La seducci¨®n m¨¢s dif¨ªcil de Zidane
El franc¨¦s, adem¨¢s de dar carrete a los j¨®venes, afronta el reto de repetir t¨ªtulo en el torneo m¨¢s engorroso para su vieja guardia y el favorito para ¨¦l
No hay t¨ªtulo que ilusione m¨¢s a Zidane que la Liga y no hay torneo que le cueste m¨¢s a su vieja guardia en el vestuario que precisamente la Liga. Una circunstancia compleja que el entrenador franc¨¦s resolvi¨® la temporada pasada con su afamada mano izquierda. Tras dos cursos sin ninguna opci¨®n, rendida la plantilla ya en Navidades, consigui¨® que el equipo volviera primero a competir y luego a ganar el campeonato. Ahora, apenas ocho semanas despu¨¦s de festejar en el desierto de Valdebebas, debe echar mano de nuevo de toda su capacidad de seducci¨®n, que no es poca, para volver a dirigir a ese grupo en los engorrosos compromisos de cada fin de semana, sin el confeti europeo que tanto les coron¨® y que ¨²ltimamente tan lejos les ha quedado. La primera parada, este domingo en Anoeta ante la Real Sociedad (21.00, Movistar LaLiga).
Dispone el galo de una camada de j¨®venes, el ¨²ltimo el repescado Odegaard, a los que dar carrete para allanar una transici¨®n lo m¨¢s tranquila y natural posible, pero con un t¨¦cnico siempre tan cuidadoso con las jerarqu¨ªas y en un verano sin fichajes, al menos de momento, cuesta trabajo imaginar al conjunto blanco levantando un nuevo trofeo sin el rendimiento ¨®ptimo de los veteranos. Una generaci¨®n de ¨¦xito en Europa y, al mismo tiempo, a rebufo a menudo del Barcelona en las citas caseras, una circunstancia que solo se explica por su talento para los esfuerzos cortos y especiales, y su frecuente agotamiento en los largos y rutinarios.
Los veteranos sufren en Liga igual que la mayor¨ªa de las plantillas del Madrid de los ¨²ltimos 30 a?os: solo una vez gan¨® dos seguidas
Estas dificultades con la Liga vienen, en realidad, de muy atr¨¢s. Desde que el Real Madrid alz¨® la s¨¦ptima orejona, hace 23 a?os, ha ganado tantas Champions como torneos dom¨¦sticos: siete. A veces, incluso, su problema fue competir, porque en la mitad (ocho) de los cursos en los que no sali¨® campe¨®n (16) acab¨® a nueve puntos o m¨¢s del l¨ªder. Y en los dos anteriores al ¨¦xito de la coronaliga toc¨® fondo: termin¨® a 17 (todav¨ªa con Cristiano) y 19 puntos, respectivamente. En todo ese periodo, el Barcelona ha conseguido 12 laureles y, en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, solo una vez los blancos enlazaron dos t¨ªtulos consecutivos (2006/07 y 2007/08).
En este contexto que excede lo puramente futbol¨ªstico y alcanza lo mental, Zidane encuentra una noticia alentadora y otra inquietante. ?l ha sido el ¨²nico t¨¦cnico de los ¨²ltimos a?os capaz de sonre¨ªr en la Liga con el grupo actual de futbolistas (ha ganado dos en tres campa?as completas, cinco en total), algo que no consiguieron Carlo Ancelotti (dos cursos completos), Rafa Ben¨ªtez (relevado por Zizou en la jornada 18 de la 2015/16, a cuatro puntos del l¨ªder Atl¨¦tico), Julen Lopetegui (cesado en la jornada 10 de la 18/19, a siete puntos del Bar?a) ni Santiago Solari (despedido en la 27 de ese mismo a?o, a 12 puntos de los azulgrana). El dato preocupante para sus intereses es que ¨¦l tambi¨¦n sufri¨® la desconexi¨®n de ese equipo en su anterior etapa en el banquillo de Chamart¨ªn.
El valor de un men¨² del d¨ªa
Tras ganar la Liga y la Champions en 2017, el Madrid pas¨® en apenas unas semanas de aspirar a un largo reinado en todos los territorios a quedarse a 14 puntos de los azulgrana en casa antes de acabar la primera vuelta. Este hundimiento dom¨¦stico en la 2017/18 no fue una novedad: ya le ocurri¨® cinco a?os antes con Mourinho, tras adjudicarse su anterior t¨ªtulo liguero, en la 2011/12. El Madrid ha levantado pocas Ligas esta d¨¦cada (3), y en general en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, y las ha defendido mal.
Zidane es el ¨²nico entrenador reciente que ha triunfado en el torneo con el actual n¨²cleo duro, aunque tambi¨¦n sufri¨® su desconexi¨®n
A los blancos, pues, no les va a quedar otro remedio que luchar contra su inercia reciente a la hora de gestionar las resacas caseras. Y para ese reto cuenta con un arma que no todos disponen sin haber gastado un duro: una bater¨ªa de j¨®venes con los que airear la habitaci¨®n, alimentar la competencia e ir preparando el futuro inmediato. Ya intent¨® una operaci¨®n similar en la 2017/18, tambi¨¦n despu¨¦s de adjudicarse la Liga anterior y con Zidane al mando, pero las incorporaciones de Theo, Ceballos, Mayoral, Vallejo, Marcos Llorente o Achraf resultaron en balde. No parece que ahora, con Vinicius, Rodrygo, Jovic, Valverde o Milit?o, la situaci¨®n sea la misma. Varios de ellos, por ejemplo, ya fueron importantes en el ¨²ltimo t¨ªtulo. Odegaard es el ¨²ltimo en sumarse despu¨¦s de su gran despliegue con la Real Sociedad.
De c¨®mo maneje Zidane a este batall¨®n de muchachos depender¨¢ la frescura del equipo en un trayecto que a menudo se le ha hecho tan largo. Y tambi¨¦n de Hazard, la gran apuesta econ¨®mica para el ataque ¡ª160 millones seg¨²n los medios belgas, 60 m¨¢s que la cifra ofrecida el pasado verano¡ª que sigue sin estar a punto (no viaja a San Sebasti¨¢n).
Zizou, que ya se libr¨® de James y Bale (este s¨¢bado se hizo oficial su cesi¨®n por un a?o al Tottenham), se enfrenta a la misi¨®n de volver a persuadir a los veteranos mientras impulsa a los j¨®venes apelando al esp¨ªritu colectivo que tan bien le fue el curso anterior. ?l, que como jugador casi siempre se distingui¨® por su lucimiento en los grandes banquetes, les advierte ahora a los suyos del valor de un buen men¨² del d¨ªa. ¡°Si nos entrenamos bien, si queremos, si jugamos como equipo, igual que tras el confinamiento, tendremos oportunidades de ganar cosas¡±, se?al¨® este s¨¢bado.
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