Serena Williams, ?a la cuarta ir¨¢ la vencida?

Se le plantea a Serena Williams qu¨¦ hubiera respondido en 1999, cuando logr¨® el primero de sus seis t¨ªtulos en Nueva York e inici¨® su colecci¨®n de 20 grandes, si entonces alguien le hubiera dicho que iba a regresar a Flushing Meadows dos d¨¦cadas despu¨¦s para disputar su d¨¦cima final en el torneo. ¡°Definitivamente no lo hubiera cre¨ªdo. A los 17 a?os estaba segura de que me retirar¨ªa a los 28 o los 29, viviendo mi vida, as¨ª que hubiera pensado que era una broma¡±, dice la estadounidense, que entonces bati¨® a Martina Hingis y ahora acaba de vencer a Elina Svitolina (6-3 y 6-1, en 1h 10m) para situarse otra vez ante el desaf¨ªo de los desaf¨ªos: si derrota a Bianca Andreescu el s¨¢bado (22.00, Eurosport), lograr¨¢ el obsesivo prop¨®sito de alcanzar el r¨¦cord de 24 majors de Margaret Court.

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¡°Aunque ya lo hubiera conseguido, seguir¨ªa jugando¡±, asegura la norteamericana, a la que el presente le vuelve a abrir la puerta dorada despu¨¦s de haber perdido tres finales de Grand Slam desde que regresase al circuito tras su maternidad, en marzo del a?o pasado. ¡°He tenido varias oportunidades de lograrlo y de haber ganado m¨¢s, pero est¨¢ bien, porque he podido enfrentarme a jugadoras de cinco eras diferentes. Si analizas a mis rivales, es incre¨ªble que haya podido ganar tantos trofeos¡±, contin¨²a en ese discurso con pliegues que apunta a la realidad, y a la vez esconde el trasfondo altanero propio de no pocos campeones de la historia del deporte.

Vuelve Serena al mismo punto de hace un a?o, cuando protagoniz¨® una escena bochornosa y emborron¨® el primer encumbramiento de Naomi Osaka. Regresa despu¨¦s de muchas curvas, muchas dudas y mucho trabajo, porque su f¨ªsico le obliga a medir milim¨¦tricamente cada esfuerzo invertido. Este curso ha limitado la cuota a 32 partidos, a solo ocho torneos que no han evitado el castigo de las lesiones, aunque en Nueva York, hasta ahora, le han respetado. Se le ve a Williams como hace tiempo que no se le ve¨ªa, con una movilidad de piernas notable y energ¨ªas renovadas, enfocad¨ªsima en conseguir lo que le negaron en poco m¨¢s de un a?o Angelique Kerber (Wimbledon), Osaka (Australia) y Simona Halep (Wimbledon).

No obstante, fluye en el ambiente h¨²medo de Flushing Meadows la inc¨®gnita: ?C¨®mo manejar¨¢ la tensi¨®n de la final contra la joven Andreescu? ¡°En las finales as¨ª hay muchas emociones, y esto trae consigo subidas y bajadas, nervios y expectativas¡±, expone en la sala de conferencias, sabiendo que si gana, adem¨¢s, adelantar¨¢ a su compatriota Chris Evert en el historial del grande neoyorquino; ¡°siento que para este torneo estoy m¨¢s preparada. En Melbourne me ocurri¨® lo de la torcedura [en el tobillo izquierdo] y luego no deber¨ªa haber jugado Roland Garros [perdi¨® contra Diatchenko, la 83 del mundo]. Creo que ahora he tenido m¨¢s tiempo para entrenarme. Ha sido un a?o duro con las lesiones, de mucha mala suerte. Solo necesitaba librarme de ellas¡±.

La tensi¨®n de jugar en casa

A excepci¨®n del d¨ªa de su estreno, cuando Cat McNally (121) le birl¨® un set, Serena ha ido dibujando una curva ascendente d¨ªa a d¨ªa ¨CMuchova (9), Martic (44), Qiang (18) y Svitolina (5) en direcci¨®n al s¨¢bado¨C y parece llegar a punto a la gran cita. En las tres previas fue v¨ªctima de su propia sobreexcitaci¨®n y ahora deber¨¢ lidiar con la presi¨®n a?adida que supone poder cerrar el c¨ªrculo del 24 delante su p¨²blico. Al otro lado de la red estar¨¢ Andreescu, tenista de agallas y car¨¢cter, de 19 a?os (19 menos que Williams) y que hace un mes tuvo que consolar a la legendaria estadounidense en el asfalto de Montreal, cuando esta se retir¨® en la final por unas molestias en la espalda.

La canadiense (7-6 y 7-5 a Belinda Bencic) es la primera jugadora de su pa¨ªs que aspira al t¨ªtulo desde la fugaz Eugenie Bouchard, en Wimbledon 2014, y tambi¨¦n la primera que en su primera intervenci¨®n en el torneo llega tan lejos desde que lo hiciera Venus Williams en 1997. En los tres Grand Slams previos que disput¨® no super¨® la segunda ronda, y en enero era la 152 del mundo. Este curso hab¨ªa emitido se?ales con los triunfos en Indian Wells y Montreal, y ahora, como casi todas las dem¨¢s integrantes de la nueva hornada, encara a la que hace poco era su gran referencia con un balance anual de 44 victorias y cuatro derrotas. Andreescu, el ¨²ltimo escollo para la leyenda.