De Colo destroza al Baskonia
El Fenerbah?e gana su primer partido con 39 puntos del franc¨¦s, que se queda a dos de la m¨¢xima anotaci¨®n personal en un partido de la Euroliga
De Colo destroz¨® al Baskonia, le hizo pedazos. En un partido igualado, el franc¨¦s marc¨® las diferencias, y fueron abismales entre ¨¦l y cualquier otro jugador en cancha. Anot¨® 39 puntos, se qued¨® a dos del r¨¦cord absoluto de la Euroliga. Cogi¨® tres rebotes, dio tres asistencias y recibi¨® nueve faltas, porque no hab¨ªa manera de pararle con el reglamento en la mano. El equipo de Vitoria realiz¨® un partido que podr¨ªa haber tenido otro resultado sin De Colo en la pista.
Obradovic es como un sem¨¢foro. Cuando se pone amarillo es que la cosa no pinta demasiado bien; cuando se pone rojo y entra en ebullici¨®n es que las cosas no van bien en absoluto. Nadie se ha atrevido hasta a hora a esperar a ver si se pone verde. El entrenador del Fenerbahce, se?or de los anillos en la Euroliga, llevaba dos partidos siempre en rojo. El equipo turco es uno de los m¨¢s poderosos de la competici¨®n, con m¨¢s de 30 millones de euros de presupuesto y a pesar de ser l¨ªder invicto en su liga, llegaba a la cita contra el Baskonia con dos derrotas en las dos primeras jornadas, y en la segunda, con menos de 60 puntos a cargo de una plantilla repleta de francotiradores.
Con esos antecedentes, al equipo vitoriano le tocaba tratar de evitar convertirse en el pagano de una situaci¨®n poco habitual para un equipo que apunta a la Final Four. Y durante muchos minutos, Obradovic se ti?¨® de rojo, porque el Fenerbahce no arrancaba. Le cost¨® agarrarse al partido al conjunto turco. Los de Perasovic parec¨ªan m¨¢s entonados, pero s¨®lo lo parec¨ªan en la primera parte, mientras Shengelia mantuvo el tono y Henry manej¨® el partido. Hasta que sali¨® De Colo.
No se podr¨¢ saber si se trataba de una maniobra diab¨®lica de Obradovic, o de un ensayo cient¨ªfico del t¨¦cnico del equipo turco. No cont¨® con el franc¨¦s durante los minutos iniciales y el Fenerbahce naveg¨® a la deriva. Cuando apareci¨® en el partido cambi¨® el panorama. Otra vez lo volvi¨® a sentar y de nuevo se convirti¨® su equipo en un grupo vulgar, en una procesi¨®n de la Santa Compa?a por un bosque de brazos y piernas baskonistas. Cada vez que desaparec¨ªa el base franc¨¦s en las profundidades del surtido fondo de armario gualdinegro, se desarmaba su equipo. En cuanto regresaba, renac¨ªa el Fenerbahce y se desinflaba el Baskonia, incapaz de pararle, con Vildoza tocado y Henry haciendo casi todo el trabajo. De Colo se march¨® al descanso con 22 puntos y una brutal influencia moral en el partido. Su triple para cerrar el primer acto (39-36), fue la guinda a una actuaci¨®n soberbia.
Obradovic jug¨® igual en la segunda parte con los baskonistas. De Colo sigui¨® siendo la piedra angular del juego del Fenerbahce. S¨®lo daba respiro cuando descansaba en el banquillo, cada vez menos. Adem¨¢s, en el segundo parcial, su equipo encontr¨® a un Sloukas m¨¢s entonado, una ayuda de primer nivel. El Baskonia resist¨ªa pese al vendaval franc¨¦s. Las ventajas nunca fueron amplias en un partido en el que los vitorianos fueron tenaces y no dieron ninguna facilidad m¨¢s all¨¢ de las que se tom¨® De Colo por su cuenta. El ¨²ltimo cuarto comenz¨® con ventaja turca (63-58), pero el equipo vasco se puso a un punto y con posibilidades de ponerse por delante, pero Garino no eligi¨® bien su tiro y dio alas al Fenerbahce, que cogi¨® ventaja en el momento crucial del partido. Se volvi¨® a acercar el equipo vitoriano, que hac¨ªa la goma a ratos, pero otra gran racha de Nando De Colo, la pesadilla recurrente para Perasovic, que no encontr¨® f¨®rmulas para detenerlo, acab¨® con las ¨²ltimas resistencias del Baskonia. El rostro de Obradovic dej¨® de estar en rojo, y con la conducci¨®n de De Colo, el sem¨¢foro se pone en verde para el Fenerbahce.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.