante el alem¨¢n Dominik Koepfer, sorprendente octavofinalista: ¡°No lo s¨¦. Yo hago mi trabajo y espera seguir mejorando¡±.
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