La guerra de las zapatillas voladoras
Los cient¨ªficos proponen medidas para equilibrar el peso de la tecnolog¨ªa en los r¨¦cords de marat¨®n
M¨¢s que obsesi¨®n es psicosis, y a los atletas se les mide por las zapatillas y por la pisada, casi de modelo de pasarela sobre tacones y punta para adentro, que les exige para simplemente mantener el equilibrio, no por el consumo de ox¨ªgeno. Los efectos sostenidos en las gentes de los maratones y las carreras de fondo provocados en 2016 por la irrupci¨®n de las Vaporfly se han intensificado hasta hacerse insoportables con la evoluci¨®n de las zapatillas de Nike y el m¨¢s de 4% de aumento de velocidad que ofrecen, y Eliud Kipchoge baj¨® con ellas de las dos horas en la marat¨®n.
Si bien Kipchoge ya se proclam¨® campe¨®n ol¨ªmpico en 2016 con un prototipo de las zapatillas m¨¢gicas, fue en septiembre de 2018, cuando el keniano consigui¨® en Berl¨ªn el r¨¦cord legal de Kipchoge (2h 1m 39s) de los 42,195 kil¨®metros, cuando se produjo el disparo de salida de una carrera fren¨¦tica en la que la tecnolog¨ªa tiene cada vez m¨¢s peso. En 13 meses, entre septiembre del 18 y septiembre del 19, se han corrido los cinco maratones m¨¢s r¨¢pidos de la historia. El r¨¦cord femenino de marat¨®n, que se cre¨ªa imposible, tambi¨¦n ha ca¨ªdo (2h 14m 4s, Brigid Kosgei), y el de medio marat¨®n no se bati¨® el domingo en Valencia porque la holandesa Sifan Hassan, la encargada de conseguirlo, se tropez¨® y se cay¨® mediado el recorrido.
Todos los atletas que los registraron calzaban las zapatillas de Nike que aprovechando la ligereza y la capacidad de resiliencia (recuperar la forma original) de la espuma Pebax (nombre comercial ZoomX), que devuelve un 87% de la energ¨ªa que se emplea en cada pisada, fue capaz de fabricar zapatillas con una suela de 40 mil¨ªmetros de grosor en el tal¨®n y 31 mil¨ªmetros en la punta y con una placa de carbono en el centro para dar rigidez a las articulaciones de los dedos y mejorar la eficiencia y el toque de tobillo que solo pesan 184 gramos, apenas tres gramos m¨¢s que la generaci¨®n anterior de las Nike de espuma EVA que solo permit¨ªan una suela de 23 mil¨ªmetros.
El 13 de octubre en Viena, cuando corri¨® la marat¨®n en 1h 59m 50s, Kipchoge utiliz¨® un ultim¨ªsimo modelo con casi un 20% m¨¢s de espuma ZoomX para suelas de 51 mil¨ªmetros en el tal¨®n y 42 mil¨ªmetros en la puntera (un desnivel de casi un cent¨ªmetro) y tres placas de carbono y cuatro burbujas de aire incrustadas. Los esc¨¦pticos dicen que la barrera que super¨® el maratonauta keniano, que no ser¨¢ legalizada, fue m¨¢s un ¨¦xito de la evoluci¨®n tecnol¨®gica que de la esencia humana y piden que se proh¨ªban unas zapatillas que distorsionan el atletismo. La federaci¨®n internacional (IAAF) responde paralizada, empe?ada, dice, en la b¨²squeda de un equilibrio que no cierre la puerta a la tecnolog¨ªa y que, permitiendo a atletas normales conseguir marcas extranormales, tres minutos inferiores a sus marcas habituales, no desvirt¨²e el valor humano del marat¨®n
Los aficionados al running las compran como locos pese a que su precio se acerque a los 300 euros, y no solo porque corran m¨¢s, sino porque son m¨¢s c¨®modas con las suelas tan ligeras y blanditas y les protejan los tobillos. Los atletas que no calzan nikes se quejan de desigualdad y de que les superen en los r¨¢nkings clasificatorios fondistas con peores marcas habitualmente. Algunos recurren a la picaresca, como el belga Koen Naert, que tune¨® sus New Balance verdes con unas suelas Vaporfly para ganar el campeonato de Europa de marat¨®n en 2018. Otros esperan que sus marcas se pongan a la altura del gigante de Oreg¨®n con nuevos modelos tan ligeros, mullidos y muelles.
A todos, los antiguos les dicen que esto siempre ha sido as¨ª y les ense?an el r¨¢nking mundial del marat¨®n masculino para que comprueben c¨®mo debajo delo modernos de Nike figuran justamente los atletas de Adidas, la marca que calzaba a los maratonianos que entre 2008 (Haile Gebrselassie) y 2014 (Dennis Kimetto, 2h 2m 57s) rebajaron un minuto el r¨¦cord mundial del marat¨®n. Entonces eran los de Nike los que denunciaban las zapatillas de la competencia, que hab¨ªa empezado a utilizar una espuma liger¨ªsima llamada TPU para sus entresuelas, que devolv¨ªan un 76% de la energ¨ªa invertida.
El reglamento de la IAAF se?ala que todos los calzados son legales siempre que est¨¦n al alcance de todos y que no ofrezcan ventajas ni ayudas calificadas de injustas. La federaci¨®n no cuantifica qu¨¦ es justo o injusto entre otras razones porque carece de medios para controlar el interior de todas las zapatillas en todas las carreras y el retorno de energ¨ªa que regalan. Para ayudarles a tomar una decisi¨®n, el especialista norteamericano Geoffrey T. Burns, de Michigan, ha propuesto en un art¨ªculo publicado en el BJSM (British Journal of Sports Medicine) una medida bien sencilla: dado que en la mediasuela est¨¢ todo el intr¨ªngulis y los mecanismos que regalan el efecto palanca-muelle, Burns propone limitar su grosor, como ya ocurre con las zapatillas de salto de altura y longitud. Y para que no haya que borrar de los libros oficiales ninguno de los r¨¦cords conseguidos ofrece como soluci¨®n limitar el groso a los 31 mil¨ªmetros de las zapatillas con las que Kipchoge consigui¨® hace un a?o sus 2h 1m 39s. As¨ª, argumenta, si un atleta baja de dos horas en un marat¨®n legal no estar¨¢ todo el mundo, de nuevo, se?alando sus zapatillas, sino su coraz¨®n.
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