Pione Sisto, una ¡®fuga¡¯ de 3.000 kil¨®metros
El atacante del Celta quebranta la cuarentena y se desplaza de Vigo a Dinamarca en coche sin permiso del club. Hijo del conflicto de Sud¨¢n del Sur, sorprende al vestuario por sus h¨¢bitos a contracorriente
¡°Es supersimp¨¢tico y muy majo, pero s¨ª, tambi¨¦n es peculiar¡¡±, transmiten desde el entorno del Celta. ¡°Buena gente¡±, le describe otra persona que le conoce de cerca. ¡°Va al rev¨¦s del mundo, solo le falta llevar el volante al otro lado. Es joven, est¨¢ fuera de casa y casi siempre solo¡No sale de fiesta casi nunca, ni cuando vamos de cena se toma una copa¡±, expon¨ªa el pasado mes Iago Aspas, el gran s¨ªmbolo celeste.
Acostumbrado a ir a contracorriente, Pione Sisto (Kampala, Uganda; 25 a?os) ha vuelto a desmarcarse con otra maniobra dif¨ªcil de comprender. El atacante, que aterriz¨® hace cuatro a?os en Vigo y circula por el vestuario del equipo gallego como un elemento singular, si no extra?o, se convierte en noticia porque en pleno periodo de confinamiento decidi¨® abandonar la ciudad y, ante la imposibilidad de hacerlo en avi¨®n, recorrer los casi 3.000 kil¨®metros de recorrido hasta Dinamarca en coche, salt¨¢ndose as¨ª las directrices impuestas por las autoridades sanitarias tras el decreto del estado de alarma.
Comenz¨® todo hace unos d¨ªas, cuando el director deportivo del equipo gallego, Felipe Mi?ambres, llam¨® al futbolista numerosas veces y no recibi¨® respuesta alguna. Preocupados, varios responsables del club se trasladaron hasta su domicilio para comprobar que todo estaba en orden y cuando llegaron all¨ª vieron que la casa estaba cerrada a cal y canto, y que el veh¨ªculo no se encontraba aparcado. Sisto, vigilado con lupa por algunos episodios de indisciplina, termin¨® unilateralmente su cuarentena y se desplaz¨® a su pa¨ªs junto a su hermana, que le acompa?aba en los ¨²ltimos d¨ªas.
Ahora, pues, se expone a la apertura de un expediente disciplinario o un castigo m¨¢s severo en otro cap¨ªtulo que subraya la particularidad del jugador, sui generis de ¡°personalidad compleja¡± y que el a?o pasado dispar¨® las alarmas a trav¨¦s de un v¨ªdeo en el que reconoc¨ªa haber estado 21 d¨ªas consecutivos aliment¨¢ndose exclusivamente de fruta; pr¨¢ctica que, l¨®gicamente, choca con la actividad profesional de un futbolista de ¨¦lite. ¡°Llegu¨¦ a perder el control y cre¨ª que iba a volverme loco¡±, cont¨® a trav¨¦s de Instagram. Poco a poco, fue convirti¨¦ndose en un enigma para sus compa?eros, que le ve¨ªan portar libros de filosof¨ªa ¡ªentre ellos, El despertar de la inteligencia¡ª y alucinaban con sus reflexiones existencialistas.
Paseos de madrugada y soledad
En los mandos del club, mientras, costaba encontrarle sentido a su introspecci¨®n ¡ª¡°te conviertes en lo que piensas¡±, public¨® en sus redes¡ª y a los largos paseos de madrugada por la ciudad; tambi¨¦n a las llamadas a altas horas a los fisioterapeutas o a determinadas din¨¢micas personales que dejaban boquiabierto al vestuario. Inmerso en la soledad, recibiendo solo visitas espor¨¢dicas de su hermano (a su vez, agente) y algunos familiares, Sisto reconoc¨ªa a principios de temporada haber sufrido un tropez¨®n an¨ªmico, que se a?ade al oscuro pasado de sus padres, quienes tuvieron que huir de la sanguinolenta guerra civil de Sud¨¢n del Sur.
Reclutado en 2016 procedente del Midtjylland, dan¨¦s, a cambio de seis millones de euros, el extremo ha ido dibujando curvas desde su aterrizaje en Espa?a con la misma facilidad que desborda rivales sobre el verde. En los dos primeros cursos se asent¨® en el once del Celta y reforz¨® su presencia en el c¨¦sped con buenos n¨²meros ¡ªfirm¨® 12 goles y 14 asistencias entre la 2016-2017 y la 2017-2018¡ª, lo que le permiti¨® disputar el Mundial 2018. Sin embargo, su f¨²tbol luego empez¨® a perder efervescencia y su juego decay¨®, desapareciendo progresivamente de los planes de Juan Carlos Unzu¨¦, Miguel Cardoso y Fran Escrib¨¢, predecesores de ?scar Garc¨ªa Junyent en el banquillo.
Sin embargo, la llegada el entrenador catal¨¢n el pasado mes de noviembre fue devolvi¨¦ndole la luz. Con ¨¦l regres¨® al terreno de juego e incluso volvi¨® a ser definitivo, en medio de una situaci¨®n muy complicada para el Celta, que hasta el par¨®n peleaba por escapar de las llamas del descenso. Firm¨® el gol de la victoria contra el Sevilla y se reenganch¨®, pero el frenazo de la pandemia y la reciente fuga a Dinamarca han vuelto a ponerle en el disparadero.
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