James y el Madrid firman la separaci¨®n
El colombiano, el quinto fichaje m¨¢s caro en la historia del club blanco, se marcha al Everton al cobijo de nuevo de Ancelotti tras su tormentosa relaci¨®n con Zidane
James Rodr¨ªguez y el Real Madrid firmaron definitivamente los papeles del divorcio. Emocionalmente se hab¨ªa alejado hace tiempo, pero este lunes se ejecut¨® su ruptura. Despu¨¦s de seis a?os de uni¨®n, con un comienzo muy esperanzador y un desarrollo insatisfactorio para ambas partes, la separaci¨®n es un hecho. El colombiano, el quinto fichaje m¨¢s caro de la historia del club blanco (75 millones), se marcha al Everton por 22,5 millones al calor de su pater Carlo Ancelotti, el que lo recibi¨® en el Bernab¨¦u en 2014, le dio cobijo en M¨²nich cuando la relaci¨®n del cafetero con Zidane se rompi¨®, y lo recupera ahora en Goodison Park. El italiano extrajo lo mejor de su zurda en la Castellana y buscar¨¢ devolverlo a la ¨¦lite. No ser¨¢ un problema de edad: tiene 29 a?os y unas piernas poco gastadas en los ¨²ltimos tiempos.
La relaci¨®n con el entrenador franc¨¦s ya era irrecuperable y, a la vuelta del confinamiento, James claudic¨®. Antes de viajar a San Mam¨¦s, a falta de cuatro jornadas para el final de la Liga, se reuni¨® con el t¨¦cnico y le comunic¨® que, para no jugar, mejor se quedaba en casa. Y as¨ª fue hasta la conclusi¨®n de la pasada temporada, un ejemplo que tambi¨¦n sigui¨® Bale en el ¨²ltimo instante. Desde ese momento, el colombiano, que le quedaba un a?o de contrato, activ¨® la maquinaria para lograr una salida que conviene a todos: ZZ se quita una distorsi¨®n; el club, un sueldo importante en pleno ajuste de cintur¨®n e ingresa 22,5 millones; y el jugador abre las ventanas en busca de otra oportunidad. Ha firmado con el Everton por dos temporadas y una tercera opcional.
La campa?a anterior, de hecho, ya hab¨ªa supuesto una bola extra no deseada para Zizou y James. El jugador, como reconoci¨® abiertamente despu¨¦s, quiso marcharse y a las oficinas lleg¨® una oferta estimable, de entre 40 y 50 millones del Atl¨¦tico, pero la tunda veraniega de 3-7 de los rojiblancos al inicio de un curso con demasiadas dudas abort¨® la operaci¨®n. El t¨¦cnico, que lo hab¨ªa llegado a apartar de algunos tramos de entrenamientos t¨¢cticos junto a Mariano y Bale, tuvo que aceptar lo inevitable y lo intent¨® por ¨²ltima vez: lo aline¨® de titular en cuatro de los siete primeros partidos del a?o.
Sin embargo, la convicci¨®n era tan d¨¦bil, o quiz¨¢s inexistente, que todo volvi¨® a romperse al primer revolc¨®n serio. En la derrota de Mallorca, en octubre, el cafetero disput¨® sus ¨²ltimos minutos en Liga hasta la sorprendente e irrelevante aparici¨®n en Anoeta, en junio. El divorcio era tan evidente y aceptado por todos que el colombiano aire¨® recientemente su incomprensi¨®n en un par de entrevistas sin que eso generara nada m¨¢s que un peque?o murmullo. ¡°?Por qu¨¦ no juego? Es una buena pregunta, tambi¨¦n lo quisiera saber. Es complejo mostrar tus capacidades teniendo pocos minutos¡±, lament¨® en su pa¨ªs.
Empacho final
Nunca se vio a un James mejor en Europa que a su llegada al Bernab¨¦u: 17 goles y 18 asistencias en los 46 encuentros que jug¨® (44 de titular) en la 2014/15, unos n¨²meros que reflejan la enorme incidencia que ten¨ªa como tercer volante en un 4-3-3 en el despliegue de un equipo que acab¨® la temporada sin ninguno de los tres t¨ªtulos grandes, lo que provoc¨® la salida de Ancelotti. Por la marcha del italiano o por la naturaleza dispersa del propio jugador, su peso relativo fue declinando. Aun as¨ª, siempre se las arregl¨® para sumar cifras con facilidad (ocho tantos y 10 pases en la 15/16, y 11 dianas y 13 asistencias en la 16/17), pese a que su importancia ya estaba muy matizada.
¡°A James e Isco hay que darles cari?o porque son muy buenos¡±, dijo Zidane nada m¨¢s llegar en 2016 al banquillo blanco sobre ambos, que ven¨ªan de no entenderse con Rafa Ben¨ªtez. El idilio con el colombiano, sin embargo, fue ef¨ªmero. Pocas semanas despu¨¦s fue desapareciendo de sus planes y al cabo de un a?o, tras ganar el Mundial de Clubes, enturbi¨® la celebraci¨®n al reconocer que estaba abierto a una marcha en ese mercado de invierno. No consum¨® su amenaza y tampoco cambi¨® su estatus. Hizo las maletas en verano, al entonces Bayern de Carlo Ancelotti, pero all¨ª tampoco ech¨® ra¨ªces en sus dos campa?as de cesi¨®n y se aboc¨® a un nuevo encuentro con Zidane, que ninguno pudo esquivar. En toda la temporada pasada apenas disput¨® el 15,6% de los minutos. Un postre innecesario porque ZZ y James ya estaban empachados el uno del otro.
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