Un empate a cero como s¨ªntoma
El Athletic, sin juego, y el Eibar, sin resultados, se reparten los puntos en un partido muy pobre
?Qu¨¦ pasar¨ªa si un marciano aterrizara en la Tierra en medio de un partido de f¨²tbol? A veces hay quien se pregunta eso. Pas¨® en San Mam¨¦s. El saque de honor lo hizo Jon Rahm, el golfista vizca¨ªno que se cas¨® el viernes en la bas¨ªlica de Bego?a, y acudi¨® al campo con un grupo de invitados estadounidenses. ?Qu¨¦ pensaron del espect¨¢culo que vieron? Posiblemente se hayan reafirmado en sus convicciones sobre sus deportes favoritos, el b¨¦isbol, el f¨²tbol americano y tal. No les puede parecer extra?o.
El empate puede ser el resultado l¨®gico del desarrollo de un partido, pero tambi¨¦n un s¨ªntoma de los males que aquejan a un equipo. O a los dos. El de San Mam¨¦s es esto ¨²ltimo. Y los males, un Athletic sin juego, un Eibar sin resultados. Los rojiblancos de Garitano firmaron un ejercicio de voluntad, sin premio, porque les faltaron argumentos futbol¨ªsticos, bajo m¨ªnimos en esta ocasi¨®n. Al Eibar, que defendi¨® con sa?a su ¨¢rea, sobre todo en el ¨²ltimo tramo del partido, el punto les sabe a n¨¦ctar de dioses. Enseguida se vio que no aspiraban a m¨¢s.
Fue todo un desprop¨®sito. Un futbolista que recibe un golpe en el p¨®mulo y le sale un huevo de tama?o considerable; otros dos que chocan en el aire y son atendidos en el c¨¦sped. El partido se interrumpe a cada rato y el ¨¢rbitro no ayuda nada, impidiendo los saques r¨¢pidos de falta; un juez de l¨ªnea decide que una cesi¨®n hacia atr¨¢s de un defensa es fuera de juego del delantero. Todo menos f¨²tbol.
El parte m¨¦dico de la primera parte ocup¨® m¨¢s que la hoja de anotaciones de cualquier periodista. En San Mam¨¦s no pas¨® nada durante 45 minutos en los que el partido fue una sucesi¨®n de malas decisiones, de errores no forzados. Garitano se merend¨® de la alineaci¨®n a Sancet, porque su rendimiento no hab¨ªa sido demasiado satisfactorio en Sevilla, pero modific¨® el equipo para colocar a Unai L¨®pez en la media punta. Fue un ensayo fallido. El Athletic se qued¨® sin referencia en el medio campo a la hora de construir; el f¨²tbol fue la nada absoluta. Nadie fue capaz de encadenar dos pases seguidos, un desastre.
Al Eibar no le iba mal. Con un equipo completado por retales, por sanciones y lesiones, y que perdi¨® a un hombre m¨¢s, Bigas, a los 20 minutos, por una mala ca¨ªda, la intrascendencia del ?juego? rojiblanco le serv¨ªa para seguir vivo en el partido. Mantener la porter¨ªa a cero en San Mam¨¦s, y no conceder ninguna ocasi¨®n al rival era el objetivo que se observ¨® enseguida, y que se reafirm¨® en la segunda parte, cuando Garitano dio entrada a Ibai y Villalibre, que no mejoraron nada, aunque la voluntad de hacerlo estuviera ah¨ª, eso no es discutible. El primero de los dos tuvo en sus botas la ocasi¨®n m¨¢s clara del partido, en el minuto 65, tras la ¨²nica carrera de Williams, que dej¨® atr¨¢s a media defensa del Eibar. Ibai regate¨® al ¨²ltimo, pero se encontr¨® con el cuerpo de Dmitrovic. M¨¢s tarde consigui¨® marcar, pero el VAR fue implacable: hab¨ªa fuera de juego del centrador.
Apret¨® el Athletic, se defendi¨® el Eibar, con el mejor orden posible, pero ni mejor¨® el juego ni cambi¨® el marcador. El empate fue un s¨ªntoma m¨¢s que una consecuencia.
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