Dos partidos de nuestras vidas
Ante Nueva Zelanda vi una Inglaterra desconocida para m¨ª. ?Se podr¨¢ repetir con Sud¨¢frica?
Soy el primer sorprendido de que estemos en la final. Pensaba que hab¨ªa una f¨¢brica en Birmingham con t¨ªos de 1,92 capaces de correr 60 metros en pocos segundos, pero el arquetipo no ten¨ªa ese savoir-faire de rugby. He visto muchos partidos de Inglaterra en los que ganamos por tama?o. Somos un equipo plagado de condiciones, pero sin alma. No vimos a la Inglaterra prometida cuando empez¨® el Mundial y recuerdo a Jonny Wilkinson diciendo que no ¨ªbamos a ver a Inglaterra hasta los cruces. Como si ¨¦l supiese algo que no sab¨ªamos los dem¨¢s. Si todo iba bien, llegar¨ªamos a las semifinales con los All Blacks.
Me parec¨ªa obvio que mi prefabricado equipo perder¨ªa ante los miles de registros que tiene Nueva Zelanda, porque ellos s¨ª tienen el rugby en las venas. Entonces pens¨¦: ¡°Michael, no tienes la m¨¢s m¨ªnima idea¡±. Los flankers Underhill y Curry pudieron ser perfectamente All Blacks. Tuvieron una valent¨ªa incansable, eran unos animales. Podemos hablar de Itoje, inmenso tambi¨¦n. M¨¢s que 15, eran 20 gladiadores. Hab¨ªan dejado atr¨¢s el precinto de la f¨¢brica. Vi jugadores de rugby, no superlativos atletas.
Temo mucho a Sud¨¢frica, aunque tem¨ªa m¨¢s a los All Blacks. Es el equipo m¨¢s europeo del hemisferio sur, les gusta mucho el touch y la mel¨¦. Pero no nos olvidemos de que tienen una l¨ªnea de tres cuartos muy explosiva. Igual que no hemos visto a Inglaterra hasta que jug¨® con los All Blacks, creo que no hemos visto a la verdadera Sud¨¢frica. Tienen muchos registros en su juego y hay uno que no hemos visto de momento. Es el equipo m¨¢s basado en el impacto, con eso ha sido suficiente. Acaba crujiendo al equipo contrario. Ahora, cuando necesiten a los tres cuartos, estar¨¢n. Esto es lo que temo para la final.
Eddie Jones, nuestro brillante seleccionador, sabe que los Springboks tienen mucho m¨¢s. Hemos jugado el partido de nuestras vidas. Pensaba que el ritmo ante los All Blacks era imposible de mantener cuando fuimos al descanso. Vi a una Inglaterra que no hab¨ªa visto nunca. ?Caben en una semana dos partidos de nuestras vidas?
Tuve la fortuna de estar en Ellis Park en la final de Mandela y en la final de Par¨ªs cuando perdimos contra Sud¨¢frica. Los problemas sociales de 1995 eran mayores y espero que la victoria no sea tan necesaria para ellos como en aquel tiempo. Evidentemente, les va a dar mucha alegr¨ªa. Pero a Inglaterra tambi¨¦n. Cualquier pa¨ªs que gane har¨¢ una enorme fiesta.
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