Imanol Alguacil, algo m¨¢s que un recambio

Imanol Alguacil (48 a?os), que es de Orio, tierra de remeros, lateral derecho de la Real Sociedad durante casi una d¨¦cada, antes de recalar en el Villarreal, se hab¨ªa convertido en un especialista secundario en Zubieta. Era un apagafuegos. Despu¨¦s de entrenar al Sanse durante tres temporadas, le toc¨® ascender por la escalinata, con su manguera, para extinguir el incendio que se hab¨ªa desatado entre la grada y el banquillo en el que ejerc¨ªa Eusebio Sacrist¨¢n. Una vez consumidas las llamas, con los rescoldos todav¨ªa calientes, apag¨® la sirena y se retir¨® al cuartel. Hasta que volvi¨® a sonar la alarma. Aperribay y su consejo de administraci¨®n tuvieron la percepci¨®n de que Asier Garitano estaba a punto de despe?ar al equipo por un acantilado. Otra vez Imanol se lanz¨® por la cuca?a vertical para bajar al cami¨®n, encender las luces de emergencia y acudir a Anoeta para cumplir con su deber. Esta vez, la Real Sociedad decidi¨® que Imanol deb¨ªa ascender con todos los honores. Le impusieron los galones de primer entrenador de la Real, y ¨¦l los acept¨®.

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Como conoce de sobra la idiosincrasia donostiarra, no le cost¨® adaptarse al ambiente, a la forma de trabajo, al estilo que le pidieron desde los despachos. Mont¨® un equipo a la medida txuriurdin, con gente de talento liderada por futbolistas de pie sutil como Oyarzabal y Odegaard. Ni siquiera lament¨® ni mir¨® para atr¨¢s cuando Illarramendi, el cemento del equipo, tuvo que parar por una lesi¨®n de larga duraci¨®n. En el palco ven con satisfacci¨®n su trabajo. Por eso, antes de la ¨²ltima junta general de accionistas, mientras en Anoeta daban los pen¨²ltimos toques al remodelado estadio, Jokin Aperribay adelant¨® que su t¨¦cnico seguir¨¢: ¡°Podemos dar por hecha la continuidad de Imanol. Le veo mucho futuro en la Real. ?l escoger¨¢ su participaci¨®n en el club. Los jugadores creen a fe ciega en Imanol y en su manera de hacer¡±.

Aunque el t¨¦cnico, prudente, espera al momento oportuno, saben en el club que el futuro pasa por ¨¦l. ¡°Todav¨ªa no me he reunido con el club. Ellos saben que no me gusta hablar de este tipo de cosas y yo tengo que ser parte. Estoy centrado en el d¨ªa a d¨ªa. Hay que tomar una decisi¨®n y estamos en ello¡±, afirma. Incluso se permite hacer bromas sobre la demostrada precariedad de un cargo tan inestable como el de entrenador: ¡°Antes os dec¨ªa que a ver si llegaba a diciembre, ahora me planteo llegar a febrero porque tal y como est¨¢ el f¨²tbol si enlazas cuatro derrotas...¡±.

Lo que tiene claro es que su estilo no se negocia. Sabe lo que quiere: ¡°Al final las plantillas est¨¢n dise?adas de una manera que entiendo que se apuesta por una idea. En ese sentido tienes que saber qu¨¦ tienes entre manos. Nosotros tenemos un equipo para tratar de salir desde atr¨¢s, combinar¡±.

El entrenador de la Real, que recibe al Barcelona, tiene una peque?a obsesi¨®n. Sabe que su equipo juega mejor sobre una alfombra. En febrero pasado ya expres¨® sus quejas sobre el c¨¦sped de Anoeta, que estaba en obras. Hace unas semanas, despu¨¦s de ceder un punto ante el Legan¨¦s, sus lamentos se acrecentaron. La directiva tom¨® nota y lo cambi¨®. De cara al choque frente al Bar?a, el terreno de juego sigue estando en su cabeza: ¡°El c¨¦sped no est¨¢ en su mejor estado pero est¨¢ en buenas condiciones. El bal¨®n va muy r¨¢pido. La reacci¨®n de los jugadores ha sido muy positiva¡±.

La otra obsesi¨®n, claro, es Messi: ¡°No hay forma de pararlo. Ni Valverde tendr¨ªa un m¨¦todo. Que tenga un d¨ªa malo y punto. Para m¨ª es el mejor jugador que ha existido nunca¡±.