La energ¨ªa del Alav¨¦s abruma al Celta
La fortaleza del conjunto de Garitano supera al ortodoxo equipo de Escrib¨¢ que no saca partido a la calidad de su plantilla
Lluvia y fr¨ªo, gol tras un saque de esquina que aclara el panorama, intensidad m¨¢xima. Condiciones y acciones recurrentes que se repiten en bucle en Mendizorroza, convertidas en fortaleza para el Alav¨¦s que debilit¨® al ortodoxo Celta, a cuya excelente n¨®mina de jugadores no est¨¢ sacando rendimiento Fran Escrib¨¢. A ratos jug¨® bien el Celta, si por ello se entiende el tener m¨¢s posesi¨®n y acumular pases y llegadas con cierto criterio. Y compiti¨® mejor el Alav¨¦s, en¨¦rgico y combativo, b¨¢sico y poco sutil, con sus se?as de identidad de siempre, al abrigo de su afici¨®n. La intensidad vitoriana super¨® al plan celeste y su inentendible falta de gol. Problemas para Escrib¨¢, con el Celta en la frontera de los puestos de descenso, igualado a puntos con el Betis. ¡°Tenemos equipo para m¨¢s pero no lo estamos demostrando¡±, confirmaba Iago Aspas al final del partido.
Las intenciones del Alav¨¦s quedaron expuestas desde el primer segundo. Saque de centro y pelotazo en direcci¨®n a Joselu. A los tres minutos, primer aviso vitoriano tras un cabezazo de Joselu a centro de Lucas P¨¦rez desde la esquina izquierda. Alav¨¦s en estado puro.
Las cartas del conjunto de Garitano, mostradas desde el inicio. Las del Celta tardaron diez minutos en revelarse. Un robo en campo contrario de Rafinha, un pase profundo a Iago Aspas, asistencia del capit¨¢n celeste para Santi Mina, que resolvi¨® el vigu¨¦s con un pase a la red. Pero el gol fue invalidado por fuera de juego, concedido por el VAR, y finalmente anulado tras comprobarse que Iago Aspas, en posici¨®n adelantada, hab¨ªa tocado el esf¨¦rico en direcci¨®n a Mina y no Duarte, el defensor vitoriano, como pareci¨® en primera instancia.
Con demasiadas faltas e interrupciones, cometidas con frecuencia por el Alav¨¦s, con Iago Aspas como principal receptor de castigos, el pretendido ritmo alto de ambos conjuntos quedaba abortado. La paciencia del colegiado con los jugadores dur¨® media hora. A partir de ah¨ª comenz¨® a amonestar.
Al Alav¨¦s, con un centro del campo de pico y pala con Manu Garc¨ªa y Wakaso en la direcci¨®n, le costaba organizar un ataque limpio y encontrar a sus puntas. Todo lo contario que el Celta, con m¨¢s argumentos con el esf¨¦rico, capaz de desplegarse en corto y al espacio, por dentro y por fuera, con Rafinha, Denis Su¨¢rez y Iago Aspas como protagonistas. En una nueva transici¨®n r¨¢pida celeste, Santi Mina dej¨® solo a Iago Aspas frente a Pacheco, pero el de Moa?a se durmi¨® en la finalizaci¨®n.
La contestaci¨®n del Alav¨¦s fue mucho m¨¢s clara, aunque malograda. Luis Rioja percuti¨® por el costado izquierdo hasta la l¨ªnea de fondo y su pase horizontal, tenso y potente, salv¨® a Rub¨¦n Blanco y encontr¨® a Joselu que, con la porter¨ªa vac¨ªa y a tres metros de la l¨ªnea de gol, env¨ªo el esf¨¦rico al larguero. Posteriormente, tras un saque de esquina, Rafinha fue castigado con un penalti por una mano inexistente que el VAR se encarg¨® de aclarar.
En el arranque de la segunda mitad, el Alav¨¦s potenci¨® su ideal. Avis¨® con un saque de banda muy british convertido en una especie de c¨®rner que Joselu remat¨® al travesa?o. Poco despu¨¦s, a bal¨®n parado y desde la esquina, Lisandro Magall¨¢n, cabeceaba con potencia hacia la red de Rub¨¦n Blanco. El primer gol como alavesista y en LaLiga del central argentino que aprovech¨® la titularidad en ausencia de Ely. Joselu pudo poner tierra de por medio pero su disparo se march¨® desviado.
La reacci¨®n del Celta fue tibia y discontinua, superado por el ardor de los de Garitano que sentenciaron el partido con un gol de Lucas P¨¦rez, deportivista y coru?¨¦s para m¨¢s inri.
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