Col¨®n de Santa Fe pelea contra los fantasmas en su primera final continental
El equipo argentino, que enfrenta a Independiente de Ecuador por la Copa Sudamericana, se deshizo de la imagen de la Virgen del estadio por considerarla portadora de mala suerte
Si hay partidos que los clubes anhelan durante d¨¦cadas como su Shangri-La, a Col¨®n de Santa Fe le lleg¨® el suyo: este s¨¢bado definir¨¢ la Copa Sudamericana, la segunda competencia continental detr¨¢s de la Libertadores, contra Independiente del Valle de Ecuador. Aunque la final a jugarse en Asunci¨®n del Paraguay ser¨¢ para los dos equipos la posibilidad de ganar su primer t¨ªtulo oficial ¡ªnunca se consagraron campeones en sus pa¨ªses¡ª, para el populoso equipo del interior argentino implicar¨ªa, adem¨¢s, un final festivo para su febril rastrillaje de gloria: atr¨¢s quedar¨ªa un largo camino en el que lleg¨® a destruir la imagen de la Virgen de Guadalupe por considerarla mufa, como se dice en Argentina a los portadores de mala suerte.
As¨ª como Independiente del Valle trep¨® hasta la final de la Copa Libertadores 2016, Col¨®n tambi¨¦n construy¨® grandes campa?as en su historia: fue subcampe¨®n argentino en 1997 y alcanz¨® los cuartos de final de la Libertadores 1998. Sin embargo, como la inmensa mayor¨ªa de los clubes del interior de su pa¨ªs, es decir toda la Argentina menos su capital y zona perif¨¦rica ¡ªSanta Fe, la capital de la provincia hom¨®nima, queda a 450 kil¨®metros al norte de Buenos Aires¡ª, nunca festej¨® una vuelta ol¨ªmpica oficial. S¨®lo los dos equipos rosarinos, Newell¡¯s y Central, ganaron la Superliga, un logro habitualmente reservado para los clubes porte?os que, para hacer m¨¢s injusta la distribuci¨®n de la alegr¨ªa futbolera, suelen nutrirse con jugadores del interior, en especial de Santa Fe y C¨®rdoba.
Pero como le sucede ahora a Col¨®n, las competiciones continentales por debajo de la Libertadores pueden convertirse en un sensacional atajo hacia el ¨¦xito: el propio Central y Talleres de C¨®rdoba ganaron la Copa Conmebol, una especie de Sudamericana de los 90, justo cuando los santafesinos se asentaban en la Superliga tras varios a?os asomando la cabeza en el ascenso. A partir de entonces Col¨®n contrat¨® a infinidad de entrenadores prestigiosos ¡ªpor ejemplo Gerardo Martino, Juan Pizzi, Alfio Basile, Edgardo Bauza, el colombiano Francisco Maturana y el peruano Jos¨¦ del Solar¡ª pero sus equipos no terminaron de consolidarse. ¡°?Qu¨¦ ocurre?¡±, se preguntaban en la porci¨®n roja y negra de Santa Fe, hasta que en 2011 el plantel y la dirigencia encontraron una presunta culpable: la estatua de la Virgen de Guadalupe, de dos metros y medio, que bendec¨ªa al club sobre una de las plateas del estadio.
En realidad, por estatuto, el club no permite im¨¢genes religiosas, aunque uno de sus reputados entrenadores, el uruguayo Jorge Fossatti, la hab¨ªa donado durante su paso por el club en 2001. La peregrinaci¨®n anual a la Bas¨ªlica de Nuestra Se?ora de Guadalupe, bajo la advocaci¨®n de la Virgen de origen mexicano, es una de las tradiciones m¨¢s fuertes y devotas de Santa Fe. Pero diez d¨ªas despu¨¦s de una derrota ¡ªjustamente¡ª en el cl¨¢sico local, contra Uni¨®n en 2011, la Virgen desapareci¨® de lo m¨¢s alto del estadio popularmente llamado ¡°Cementerio de los Elefantes¡±, apodo que remite a un triunfo de Col¨®n en un amistoso contra el Santos de Pel¨¦ en 1964.
Aunque el club intent¨® defenderse con una restauraci¨®n para mejorar la imagen de la virgen, pronto se supo la verdad: los jugadores se hab¨ªan convencido de que la falta de fortuna del equipo era culpa de Guadalupe, a la que incluso vincularon con la eliminaci¨®n de la selecci¨®n argentina en la Copa Am¨¦rica en 2011 en ese estadio, ante Uruguay. Como el f¨²tbol africano, el argentino tambi¨¦n recurre a los chamanes para atrapar o expulsar las energ¨ªas y un brujo recomend¨® que se deshicieran de la virgen, cuyos restos fueron vistos en las afueras de la ciudad; y se cree que terminaron en el r¨ªo Paran¨¢ a su paso por las orillas de Santa Fe.
Tras el esc¨¢ndalo, que incluy¨® una denuncia penal al club ¡°por robo calificado¡±, grafitis en la ciudad contra los jugadores acus¨¢ndolos de ¡°ateos¡±, una misa en desagravio y la colocaci¨®n de una nueva estatua de Guadalupe en el estadio, Col¨®n continu¨® su cuesta abajo y descendi¨® en 2014. Sin embargo los santafesinos regresaron a la Superliga a los pocos meses y, aunque est¨¢n lejos de pelear la punta en el campeonato local, en 2019 comenzaron a atravesar etapa por etapa en la Sudamericana hasta protagonizar la mayor haza?a de sus 114 a?os de historia: eliminar, en semifinales, al Atl¨¦tico Mineiro en Belo Horizonte.
En la primera final ¨²nica en competencias sudamericanas, una modalidad que la Conmebol implement¨® a partir de este a?o ¡ªel partido decisivo de la Libertadores entre River, tambi¨¦n de Argentina, y Flamengo de Brasil pas¨® este martes de Santiago a Lima por los altercados sociales que sacuden Chile¡ª, Col¨®n result¨® favorecido por la sede: los 850 kil¨®metros que separan a Santa Fe de Asunci¨®n son una distancia insignificante para la inabarcable geograf¨ªa sudamericana.
Como encima Sangolqu¨ª y Quito, las ciudades donde juega Independiente de Valle, quedan a m¨¢s de 5.000 kil¨®metros de la capital paraguaya, y tampoco se trata de uno de los equipos m¨¢s convocantes de Ecuador, se entiende que 35.000 de los 45.000 lugares del estadio la Nueva Olla ser¨¢n ocupados este s¨¢bado por los santafesinos.
Con la segunda Virgen de Guadalupe ya reinstalada en el Cementerio de los Elefantes queda por saber si, en el caso de un triunfo de Col¨®n y su primer t¨ªtulo oficial, los hinchas pondr¨¢n a la figura del equipo, Luis Miguel Rodr¨ªguez, un jugador respetado por todas las hinchadas argentinas ¡ªun delantero de 34 a?os, h¨¢bil y p¨ªcaro, que nunca jug¨® en equipos de Capital¡ª, como nuevo icono religioso.
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