100 metros de bandera en el Himalaya
Nirmal Purja, que ascendi¨® los 14 ochomiles en seis meses, recibe duras cr¨ªticas por subir a la simb¨®lica monta?a Ama Dablam (6.816 metros) una ense?a kuwait¨ª de 150 kilos
La incredulidad salud¨® el anuncio de la primera ascensi¨®n de la vertiente norte del Everest a cargo de una expedici¨®n china en 1960. Ni las fotos que presentaron, ni el escaso pedigr¨ª del equipo convenci¨® a la comunidad alpin¨ªstica. En 1975, China organiz¨® una segunda expedici¨®n decidida a demostrar de forma inequ¨ªvoca su paso por el techo del planeta: instalaron en la cima un tr¨ªpode met¨¢lico que m¨¢s bien parec¨ªa un anticipo de una invasi¨®n alien¨ªgena. En 1980, Mart¨ªn Zabaleta recogi¨® de la misma cima un peque?o crucifijo abandonado de forma testimonial el a?o anterior por un equipo polaco. El guipuzcoano demostraba as¨ª haberse convertido en el primer espa?ol en colarse en la cima del Everest¡ y devolvi¨® el crucifijo a sus due?os.
El alpinismo como herramienta de propaganda o reivindicaci¨®n nacionalista conoci¨® su paroxismo en los a?os en los que se conquistaron los 14 ochomiles del planeta. Durante esa ¨¦poca, la foto en cualquiera de estas cimas enarbolando la bandera de turno desencadenaba un verdadero frenes¨ª de conquista. Pero el caso es que pocas cimas, pertenezcan al macizo que pertenezcan, permanecen limpias, es decir, libres de s¨ªmbolos religiosos (las cruces se llevan la palma), buzones del club de monta?a local, banderines de oraci¨®n, referencias geod¨¦sicas, placas en recuerdo de alg¨²n monta?ero desaparecido e incluso banderas. Pero ninguna tan descomunal como la que se despleg¨® hace pocos d¨ªas en la cima del Ama Dablam (6.816 m, Himalaya de Nepal): 100 metros de largo, 30 de ancho y unos 150 kilogramos de peso con los colores de Kuwait.
Detr¨¢s de esta operaci¨®n de mercadotecnia kuwait¨ª se encuentra Nirmal Purja, el exsoldado gurka del ej¨¦rcito brit¨¢nico que hace unas semanas se convirti¨® en el primer himalayista en ascender los 14 ochomiles en apenas seis meses. A los ojos de la ¨¦lite del alpinismo, su plusmarca ha quedado ensombrecida por su escasa ¨¦tica y ahora nadie entiende el desprop¨®sito de la inmensa insignia. Ni siquiera las autoridades de Nepal, encantadas con el reclamo de su figura, se han puesto del lado de Purja en esta ocasi¨®n: el Gobierno asegura que carec¨ªa de permiso para erigirse en gestor y organizador de algo semejante. "No ten¨ªan permiso para llevar una bandera tan grande. Si se demuestra que ha roto las reglas, actuaremos", aseguraba a The Himalayan Times el vicesecretario del Departamento de Turismo, Mira Acharya.
Para desplegar la ense?a, claro est¨¢, alguien deb¨ªa subirla. Purja coordin¨® desde el campo base el trabajo de 17 gu¨ªas sherpas y 20 porteadores nepaleses, quienes subieron la bandera en retales que luego ensamblaron una vez alcanzada la cima. Purja asegura que fue una expedici¨®n de Kuwait la que contrat¨® sus servicios (probada como est¨¢ su capacidad log¨ªstica) y que "el ¨¦xito de la expedici¨®n ha ayudado sin duda a promover la campa?a del Gobierno nepal¨¦s Visit Nepal 2020 en Kuwait". Purja se justifica igualmente se?alando que no qued¨® en la cima resto alguno y que su iniciativa demuestra "la capacidad,?igual o mayor que la de las europeas, de una expedici¨®n nepalesa con l¨ªderes locales y una agencia local en lo que se refiere a gesti¨®n del riesgo y desempe?o ". Para Purja, su nueva aventura "fortalecer¨¢" las relaciones entre Nepal y Kuwait y "contribuir¨¢" a la econom¨ªa de su pa¨ªs. No ha declarado cu¨¢nto dinero ha cobrado por su gesti¨®n.
La comunidad monta?era ha criticado duramente el despliegue de la descomunal bandera y uno de los ataques con mayor eco procede de Alexander Hillary, nieto del primer hombre que pis¨® la cima del Everest, en 1953, de la mano del sherpa Tenzing Norgay: "Estoy consternado por la falta de respeto que has mostrado a tus compatriotas y empleados, por no mencionar lo inapropiado de colocar una bandera extranjera en el Ama Dablam. ?Deber¨ªa darte verg¨¹enza!", espet¨® Hillary a Purja.
El Ama Dablam es una monta?a simb¨®lica y de una enorme belleza. Adem¨¢s, no se trata de una monta?a t¨¦cnicamente sencilla, ni un lugar id¨®neo para que los porteadores y gu¨ªas de Nepal circulen con trozos de tela de 25 kilogramos a la espalda.
Muchos monta?eros no entienden la invasi¨®n de s¨ªmbolos en las cimas: la peque?a virgen tallada en piedra caliza que preside la cima del Urriellu (Asturias) ha sido v¨ªctima de lo que algunos califican como actos vand¨¢licos y hay quienes desmontan las cruces que presiden muchas cimas. Los contestatarios argumentan que la monta?a es un terreno de evasi¨®n, un lugar donde olvidar cualquier cosa que recuerde la vida a ras de suelo.
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