Lenglet hace la vida m¨¢s f¨¢cil al Bar?a
En el campo, el central franc¨¦s se desempe?a con la m¨¢xima responsabilidad y con las m¨ªnimas distracciones posibles
S¨®lo una cat¨¢strofe b¨ªblica impedir¨¢ el s¨¦ptimo t¨ªtulo del Bar?a en las ¨²ltimas 10 ediciones de la Liga, registro que obliga a pensar en el enorme m¨¦rito del equipo y del club. Est¨¢ Messi, desde luego, y est¨¢ desde hace tanto tiempo que sirve como coartada para justificar este periodo hegem¨®nico. Pero a Messi siempre le acompa?an bien. Disfrut¨® de Ronaldinho y Eto¡¯o en su primera ¨¦poca, de Iniesta y Xavi en la segunda y ahora de Ter Stegen, Rakitic, Jordi Alba. De Piqu¨¦ y Busquets ha disfrutado casi siempre. Bajo el paraguas de Messi, van y vienen jugadores, algunos de estatura m¨ªtica, en un delicado y eficaz proceso de renovaci¨®n, representado esta temporada por Clement Lenglet. Lleg¨® sin ruido al Bar?a y en silencio se ha convertido en el perfecto socio de Piqu¨¦.
La importancia de Lenglet se evidenci¨® de nuevo el s¨¢bado, en el decisivo Bar?a-Atl¨¦tico de Madrid. Nadie se acordar¨¢ de una jugada que estuvo a punto de cambiar el destino del encuentro. El Atl¨¦tico, que no hab¨ªa alcanzado el ¨¢rea del Bar?a desde la expulsi¨®n de Costa, esper¨® su momento estad¨ªstico: es casi imposible salir de un partido sin una ocasi¨®n de gol. As¨ª fue. Poco antes del primer gol de Bar?a, Morata acudi¨® como un rayo al primer palo para rematar y dejar la pelota en la red. Era un precioso taconazo de gol. De repente apareci¨® Lenglet desde atr¨¢s para interceptar el remate, evitar el gol y a?adir m¨¢s noticias de su fenomenal instinto defensivo.
Han sido habituales este tipo de intervenciones de Lenglet, un central inteligente y fiable. Su recorrido en el f¨²tbol se aproxima mucho a estas virtudes. El Sevilla le fich¨® en enero de 2017 por cuatro millones de euros. Proced¨ªa del Nancy. Era m¨¢s un proyecto que una garant¨ªa de impacto inmediato. Jug¨® pronto y no desaprovech¨® la oportunidad. Se gan¨® la titularidad y no la perdi¨®. En la siguiente temporada, se consolid¨® de tal manera que el Bar?a pag¨® la cl¨¢usula de rescisi¨®n: 34 millones de euros, un precio razonable para ubicarle como suplente de Umtiti en la plantilla. Nadie ped¨ªa m¨¢s de ¨¦l, pero si el Bar?a jugara ma?ana la final de la Copa de Europa, el titular ser¨ªa Lenglet. Donde va, se impone.
A primera vista, Lenglet no es el m¨¢s atl¨¦tico, flexible y r¨¢pido central del mundo. Aunque pertenece a la excepcional generaci¨®n actual de centrales franceses, destacables adem¨¢s por la escasa producci¨®n en Italia, Alemania y Espa?a, Lenglet est¨¢ en las ant¨ªpodas de los exuberantes Varane, Umtiti y compa?¨ªa. Tampoco tiene mucho que ver con Laporte, un central agresivo y emocional. Lenglet juega como dicen que es su car¨¢cter: discreto, responsable, minucioso y solidario.
Berizzo se sorprend¨ªa en el Sevilla cuando Lenglet le ped¨ªa revisar su actuaci¨®n en v¨ªdeo despu¨¦s de cada partido. Los futbolistas no son muy proclives al contraste de opiniones con el t¨¦cnico. Lenglet necesitaba ese proceso cotidiano para mejorar como futbolista. El resultado de sus progresos ha sido extraordinario, por lo que resuelve individualmente y por el efecto que consigue con Piqu¨¦. Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa en el f¨²tbol una pareja de centrales m¨¢s natural y equilibrada.
En el campo, Lenglet se desempe?a con la m¨¢xima responsabilidad y con las m¨ªnimas distracciones posibles. Y con una inteligencia que le permite sacar ventaja en situaciones adversas. Pocos defensas saben utilizar el cuerpo, especialmente el tronco, con m¨¢s sutileza y eficacia para vencer en las fricciones, sin ning¨²n ruido y sin dejar rastro. Con la pelota, es sencillo y eficaz: rara vez pierde un pase, asignatura capital en este Bar?a que siempre plantea una paradoja. Depende de Messi, pero el Bar?a siempre le encuentra la compa?¨ªa adecuada. Un ejemplo: Lenglet.
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