Lodi: ¡°Al principio, Simeone me asustaba¡±

¡°?Lodi, los entrenamientos son como los partidos, hay que estar concentrados desde el primer minuto hasta el final!¡±. La voz de Diego Pablo Simeone estalla en un grito al que le sigue un silencio cortante que inunda las instalaciones del Cerro del Espino. La seria advertencia del entrenador argentino va dirigida a Renan Lodi (Serrana, Brasil, 21 a?os), que andaba despistado al comienzo de uno de esos partidillos en espacios reducidos que monta el cuerpo t¨¦cnico del Atl¨¦tico de Madrid. Lodi calla y se mete en faena. No es la primera bronca que recib¨ªa por parte del entrenador. Ni tampoco es la ¨²ltima.

¡°Al principio, Simeone me asustaba, pero es su car¨¢cter. Es bueno para aprender a escucharle y saber lo que quiere. Despu¨¦s de dos meses ya estoy m¨¢s tranquilo cuando grita¡±, relata entre risas el jugador escogido para ocupar el vac¨ªo dejado por Filipe Luis en el lateral izquierdo del Atl¨¦tico. ¡°Antes de venir al Atl¨¦tico [procedente del Atl¨¦tico Paranaense] convers¨¦ con Filipe y me advirti¨® de que muchos d¨ªas iba a pensar que el Cholo est¨¢ enfadado conmigo, pero que ¨¦l es as¨ª y que tuviera paciencia¡±, prosigue mientras observa desde las gradas del Cerro del Espino c¨®mo los operarios arreglan la hierba.

Lodi luce un ch¨¢ndal negro, un corte de pelo que disimula un cabello ensortijado y una espinilla junto a su nariz delata su juventud. El defensa pertenece a la tradicional y alegre escuela brasile?a de laterales. ¡°En Brasil tenemos una f¨¢brica de laterales, Roberto Carlos, Alves, Marcelo, Filipe, Alex Sandro¡­¡±, enumera. ¡°A m¨ª me reconvirti¨® a lateral un entrenador del Atl¨¦tico Paranaense a los 13 a?os. Antes era atacante y al principio no me gustaba la posici¨®n¡±. El cartel de lateral ofensivo le ha puesto bajo la lupa desde su llegada al Atl¨¦tico, que pag¨® este verano 20 millones de euros por su traspaso. Las dudas sobre su fiabilidad en un equipo que se arma desde su solidez defensiva persiguen a Lodi desde el primer d¨ªa. Simeone y sus ayudantes, Germ¨¢n Burgos y Nelson Vivas, inciden casi a diario en la necesidad de que Lodi se ajuste a la exigencia defensiva del equipo. ¡°Muchas personas dicen: ¡®Renan es muy bueno ofensivamente, sabe tambi¨¦n defender, pero poco, no tanto¡¯. Yo pienso que soy un lateral equilibrado ofensiva y defensivamente. El m¨ªster ha hablado mucho conmigo para que evolucione en la parte defensiva. Yo tambi¨¦n creo que debo evolucionar, pero en dos meses no se va a dar esa evoluci¨®n. Hay que tener un tiempo¡±, se defiende. ¡°En el Atl¨¦tico Paranaense, los medios de banda jugaban por dentro. Era parecido a lo que pasa aqu¨ª con Sa¨²l o con Koke cuando juegan de volantes, abren todo el corredor para los laterales. Cuando vi eso en los primeros entrenamientos me ayud¨® mucho porque ya conoc¨ªa esa manera de jugar. Lo que m¨¢s me ha sorprendido del f¨²tbol espa?ol es el nivel t¨¦cnico que hay y que t¨¢cticamente los equipos juegan muy juntos, en pocos metros. En Brasil hay m¨¢s espacios para correr¡±.

El apoyo de Diego Costa

Durante estos dos meses en el Atl¨¦tico, Diego Costa tambi¨¦n le ha dedicado a Lodi varias conversaciones para ayudarle a integrarse al juego del equipo y al vestuario. ¡°Es una buena persona. Al principio fue duro conmigo, pero ahora puedo decir que es mi amigo. Me ve¨ªa que estaba pensando en la familia, en Brasil, y me dec¨ªa: ¡®Vamos, vamos, ahora est¨¢s aqu¨ª. Ellos ya vendr¨¢n¡¯. Es normal tener morri?a de la familia, soy un chico joven de 21 a?os, mi novia est¨¢ aqu¨ª conmigo y tambi¨¦n echa de menos a los suyos. Diego me dec¨ªa esas cosas para incentivarme. Es algo que marca diferencias y que se agradece cuando llegas nuevo. La adaptaci¨®n est¨¢ siendo buena¡±.

Los lazos familiares m¨¢s estrechos de Lodi son los de sus abuelos. Creci¨® en una familia desestructurada. ¡°Mi madre me abandon¨®, la relaci¨®n con mi padre no fue buena, y me criaron mis abuelos. Van a venir pronto a conocer Madrid. El f¨²tbol me ha dado la oportunidad de poder ayudarles desde que me mud¨¦ a Curitiba para jugar en el Atl¨¦tico Paranaense. Ese club lo llevo en mi coraz¨®n. Me dio una casa, luego un coche y una estabilidad que necesitaba. Ahora ya soy un hombre¡±.