El elixir de la felicidad de Roglic
Tercer triunfo de etapa del esloveno, que en el repecho de Suances recupera el maillot rojo de l¨ªder de la Vuelta
En las monta?as y en las playas, a la luz de oto?o sombr¨ªo, bajo el diluvio helado y a la luz del sol de finales de octubre que se resiste a hundirse en el mar, descendiendo hasta los acantilados y volviendo cuesta arriba al centro de Suances, cada d¨ªa, y cada d¨ªa m¨¢s, la Vuelta es el videojuego que tanto le gusta a Roglic, el de las Tortugas Ninja Mutantes d¨¢ndose de pu?etazos con los Spider-Man de colores, y se dan y se dan horas y horas y nadie se cae, y el que se cae se levanta, y as¨ª est¨¢n Carapaz y Roglic, que en el repecho de Suances negaron a los especialistas el derecho a ganar la etapa, y Carapaz con su Amador lanz¨® al pelot¨®n desde lejos, buscando algo en la curva peligrosa, pero fue Roglic el que dio el ¨²ltimo pu?etazo del d¨ªa, y con 3s de ventaja m¨¢s los 10s de la bonificaci¨®n por su tercer triunfo de etapa, recuper¨® el maillot rojo de l¨ªder a igualdad de tiempos con Carapaz, pero con mejores puestos en las 10 etapas disputadas.
Contra la mayor¨ªa que proclama que vivir es aprender a envejecer, y a morir, el esloveno es de la minor¨ªa selecta que cree que madurar consiste en aprender a volver ser ni?o, y as¨ª lo dice cuando explica que sufri¨® tanto en el Tour que perdi¨®, que el estr¨¦s del d¨ªa a d¨ªa fue tan insoportable, que decidi¨® darle una vuelta a su cabeza y pensar que lo mejor era intentar divertirse y ser feliz, y que desde que comenz¨® la Vuelta, y la comenz¨® ganando el primer d¨ªa en Arrate, est¨¢ contento, alegre y feliz, y que todos los d¨ªas busca esa felicidad, y, al parecer, solo la encuentra ganando.
Para la victoria de Suances al final de un d¨ªa que atraves¨® Cantabria de Oriente a Occidente, salt¨¢ndose uno a uno r¨ªos y valles, Ag¨¹era, As¨®n, Miera, Pas, Besaya, Saja, Roglic se inspir¨® en el v¨ªdeo que vio la noche anterior del triunfo del campe¨®n del mundo Paolo Bettini en 2008. Sali¨® con tanta dinamita que palidecieron hasta parecer sosas tanto la arrancada de Guillaume Martin como la tensi¨®n que intent¨® mantener Carapaz, quien crey¨® por un momento encontrarse en Frascati, en el repecho del Giro del 19 en el que Roglic se sent¨® antes que ¨¦l por primera vez.
M¨¢s de media Vuelta ha pasado y a¨²n no ha tenido su oportunidad ninguno de los secundarios que normalmente encuentran su minuto de gloria en la carrera espa?ola. Este a?o, sin apenas competiciones en Espa?a, lo necesitan m¨¢s que nunca, su foto triunfante, su entrevista feliz, su ilusi¨®n colmada, y no parece que este fin de semana, el de la Asturias recorrida no a trav¨¦s de sus valles sino de sus monta?as, lo vayan a encontrar. Ser¨¢n dos d¨ªas de intensidad plena. El s¨¢bado, Colladona, Cobertoria, San Lorenzo y final en La Farrapona, en los Lagos de Somiedo, donde hay osos, en 170 kil¨®metros; el domingo, Mozqueta, Cordal e imposible Angliru en solo 109 kil¨®metros.
¡°Y no solo ser¨¢ con Carapaz con quien luche¡±, advierte Roglic, pele¨®n, que habla de los tan combativos muchachos del Movistar, del Valverde que como ¨¦l busca regresar a la infancia y a los 40 a?os se descubre casi hiperactivo, con hormigas en las piernas y en la cabeza, del Enric Mas que suspira aliviado porque no har¨¢ fr¨ªo en estas monta?as y porque adem¨¢s ser¨¢n etapas de puertos encadenados, mucho m¨¢s adaptados a su pedalada ligera. Y all¨ª, a menos de un minuto, Dan Martin, el irland¨¦s que siempre est¨¢ ah¨ª aunque no se le vea, y Hugh Carthy, el ciclista larguirucho (1,93 metros), paciente y escalador que se dio a conocer al mundo justamente en Asturias, ganando en el Acebo y la Vuelta a Asturias hace cuatro a?os, cuando decidi¨® que crecer¨ªa poco a poco. Y cree que a los 26 a?os, en 2020, el a?o en que los j¨®venes sorprendentes lo ganan todo, ya ha llegado su momento, que ¨¦l ser¨¢ el ciclista ingl¨¦s desconocido que gane la Vuelta.
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