Ruth Beitia: ¡°Cuando vi ganar a Cacho supe que yo ir¨ªa a unos Juegos¡±
La ¨²nica atleta espa?ola campeona ol¨ªmpica vivi¨® su momento m¨¢gico a los 13 a?os, cuando el soriano logr¨® el oro en los 1.500m de Barcelona 92
La competici¨®n de salto de altura es una burbuja en mitad del estadio, de la noche chillona, y Ruth Beitia es una burbuja dentro de la burbuja que solo rompe con un tercer nulo en una altura o con un salto limpio y definitivo. Durante la competici¨®n, bien puede estallar una bomba o acabarse el mundo, que nada les perturba. O bien puede Usain Bolt pasar a su lado, frenando en la curva despu¨¦s de dejar el r¨¦cord del mundo de los 200m en 19,19s, la marca atl¨¦tica m¨¢s alucinante que su generaci¨®n ha contemplado. Millones de personas paralizadas y solo a?os despu¨¦s fue Beitia consciente de que la historia se hab¨ªa escrito, y ella, tan cerca que casi pod¨ªa haber olido el sudor del jamaicano, ni se hab¨ªa enterado.
¡°Fue en el Mundial de 2009, en Berl¨ªn¡±, recuerda Beitia, la ¨²nica atleta espa?ola campeona ol¨ªmpica. Fue el 20 de agosto a las 20.35, anocheciendo un verano t¨®rrido. ¡°Y, ahora, mirando hacia atr¨¢s, veo que fue una sensaci¨®n superchula, que yo fuera capaz de concentrarme tanto¡±.
Beitia acab¨® cuarta aquel Mundial, eliminada con 1,99m al no poder con 2,02m. Sali¨® entonces de su burbuja, pero no de la del salto de altura. Primero disfrut¨® del duelo feroz por la victoria entre la alemana Ariane Friedrich, la rusa Anna Chicherova y la vencedora final, la croata Blanka Vlasic, la ¨²nica que super¨® 2,04m. ¡°Y luego fui testigo de su intento de saltar 2,10m, que habr¨ªa sido r¨¦cord mundial, y habr¨ªa sido lo m¨¢s, estar al lado mientras se bate un r¨¦cord de tu especialidad, de tu pasi¨®n, pero Vlasic no pudo¡±.
Durante sus 15 a?os en la elite del atletismo mundial, desde que salt¨® por primera vez dos metros, en 2003, ninguna saltadora pudo batir los 2,09m que la b¨²lgara Stefka Kostadinova fij¨® como r¨¦cord en 1987, y a¨²n sigue. ¡°Vlasic logr¨® ese verano saltar 2,08, es la que m¨¢s se acerc¨®, y en 2017 tambi¨¦n particip¨¦ en un par de competiciones en las que Kuchina [Mariya Lasitskene despu¨¦s, de casada], tambi¨¦n intent¨® 2,10m. Habr¨ªa sido lo m¨¢s¡±.
Lo m¨¢s, lo m¨¢s, fue para Beitia ella misma en R¨ªo, otro 20 de agosto, como Berl¨ªn, siete a?os m¨¢s tarde y noche cerrada que ella percibe m¨¢s oscura, con sus gafas de sol at¨®micas, m¨¢s en su burbuja que nunca. ¡°Despu¨¦s de R¨ªo, cantidad de gente me dice que estuvieron en la grada, abajo, justo donde estaba mi entrenador, Ram¨®n Torralbo, enfrente del saltadero y yo no me acuerdo de haber visto a nadie. Solo ve¨ªa a Ram¨®n, que se levantaba y me hac¨ªa gestos, y solo me acerqu¨¦ a hablar con To?i [Martos], mi psic¨®loga, y despu¨¦s de saltar a la primera 1,97m, para decirle que, uff, que si se acordaba de que la v¨ªspera, en los ejercicios de visualizaci¨®n, solo hab¨ªa podido con 1,97m a la segunda¡¡±.
Si ese 20 de agosto lo hubiera hecho a la segunda tambi¨¦n, ahora no ser¨ªa campeona ol¨ªmpica, sino medallista de plata detr¨¢s de la b¨²lgara Mirela Demireva. ¡°Y tampoco ser¨ªa campeona ol¨ªmpica, seguro, si no hubiera vivido Barcelona 92 y, sobre todo, la victoria de Ferm¨ªn Cacho en los 1.500 metros¡±.
En 1992, Ruth Beitia tiene 13 a?os y vive en una pista de atletismo, respira atletismo y los Juegos de Barcelona, la transformaci¨®n que vive Espa?a ese 92, la pasi¨®n, la forma en que se vive Barcelona 92, la alegr¨ªa colectiva que parece que no tiene l¨ªmites, la ilusi¨®n, la emocionan. ¡°Necesit¨¢bamos todos, de verdad, saber c¨®mo eran unos Juegos. Soy la quinta atleta de la familia¡±, dice la saltadora, que naci¨® en Santander el 1 de abril de 1979. ¡°Me he criado en una pista y no me perd¨ª ni un minuto de Barcelona 92, y, claro, vi c¨®mo Cacho gan¨® el oro en los 1.500 metros [3m 40,12s], la prueba reina del atletismo siempre para todos los espa?oles¡ Y, s¨ª, fue un momento m¨¢gico, de esos que te dan vueltas y te cambian, y nada m¨¢s verlo ya estaba convencida de que yo iba a estar en unos Juegos¡±.
Beitia particip¨® no en unos Juegos, sino en cuatro (del 2004 al 2016), y antes de ser campeona ol¨ªmpica termin¨® dos veces cuarta, y con el tiempo conoci¨® a Cacho, el ¨²nico espa?ol campe¨®n ol¨ªmpico en una pista de atletismo. Cacho es el ejemplo. Un chaval de pueblo, de ?greda (Soria), nacido justo 10 a?os antes que Beitia que empieza a correr en la escuela y por las calles de su pueblo y que se hace campe¨®n entrenando en el robledal de Valonsadero con Enrique Pascual, toda una historia que se puede intentar imitar. ¡°Y lo mejor¡±, dice Beitia, que le imit¨® tanto que lleg¨® a ser tambi¨¦n campeona ol¨ªmpica 24 a?os despu¨¦s, ¡°es que, con el tiempo, te das cuentas de que Cacho, un campe¨®n ol¨ªmpico, es una persona normal y corriente, un amigo¡±.
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