Boca y River cierran la primera semifinal de la Copa Libertadores

Algo grande ocurrir¨¢ este martes por la noche en la Bombonera, cuando el supercl¨¢sico argentino cierre su cruce por las semifinales de la Copa Libertadores: el poster del equipo que se lleve la serie pasar¨¢ a decorar las habitaciones de miles de chicos y chicas del pa¨ªs.

En el paso previo a la final continental del s¨¢bado 23 de noviembre en Santiago ¡ªaunque la Conmebol sigue de cerca la grave crisis pol¨ªtica y social de Chile¡ª, River llega a la revancha con la ventaja de haber ganado 2-0 la ida en el Monumental, mientras Boca cuenta con ser local para revertir la desventaja y empezar a cicatrizar la herida todav¨ªa abierta de la derrota que sufri¨® contra su cl¨¢sico rival en la final del a?o pasado, en Madrid. El otro finalista ser¨¢ brasile?o y se conocer¨¢ el mi¨¦rcoles, cuando Flamengo y Gremio desempaten en R¨ªo de Janeiro el 1-1 que trabaron en la ida en Porto Alegre.

La mitolog¨ªa de un partido ancestral, con m¨¢s de 100 a?os de historia, espera con los brazos abiertos a la consagraci¨®n de nuevos h¨¦roes: tal vez sea la apoteosis de alg¨²n goleador, tal vez la inmortalidad de un arquero. El partido ser¨¢ un duelo entre un equipo que juega a ser superior que sus rivales ¡ªRiver, comandado por Marcelo Gallardo, el t¨¦cnico que construy¨® un ciclo que acumula siete t¨ªtulos internacionales en cinco a?os¡ª contra un equipo que juega a ganar ¡ªBoca, dirigido por Gustavo Alfaro, m¨¢s llano y librado al cerrojo defensivo e individuales ofensivas¡ª.

Si la Bombonera suele llamar la atenci¨®n por la cercan¨ªa entre el campo de juego y las tribunas ¡ª32 metros separan a las cabeceras de los arcos del Monumental contra solo siete de la cancha de Boca¡ª, el clima del supercl¨¢sico ser¨¢ a¨²n m¨¢s efervescente de lo normal.

Aunque los xeneizes sean punteros de la Superliga argentina, sus hinchas lanzaron un ¨²ltimatum al plantel y a los dirigentes el viernes pasado, cuando su equipo perdi¨® 1-0 contra Racing como local. Boca parece jugarse algo m¨¢s que su rival, no s¨®lo el pase a la final de la Copa y el corte de la supremac¨ªa de River en los ¨²ltimos a?os, que acumula cuatro triunfos en definiciones directas, incluidas las finales de la Supercopa argentina y la Libertadores de 2018. Es posible que, adem¨¢s, el resultado del supercl¨¢sico sea directamente proporcional a lo que ocurra en las elecciones internas del club, que se realizar¨¢n en diciembre con la presencia de varios candidatos opositores.

Lo que en otro ¨¢mbito no dejar¨ªa de ser una cuesti¨®n interna de un club, en Argentina ¡ªdonde pol¨ªtica y f¨²tbol van de la mano¡ª puede implicar algo m¨¢s: Boca es administrado por el macrismo desde 1995, por lo que el presidente del pa¨ªs, Mauricio Macri, tendr¨¢ que sobrepasar varios frentes en estas semanas, tambi¨¦n el deportivo: el domingo ser¨¢n las elecciones nacionales, provinciales y municipales que pondr¨¢n a prueba su partido pol¨ªtico.

Aunque no sean los mejores d¨ªas para jugar al f¨²tbol en muchas partes del mundo ¡ªen Espa?a se posterg¨® el cl¨¢sico Barcelona-Real Madrid, en M¨¦xico se aplaz¨® la definici¨®n por el ascenso, en Ecuador debi¨® comenzar m¨¢s tarde de lo pautado la Copa Libertadores femenina y en Chile el torneo est¨¢ suspendido¡ª, los ¨²ltimos antecedentes del supercl¨¢sico argentino en competiciones continentales tambi¨¦n obligan a estar atentos: las revanchas de las ¨²ltimas dos series terminaron en caos.

Hinchas de Boca lanzaron gas pimienta a los jugadores de River en el desquite de los octavos de final de la Copa 2015 y simpatizantes de River arrojaron piedras al autob¨²s que trasladaba a los futbolistas rivales al Monumental para la final frustrada de la edici¨®n pasada, una agresi¨®n que terminar¨ªa con la mudanza al Santiago Bernab¨¦u. Resulte ganador el equipo que sea, con la remontada de Boca o el festejo de River en rodeo ajeno, el verdadero triunfo ser¨ªa que la foto de la noche tenga esp¨ªritu deportivo.