Inglaterra-Sud¨¢frica, una final para cerrar heridas

Nada resta?a heridas en Sud¨¢frica como el rugby, pero sus cicatrices contin¨²an. La naci¨®n arco¨ªris necesita otra catarsis como aquella tarde de 1995 en la que los Springboks sorprendieron a Nueva Zelanda en su Mundial. Repitieron t¨ªtulo en 2007 ante Inglaterra, que portar¨¢ el cartel de favorita en el duelo decisivo de este s¨¢bado (10.00, #Vamos). Una d¨¦cada despu¨¦s, el seleccionador sudafricano, Rassie Erasmus, apela al mismo sentimiento en pos de igualar con su tercer t¨ªtulo a los All Blacks. ¡°Tenemos retos en nuestro pa¨ªs, pero el rugby puede por unos pocos minutos, horas, d¨ªas o incluso meses ayudar a que la gente olvide sus desacuerdos¡±, se?al¨® Erasmus. Discutir¨¢ la premisa el XV de la Rosa, deseoso tambi¨¦n de ¡°inspirar¡± al pa¨ªs.

M¨¢s informaci¨®n

Dos partidos de nuestras vidas

El amargo adi¨®s del capit¨¢n de los All Blacks

El hito que persiguen los Springboks de 2019 es que su primer capit¨¢n negro, Siya Kolisi, levante la copa Webb Ellis. Su seleccionador, que se despide tras el torneo, ha cumplido las veces de bombero. Cogi¨® en 2017 a un conjunto que hab¨ªa perdido 11 de sus 25 encuentros tras el Mundial de 2015 ¡ªfue tercero¡ª un balance mundano para una selecci¨®n de ¨¦lite. Volvi¨® a las bases ¡ªdelantera, f¨ªsico y defensa¡ª y le dio la capitan¨ªa a Kolisi. ¡°Habr¨ªa sido ingenuo no esperar una reacci¨®n emocional. Nos pill¨® a los dos fuera de guardia y su juego se resinti¨® un poco, pero lo ha llevado maravillosamente¡±.

Inglaterra, clara favorita en las apuestas, ha crecido sobre las cenizas del Mundial 2015. La ¨²nica anfitriona apeada en la fase de grupos ha transformado la vulnerabilidad de un grupo inexperto en la fortaleza de su t¨¦cnico, el australiano Eddie Jones. Su debilidad en el breakdown ¡ªel periodo de juego abierto entre el placaje y la liberaci¨®n del bal¨®n¡ª es ahora su fortaleza. El XV de la Rosa, la ¨²nica selecci¨®n del hemisferio norte en ganar un Mundial, quiere igualar a las bicampeonas, tanto su rival como Australia. El art¨ªfice de su ¨²nico t¨ªtulo, en 2003, Jonny Wilkinson, asisti¨® al ¨²ltimo entrenamiento, ilustrando la cesi¨®n del testigo.

Los tres ¨²ltimos campeones repitieron en la final la misma alineaci¨®n de las semifinales ¡ªas¨ª lo ha hecho Inglaterra¡ª y ning¨²n equipo ha ganado el torneo despu¨¦s de haber perdido un partido. Sud¨¢frica, derrotada en la cita inicial ante Nueva Zelanda, apela a la magia de los 12 a?os entre t¨ªtulos y no esconde sus cartas. Plantear¨¢ una batalla agotadora, con seis delanteros entre sus ocho suplentes. Ello obligar¨¢ a Frans Steyn, el ¨²nico superviviente de la final de 2007, a cubrir cualquier descosido en la trasera. Vuelve el ala derecho Cheslin Kolbe, ausente por lesi¨®n en la semifinal ante Gales, para formar una potente dupla con Makazole Mapimpi.

Tras la victoria inglesa ante los All Blacks, que podr¨ªa pasar a los anales como la mejor actuaci¨®n de su historia, la gran duda de Jones era el estado f¨ªsico del pilier Kyle Sinckler. Al australiano le ha sonre¨ªdo la enfermer¨ªa: Manu Tuilagi, Anthony Watson y los hermanos Vunipola han superado sus lesiones en un tiempo r¨¦cord. ¡°Tenemos clara la t¨¢ctica de c¨®mo queremos jugar, estamos en forma y disfrutando del torneo. La ¨²nica pena es que est¨¢ a punto de acabar¡±, ha se?alado el t¨¦cnico

La gran decisi¨®n de Jones es mantener a George Ford como apertura. Le sent¨® en cuartos ante Australia porque tem¨ªa que el centro Samu Kerevi le arrollara con el bal¨®n. Damian de Allende no es tan explosivo, pero plantea un reto similar. ¡°Tenemos que jugar sin miedo¡±, ha replicado el seleccionador, que fue asistente de Sud¨¢frica en el Mundial de 2007. Con ¨¦l, Inglaterra ha ganado tres de sus ¨²ltimos cinco partidos antes los Springboks, incluido el apretado duelo (12-11) en noviembre del a?o pasado.

La batalla defensiva est¨¢ servida entre dos aut¨¦nticas murallas. Ambos han encajado los mismos puntos en las ¨²ltimas cinco primeras partes ¡ªapenas 15¡ª y no est¨¢n construidos para reaccionar ante un d¨¦ficit tempranero. Mientras los ingleses han ganado una de sus tres finales, los Springboks no han encajado siquiera un ensayo en las dos suyas. La eficacia al pie de su apertura Handr¨¦ Pollard y la direcci¨®n del medio-mel¨¦ Faf de Klerk son una garant¨ªa en un desenlace tenso.

Sud¨¢frica se siente c¨®moda en el papel de v¨ªctima. ¡°No seremos favoritos, pero los jugadores no se dejar¨¢n nada en la reserva¡±, asegur¨® Erasmus. La dial¨¦ctica de Jones y su proyecto autoproclamado a reinar sobre los All Blacks son grandilocuentes por naturaleza. ¡°No hay duda de que podemos jugar mejor que la semana pasada. Hemos dedicado cuatro a?os a prepararnos para la ocasi¨®n¡±.