15 a?os del primer Roland Garros de Nadal: ¡°Rafa explot¨® como un volc¨¢n¡±
Los miembros del equipo del espa?ol retratan al plet¨®rico joven que el 5 de junio de 2005 logr¨® el primero de sus hist¨®ricos 12 triunfos en Roland Garros al remontar al argentino Mariano Puerta en la final
El 23 de mayo de 2005, Rafael Nadal pis¨® por primera vez la arcilla de Roland Garros. Entonces lleg¨® a Par¨ªs pr¨¢cticamente como un adolescente, de la mano de su t¨ªo Toni, con 18 a?os y, literalmente, todo un mundo por descubrir. Puso el primer pie en la Pista 1, la conocida como Plaza de Toros, ahora una monta?a de escombros y polvo que los organizadores se esfuerzan en desalojar para rematar el proceso de demolici¨®n. Ese d¨ªa, Nadal venci¨® al alem¨¢n Lars Burgsm¨¹ller y puso la primera piedra de una fastuosa carrera en el Bois de Boulogne, donde hoy no solo reina sino que se le reserva una estatua.
A partir de ah¨ª, un incre¨ªble registro de 12 coronas como rey de Par¨ªs, 93 triunfos y ¨²nicamente dos derrotas: solo el sueco Robin Soderling (2009) y Novak Djokovic (2015) consiguieron inclinarle. Desde esa premi¨¨re, una recolecci¨®n inveros¨ªmil de 274 sets (solo 26 cedidos) y una mete¨®rica ascensi¨®n que tiene origen hace exactamente 15 a?os, ni un d¨ªa m¨¢s ni uno menos. Tal d¨ªa como este viernes, mientras Roger Federer gobernaba con pu?o de acero, Nadal remont¨® a Mariano Puerta en la final (6-7(6), 6-3, 6-1 y 7-5) y alz¨® su primera Copa de los Mosqueteros. Pero, ?c¨®mo era aquel chaval melenudo que lleg¨® para comerse el mundo y acab¨® devor¨¢ndolo?
As¨ª empez¨® todo.
¡°En los ¨²ltimos puntos, Toni respiraba como si estuviera roncando por los nervios¡±, recuerda Carlos Costa, el hombre que fich¨® a Nadal cuando este ten¨ªa 14 a?os y que, tras el preparador, mejor le conoce. ¡°El a?o anterior a ir a Par¨ªs, cuando ¨¦l se lesion¨® y no pudo ir, le mont¨¦ una reuni¨®n con Nike y otra con Babolat all¨ª. Iba con muletas, pero quer¨ªa llev¨¢rmelo tres d¨ªas all¨ª para que al a?o siguiente estuviera familiarizado con lo que significa el torneo y que no le impusiera¡±, relata el agente. ¡°Le llev¨¦ a ver un partido de Robredo contra el Chino R¨ªos y a los tres juegos ya no pod¨ªa m¨¢s y me dijo: ¡®v¨¢monos de aqu¨ª¡¯, yo tengo que estar ah¨ª abajo, no aqu¨ª arriba. Y al salir me dijo: ¡®seguramente me he lesionado porque este a?o no tocaba ganar, pero el a?o que viene vengo aqu¨ª a ganar¡¯. Cuando un t¨ªo te dice esto¡ Yo, que he sido jugador, te lo tomas con mucho respeto¡±, prosigue el barcelon¨¦s.
Era un aut¨¦ntico terremoto. Quer¨ªa comerse el mundo, pero con humildadCARLOS MOY?, ENTRENADOR
Habla Costa de un joven que era puro nervio, del ¨²nico tenista junto a Mats Wilander (1982) que ha sido capaz de irrumpir en Par¨ªs por primera vez y elevar el trofeo. ¡°Cuando t¨² eres representante de deportistas fichas a gente especial, pero sobre todo a gente que gana. Cuando decidimos ficharle a ¨¦l, con 13 ¨® 14 a?os, lo hicimos porque lo ganaba todo. Pero es que adem¨¢s ten¨ªa un im¨¢n, un carisma especial. Con cuatro charlas ya te dabas cuenta de que ten¨ªa algo distinto¡±, contin¨²a. ¡°No le ten¨ªa miedo a nada¡±, precisa ?ngel Ruiz Cotorro, el doctor del campe¨®n. ¡°Se mov¨ªa sin ning¨²n complejo. Era algo t¨ªmido, pero al mismo tiempo era muy espont¨¢neo y ten¨ªa esa expresividad y andaba de arriba abajo todo el rato. Al fin y al cabo, era un cr¨ªo. Luego te sorprend¨ªa por la madurez que ten¨ªa y el c¨®mo afront¨® ese reto de ser uno de los favoritos. Era una estrella sin comportarse como una estrella. No le molestaba la gente, todo le parec¨ªa bien¡±, agrega el galeno.
Nadal eclosion¨® definitivamente ese 5 de junio en Par¨ªs, pero ven¨ªa avisando desde los j¨²niors y en la antesala al torneo. Hab¨ªa ganado en Montecarlo, Barcelona y Roma, y al aficionado ya saboreaba al nuevo fen¨®meno. ¡°Era un ni?o, claro. Pero era un ni?o distinto porque no paraba quieto, se mov¨ªa much¨ªsimo. Era de una hiperactividad tremenda, ?tremenda!¡±, cuenta Benito P¨¦rez-Barbadillo, su responsable de comunicaci¨®n, que entonces todav¨ªa no formaba parte del equipo y trabajaba para la ATP; ¡°pese a la magnitud del torneo y a su edad, ¨¦l lo disfrut¨®. En el vestuario, ve¨ªas a las figuras serias y Rafa, mientras tanto, estaba dando botes y movi¨¦ndose de un lado a otro. Cuando llega un jugador nuevo suele estar cohibido o impresionado por lo que ve ah¨ª dentro, pero ¨¦l no, desde el principio fue uno m¨¢s. Les ten¨ªa respeto, pero no porque fueran tal o cual. Ese desparpajo lo ten¨ªa solo ¨¦l¡±.
Era un ni?o distinto, de una hiperactividad tremenda, ?tremenda! No parabaBENITO P?REZ-BARBADILLO, COMUNICACI?N
P¨¦rez-Barbadillo recuerda c¨®mo a ese chico se le atragantaba el ingl¨¦s, pero ni aun as¨ª se daba por vencido. ¡°Entonces lo hablaba fatal, pero las ruedas de prensa eran muy divertidas porque se inventaba palabras y nos hac¨ªa gui?os para que le ech¨¢semos una mano. No sab¨ªas por d¨®nde te iba a salir¡±, sigue el jerezano. ¡°Nos re¨ªamos bastante porque ten¨ªa mucha cara y nada de verg¨¹enza¡¡±, recoge Carlos Moy¨¤, su actual preparador, junto a Francis Roig, y modelo a seguir para Nadal. ¡°Ya era muy amigo m¨ªo y en ¨¦sa ¨¦poca yo le puteaba. ?l era el jovencillo, pero como siempre era mejor que ¨¦l a la Play lleg¨¢bamos a un acuerdo y se la liaba de alguna forma: le hac¨ªamos bajar a la recepci¨®n del hotel y tener que decir algo¡ Se montaban buenos shows¡±, dice entre risas.
¡°Yo tambi¨¦n participaba¡±, se suma Juan Carlos Ferrero, exn¨²mero uno y campe¨®n de Roland Garros en 2003. Otro de esos veteranos que vio el fervoroso despertar de un competidor fuera de lo normal. ¡°Ya se le ve¨ªa un potencial muy grande y f¨ªsicamente ya estaba muy hecho para la edad que ten¨ªa. Yo sol¨ªa ir a jugar al golf con ¨¦l y me impresionaba la competitividad que ten¨ªa ah¨ª tambi¨¦n. A esa edad, mentalmente ya era de otra pasta. Ah¨ª te das cuenta del gen que tiene. Se sent¨ªa fort¨ªsimo en cualquier deporte, y dentro de la pista todav¨ªa m¨¢s¡±, prolonga el valenciano, que ahora moldea al prometedor Carlos Alcaraz.
Ese a?o, 2005, Nadal aterriz¨® en Par¨ªs sin mucha m¨¢s compa?¨ªa que la de su t¨ªo y Costa. Lleg¨® con 18 a?os y regres¨® con 19 a Manacor. Entonces, sus din¨¢micas eran bien distintas. ¡°Quiz¨¢ no respiraba tenis las 24 horas, sino que era m¨¢s inocente. Recuerdo una vez que en medio de una rueda de prensa le llam¨® su madre y cogi¨® el tel¨¦fono¡ Es su personalidad. Era un chaval fresco y ten¨ªa mucha m¨¢s energ¨ªa, much¨ªsima vitalidad. Cada noche ¨ªbamos a cenar al Pizza Pino¡ Pero el d¨ªa de partido hab¨ªa tensi¨®n y ¨¦l lo asum¨ªa todo con much¨ªsima seriedad, responsabilidad y a tope. Era un t¨ªo concentrado en lo suyo, obsesivo. Iba a partido, como siempre lo ha hecho¡±, radiograf¨ªa el agente.
Costa y Toni compart¨ªan largos paseos por la ciudad y depart¨ªan horas y horas sobre tenis. ¡°Est¨¢bamos solo nosotros tres. Ten¨ªamos menos compromisos con la prensa, lo que significa que Rafa ten¨ªa m¨¢s tiempo para ¨¦l. Sol¨ªamos ir con otros jugadores a cenar, con Moy¨¤, Ferrer y alg¨²n entrenador, o a veces se iba con siete argentinos. Pero ahora no, ahora vamos en equipo. Ahora es m¨¢s complicado para ¨¦l ir por la calle, as¨ª que se encierra en el hotel [situado muy cerca de los Campos El¨ªseos]. Antes pasaba m¨¢s tiempo en el club, porque entonces no ten¨ªamos un equipo como tal, en torno al cual organizar el d¨ªa. La familia no vino los d¨ªas previos, como ahora, sino cuando ya hab¨ªa avanzado en el torneo¡±, contin¨²a el representante.
El despegue de Nadal, un chico de pueblo que interactuaba con espontaneidad, fuera quien fuera el interlocutor, simboliz¨® un aut¨¦ntico boom internacional. Su naturalidad y su est¨¦tica, con ese moreno mediterr¨¢neo, esa camiseta sin mangas y dos brazos como dos mazos, causaron sensaci¨®n entre un p¨²blico que asist¨ªa al tir¨¢nico dominio de Federer. Y en la ATP, claro, se frotaban las manos. ¡°Aunque hab¨ªa ya mucho jugador europeo, el tenis era un mundo muy dominado por los anglosajones¡±, introduce P¨¦rez-Barbadillo; ¡°yo intentaba potenciar a los latinos y ven¨ªa bien que un chaval tan joven fuera tan bueno, pero nosotros intentamos que ¨¦l se convirtiera en una estrella mundial, no solo latina. Se evit¨® estereotiparlo, como hacen tradicionalmente los americanos, porque quer¨ªamos que su impacto fuese global¡±.
Era inocente. Una vez le cogi¨® el tel¨¦fono a su madre en una rueda de prensa...CARLOS COSTA, AGENTE
R¨¢pidamente fue cogiendo vuelo y esa edici¨®n fue sorteando los obst¨¢culos con el oficio de los elegidos. Primero cay¨® B¨¹rgsmuller. Despu¨¦s, Xavier Malisse. Y en la tercera ronda choc¨® con Gasquet, otro talentoso jugador con el que hab¨ªa compartido brillo como juveniles. ¡°Yo le plante¨¦ una foto delante de la Torre Eiffel para hacer algo distinto, con la torre de fondo. ?l me dijo: ¡®espera, espera, vamos a hacerla en otro momento¡¡¯. Jugaba contra Richard, y le ten¨ªa much¨ªsimo respeto; no miedo, pero s¨ª mucho respeto por su rivalidad en los j¨²niors. Le gan¨® con bastante comodidad y entonces s¨ª hicimos la foto en Trocadero¡±, recupera el relaciones p¨²blicas.
M¨¢s adelante le toc¨® un ¨¢spero partido con Sebastien Grosjean, que le ech¨® el p¨²blico encima. Nadal sufri¨® un breve colapso, pero reaccion¨® como un torbellino. ¡°Aquel d¨ªa los aficionados no se portaron bien¡±, matiza Ruiz Cotorro. ¡°Y tambi¨¦n nos llevamos un susto porque pens¨¢bamos que ten¨ªa algo en la pierna, pero le hab¨ªa picado una avispa¡±, a?ade. A continuaci¨®n se deshizo de David Ferrer y en semifinales toc¨® turno con Federer. ¡°Le jug¨® de cara a cara¡±, ilustra el m¨¦dico. ¡°Y yo me quedo con el buen rollo entre ellos, y tambi¨¦n entre las familias y los equipos tanto el d¨ªa antes como despu¨¦s del partido. Luego vino Roger y nos felicit¨® a todos. Me gust¨® mucho el feeling de respeto que hubo. En la final fue diferente¡±, valora Costa.
No le ten¨ªa miedo a nada. Se mov¨ªa con respeto, pero sin ning¨²n tipo de complejo?NGEL RUIZ COTORRO, M?DICO
El careo con Puerta, zurdo como ¨¦l y del que apenas hay rastro desde que trascendiera su sanci¨®n por dopaje, empez¨® trastabillado. Pero el mallorqu¨ªn se rearm¨® y tambi¨¦n supo resolver un desenlace con suspense, porque el argentino amenazaba con levantarse y disput¨® la cuarta manga hasta el ¨²ltimo aliento. ¡°Se enred¨®, pero psicol¨®gicamente Rafa reaccion¨® muy bien. Era uno de esos partidos que hay que ganar s¨ª o s¨ª, y lo hizo. Era pura fuerza, pura competici¨®n, pura energ¨ªa. Un portento. Cost¨®, y en algunos momentos se me pas¨® por la cabeza eso de ¡®a ver si se nos va a escapar¡¡¯. Pero consigui¨® enderezar muy bien la situaci¨®n. Explot¨® como un volc¨¢n¡±, ilustra Ruiz Cotorro.
L¨®gico, seg¨²n Moy¨¤. ¡°Era un terremoto. Quer¨ªa comerse el mundo, pero con humildad. Eran dos personas distintas: un chaval de 18 a?os fuera de la pista y un fuera de serie dentro. Sufr¨ªa una transformaci¨®n¡±, zanja el t¨¦cnico. Y as¨ª, mordisco a mordisco, Nadal devor¨® por primera vez Par¨ªs.
EL TRAZADO HACIA EL PRIMER GRANDE
1? ronda: 6-1, 7-6(4) y 6-1 a Lars Burgsm¨¹ller (ALE), en 1h 45m.
2? ronda: 6-2 y 6-2 y 6-4 a Xavier Malisee (BEL), en 1h 51m.
3? ronda: 6-4, 6-3 y 6-2 a Richard Gasquet (FRA), en 1h 49m.
Octavos: 6-4, 3-6, 6-0 y 6-3 a S. Grosjean (FRA), en 3h 11m.
Cuartos: 7-5, 6-2 y 6-0 a David Ferrer (ESP), en 2h 08m.
Semifinales: 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3 a R. Federer (SUI), en 2h 47m.
Final: 6-7(6), 6-3, 6-1 y 7-5 a Mariano Puerta (ARG), en 3h 24m.
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