Nadal y And¨²jar, de la mano a los octavos

El poderoso zumbido de los aviones obliga a retorcer el cuello hacia arriba. Desfilan varias veces sobre la pista central mientras Rafael Nadal va reduciendo al impetuoso Hyeon Chung, el rel¨¢mpago surcoreano que juega con gafas (tiene 20 dioptr¨ªas) y hace un par de a?os fundi¨® a Novak Djokovic en Melbourne. De alguna manera, Nadal y Chung tambi¨¦n son aviones. El movimiento de piernas de los dos impresiona a la grada neoyorquina, m¨¢s progresivo el del primero y m¨¢s el¨¦ctrico el del tenista asi¨¢tico, que siempre supone un incordio, aunque termina rindi¨¦ndose porque no encuentra la forma de hincarle el diente al n¨²mero dos por ninguna parte: 6-3, 6-4 y 6-2, en 1h 58m.

M¨¢s informaci¨®n

Un chico malo con cara de ni?o bueno

¡°?Callaos la boca! ?Te voy a encontrar!¡±

Ya est¨¢ Nadal en los octavos, donde asistir¨¢ (Isner o Cilic) sin la m¨¢s m¨ªnima magulladura, limpio e inmaculado despu¨¦s de completar una fase de despegue de lo m¨¢s propicia: adquiri¨® ritmo ante Millman el primer d¨ªa, disfrut¨® de una segunda ronda de asueto por la incomparecencia de Kokkinakis y contra Chung cerr¨® un perfecto ejercicio de rodaje, la puesta a punto id¨®nea para abordar la fase caliente del torneo con garant¨ªas y sin sustos, algo de lo que no pueden hablar Roger Federer ni Novak Djokovic, los dos t¨®tems con los que compite encarnizadamente por comandar la historia.

Ambos padecen: a uno le persigue todav¨ªa la sombra londinense de julio, y al otro le irrita el hombro izquierdo. Mientras tanto, Nadal simplemente juega y disfruta, sin contratiempos significativos en la mente ni en el chasis, sino todo lo contrario. La sensaci¨®n de que est¨¢ fuerte crece y su candidatura al t¨ªtulo cotiza al alza, a la espera de saber c¨®mo responder¨¢n de aqu¨ª en adelante los otros dos gigantes. Se divierte Nadal, que ante Chung luci¨® con el primer servicio (solo cedi¨® cuatro, 32/36) y fue acelerando la erosi¨®n ¨Cbreaks para 4-2, 3-2 y 2-1 en los tres respectivos parciales, aderezado el ¨²ltimo con otra rotura m¨¢s¨C para rubricar su victoria 60 en Nueva York.

¡°Eran tres d¨ªas sin jugar ning¨²n set, as¨ª que es una situaci¨®n poco frecuente en un torneo, pero viendo el resultado no se puede decir que me haya afectado negativamente¡±, observ¨® el de Manacor, risue?o estos d¨ªas. ¡°Puedo jugar mejor y tengo que jugar mejor, pero el de hoy [por ayer] es un muy buen resultado. Hay momentos en los que hay que apretar y espero estar al cien por cien¡±, se exigi¨®.

La secuencia asi¨¢tica y el adi¨®s a las sombras

Tres veces se ha coronado en Flushing Meadows (2010, 2013, y 2017), donde el ¨²ltimo triunfo revela una curiosidad: de los 21 pulsos que ha disputado a lo largo de su carrera contra tenistas procedentes de Asia Oriental ha ganado todos excepto dos; solo Kei Nishikori, en Montreal (2015) y los Juegos de R¨ªo (2016), ha sido capaz de tumbarle. El porcentaje de eficacia se dispara hasta el 91,3% y el listado de castigos recoge a Jimmy Wang (2005), Hyung-Taik Lee (dos veces en 2006), Karan Rastogi (2007), Karan Rastogi (2011), Chung (dos en 2017 y esta ¨²ltima), Taro Daniel (2017), Yuichi Sugita (2019) y Nishikori (2010, 2012, 2013, 2014 (2), 2016 (2), 2018 y una esta temporada).

Junto a ¨¦l progres¨® el conquense Pablo And¨²jar, agradable novedad en los octavos. El espa?ol, de 33 a?os, venci¨® a Alexander Bublik por 6-4, 6-3 y 6-2 (en 1h 59m), y se medir¨¢ al franc¨¦s Gael Monfils (6-7, 7-6, 6-4, 6-7 y 6-3 a Denis Shapovalov). Actualmente es el n¨²mero 70 del ranking, pero And¨²jar viene de dejar atr¨¢s un recorrido muy sombr¨ªo durante los dos ¨²ltimos a?os debido a una seria lesi¨®n en el codo derecho que le oblig¨® a pasar tres veces por el quir¨®fano. No ganaba un partido de un Grand Slam desde 2015 y ahora est¨¢ dibujando su mejor trazado.