Sergi Barju¨¢n: ¡°El gol de Ronaldo al Compostela es para llevarse las manos a la cabeza¡±
El exlateral internacional del Barcelona y el Atl¨¦tico qued¨® hipnotizado por la jugada del brasile?o en 1996, que a Robson le evoc¨® a Pel¨¦ de joven
Hay futbolistas cuyo paso por un club se resume en un gol, expresi¨®n de una trayectoria tan corta como excitante y, al mismo tiempo, anuncio de una carrera prodigiosa culminada con un doble triunfo en la Copa del Mundo. As¨ª se explica el impacto que tuvo el tanto que marc¨® Ronaldo Nazario (R¨ªo de Janeiro, 43 a?os) en el Multiusos de San L¨¢zaro de Compostela el 12 de octubre de 1996 cuando a sus 20 a?os era jugador del Bar?a.
¡°Tal que fuera un acto reflejo de cuantos est¨¢bamos en el campo, yo tambi¨¦n me llev¨¦ las manos a la cabeza. La jugada no me pill¨® en el mejor sitio y, adem¨¢s, hab¨ªa neblina, circunstancia que de todas maneras no impidi¨® que celebr¨¢ramos el gol con asombro porque nos pareci¨® imposible: arranc¨® de lejos, le encimaron hasta cinco rivales, trastabill¨® antes de rematar mordido y la col¨®¡±, reflexiona Sergi Barju¨¢n (Les Franqueses, Barcelona; 48 a?os).
¡°El impacto fue tremendo¡±, prosigue el que fuera lateral internacional azulgrana y del Atl¨¦tico. ¡°Hay un detalle que le convierte en un gol especial: su valor aument¨® a medida que lo ve¨ªas repetido y la gente te preguntaba por tu recuerdo; cada vez que lo pasaban por la tele te parec¨ªa mejor; disfrut¨¦ m¨¢s en las repeticiones casi que en directo¡±, subraya quien jug¨® con las tres erres: Romario, Ronaldo y Rivaldo.
¡°Mi taquilla estaba junto a la de Romario, el mejor en el ¨¢rea, y siempre he tenido una buena relaci¨®n con Rivaldo, el francotirador que met¨ªa los goles de tres en tres en los escenarios m¨¢s complicados y en el instante necesario, como aquel d¨ªa en que su chilena en el ¨²ltimo minuto ante el Valencia nos llev¨® a Europa¡±, sostiene Sergi. ¡°No parec¨ªa brasile?o como Romario y Ronaldo¡±. Triste y melanc¨®lico ¡ª¡°introvertido¡±, matiza Sergi¡ª Patapalo, como defin¨ªan a Rivaldo, era el problema y la soluci¨®n del juego de la misma manera que Ronaldo condicion¨® el despliegue en la cancha y fue la alegr¨ªa del vestuario en tiempos de combusti¨®n t¨¦cnica en el Camp Nou por el despido de Johan Cruyff, la anunciada llegada de Louis Van Gaal y las broncas hacia Bobby Robson si no pon¨ªa a Lo Pelat.
Hab¨ªa que lanzar al Fen¨®meno Ronaldo y Pep Guardiola e Iv¨¢n de la Pe?a, Lo Pelat, filtraban los mejores pases para el 9. El gol de Compostela, sin embargo, vino de una pelota peleada por Popescu con Mauro y Passi que Ronaldo recogi¨® en su campo para enfilar al meta Fernando. Chiba, Jos¨¦ Ramon, William y Bellido fueron desbordados en una carrera de 48 metros, en 11 segundos y despu¨¦s de 14 toques de Ronaldo.
¡°El gol tiene fuerza porque expresa las virtudes de Ronaldo: potencia, velocidad, regate y tiro¡±, relata Sergi. ¡°Era rapid¨ªsimo con el bal¨®n, en la conducci¨®n y en la aceleraci¨®n, y ejecutaba muy deprisa¡±, explica Sergi. ¡°Explosivo f¨ªsicamente, dominaba la bola con su t¨¦cnica. No hab¨ªa forma de tirarle porque era una fuerza de la naturaleza, un toro; eliminaba a los rivales mientras ganaba metros. Imparable¡±, remata Sergi.
Ronaldo absorb¨ªa el juego, no necesitaba asociarse, tampoco destacaba por su visi¨®n perif¨¦rica, sino que su instinto le llevaba a apuntar al marco contrario como si fuera una bola de fuego, o una manada de b¨²falos, en expresi¨®n acu?ada por Jorge Valdano. A veces se parec¨ªa a Alberto Tomba, sobre todo en jugadas como el eslalon de Compostela, y en ocasiones remit¨ªa a la figura de Michael Jordan, como en aquel gol que le endos¨® al Valencia.
¡°Aquel fue un tanto muy celebrado en el Camp Nou mientras que el de Compostela lleg¨® a todo el mundo¡±, matiza Sergi, igualmente autor de un gol espectacular en Eindhoven en los cuartos de final de la UEFA 1995-1996. ¡°?No fue lo mismo!¡±, se r¨ªe correcaminos Sergi. ¡°Yo met¨ª pocos goles¡±, explica. ¡°El goleador era Ronaldo¡±, prosigue. El brasile?o cont¨® 48 tantos en 49 partidos, campe¨®n de la Recopa y de la Copa, final que alcanz¨® despu¨¦s de un ¨¦pico partido de cuartos de final contra el Atl¨¦tico de Pantic (5-4), compendio de la volc¨¢nica temporada del Barcelona.
A pesar de su condici¨®n de Pichichi, sabedor el vestuario ¡°desde el primer d¨ªa que ser¨ªa un fuera de serie y un compa?ero divertido por su contagiosa alegr¨ªa¡± ¨Cpalabra de Sergi¡ª el presidente Josep Llu¨ªs N¨²?ez le traspas¨® al Inter despu¨¦s de que, seg¨²n dijo, se le apareciera la Virgen. N¨²?ez se sinti¨® chantajeado y factur¨® al brasile?o cuya carrera no se detuvo en Mil¨¢n, sino que tambi¨¦n pas¨® por Madrid ¡ªimposible olvidar su hat trick en Old Trafford¡ª, hasta que las rodillas no aguantaron tanto giro y tanta carga ya advertida en Compostela.
Acompa?ado de su ayudante Jos¨¦ Mourinho, Robson advirti¨®: ¡°Ronaldo me recuerda a Pel¨¦ de joven¡±. Y, al igual que Sergi, se llev¨® las manos a la cabeza, como cuando, siendo seleccionador ingl¨¦s, contempl¨® los dos goles de Diego Maradona en M¨¦xico 86.
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