Morata y Sa¨²l tiran el muro de Osasuna
El Atl¨¦tico se impone en un buen encuentro de los de Simeone, que durante una hora se toparon con un espectacular Sergio Herrera bajo palos
Un cabezazo certero de Morata y una llegada rompedora de Sa¨²l por el medio derribaron el muro que durante casi una hora fue Sergio Herrera. Exigido hasta la extenuaci¨®n por los futbolistas de Simeone, que iban camino de la desesperaci¨®n, el recital del meta de Osasuna fue antol¨®gico ante el acoso y derribo al que le sometieron. Por arriba, por abajo, a derecha e izquierda, Herrera se destap¨® como un coloso bajo palos. Hasta siete intervenciones de m¨¦rito se le contabilizaron en los primeros 45 minutos. Un festival de reflejos, potencia de piernas y elasticidad que amenaz¨® con concretar el noveno empate de los rojiblancos. Necesitaban esta victoria para apuntalar el repunte en el juego de sus ¨²ltimos partidos.
Se present¨® el Atl¨¦tico con dos grandes novedades. El canterano Manu, sustituto del lesionado Lodi, y Gim¨¦nez. Pero donde hab¨ªa miga era en la configuraci¨®n del centro del campo. De nuevo, Simeone volvi¨® a dejar en el banquillo al mexicano Herrera. La decisi¨®n tiene su punto de inquietud. En los peores momentos del equipo, el volante ha sido el mejor centrocampista. El que m¨¢s personalidad y criterio le dio a una l¨ªnea que ha sido una m¨¢quina de perder balones. Ni Koke, ni Sa¨²l, ni Thomas han estado por encima de las prestaciones de Herrera. Si ante el Lokomotiv de Mosc¨² fue sentado para hacer un hueco a Correa, esta vez fue para concederle la pen¨²ltima bala a Lemar.
Con esos retoques, de inicio el Atl¨¦tico le jug¨® con reservas a Osasuna, uno de los equipos que con m¨¢s agresividad se despliega en ataque. Cuando los de Jagoba Arrasate dicen que van, van. Sin remilgos y en manada. Descolgando cuatro o cinco jugadores. Y as¨ª arrancaron. Con Oblak exigido en fr¨ªo para responder a un zambombazo lejano de Rub¨¦n Garc¨ªa y otro m¨¢s cercano de Brasanac. Y con el fuego del guerrillero ?vila amenazante. Una entrada de Sa¨²l busc¨¢ndole el tobillo y un manotazo de Manu los contest¨® el argentino con una cama canchera a Gim¨¦nez, que se dio un costalazo tremendo. Esas batallas fueron el salpic¨®n de un partido de ritmo fren¨¦tico en el que uno y otro porfiaban por cada pelota y por cada segunda jugada para empezar a construir sus ataques. En los del Atl¨¦tico emergi¨® un Jo?o F¨¦lix imperial hasta convertir su actuaci¨®n en un duelo particular con Herrera. Su primera muesca fue una pared cn Trippier cambiando de direcci¨®n para pisar ¨¢rea y dejarle un tiro franco a Lemar. El remate pifiado del franc¨¦s le cay¨® a Morata, que inaugur¨® la noche triunfal de Herrera perdiendo el mano a mano.
Siete paradas
Al poco fue Morata el que puso cara al gol al portugu¨¦s tras un giro y una carrera rompedora. Frente a frente por primera vez, Herrera sali¨® ganador del duelo sacando la bota izquierda cuando Jo?o F¨¦lix le buscaba el contrapi¨¦. Encelados, la siguiente cita fue la acci¨®n de la noche. Si inveros¨ªmil fue el cabezazo del chico, un salto imponente para que de su coronilla saliera una vaselina, imposible fue el vuelo de Herrera, que la desvi¨® con la yema de los dedos al larguero. Aunque no se arrug¨®, Osasuna acab¨® sometido ante las oleadas rojiblancas. De nuevo Jo?o F¨¦lix, Lemar y Sa¨²l elevaron hasta siete las intervenciones de Herrera. El guardameta rojillo se fue al descanso como el personaje indiscutible del primer acto.
Del intervalo sali¨® Osasuna amenazante otra vez. Con Chimy ?vila desperdiciando un remate a bote pronto sin oposici¨®n. Menos punzante, pero con m¨¢s f¨ªsico, el equipo de Simeone volvi¨® a encajonar a su rival. El t¨¦cnico argentino movi¨® fichas con la entrada de Correa por Lemar y de Herrera por Manu, que dej¨® buenos detalles en varias incursiones por su carril. Por el otro lleg¨® por fin el Atl¨¦tico el gol. Un absurdo empuj¨®n de Estupi?¨¢n a Jo?o F¨¦lix cerca del costado le dio a Trippier la oportunidad de enguantar el saque. Su rosca fue medida a la cabeza de Morata. El remate picado y potente humaniz¨® a Herrera, que poco pudo hacer. Para un equipo como el Atl¨¦tico, recuperar la fortaleza que tuvo en las jugadas de estrategia se antoja vital.
Con algo menos de media hora por jugarse, el partido ya fue por completo del Atl¨¦tico. Un mal despeje acab¨® en una doble pared entre Sa¨²l, Morata y Correa que el volante finaliz¨® con una picadita sobre la salida de Herrera. Tambi¨¦n es una buena noticia para Simeone el tanto de Sa¨²l, necesitado como est¨¢ el equipo de goles de sus delanteros y de sus centrocampistas. Y tambi¨¦n de victorias.
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