Un tercio de Espa?a no vio el gol de Maceda
Un rayo averi¨® un repetidor y ni en Andaluc¨ªa ni en Extremadura se vio el tanto que elimin¨® a Alemania en la Eurocopa del 84: la gente lo oy¨® por la radio
No lleg¨® al rango de los goles de Zarra, Marcelino, Torres o Iniesta, pero el de Maceda a Alemania en Par¨ªs les anduvo cerca. Fue el 6 de junio de 1984 y un tercio de Espa?a se qued¨® sin verlo.
Sucedi¨® en aquella Eurocopa a la que nos clasificamos con el c¨¦lebre 12-1 a Malta. Nos toc¨® un grupo con Ruman¨ªa, Portugal y Alemania (Occidental, a¨²n no estaban unificadas las dos mitades). Con los dos primeros empatamos y ni fu ni fa. Ahora hab¨ªa que ganar a Alemania si quer¨ªamos clasificarnos pasara lo que pasara en el Portugal-Ruman¨ªa, que se jugaba simult¨¢neamente.
Alemania produc¨ªa terror. Finalista del Mundial de Espa?a 82, ten¨ªa a Schumacher, Stielike, Briegel, Brehme, Allofs, Voeller, Rummenigge¡ Jam¨¢s la hab¨ªamos ganado en partido oficial.
Yo entonces viv¨ªa en Sevilla, como Delegado de EL PA?S para Andaluc¨ªa. El partido no ata?¨ªa a mi trabajo. Despach¨¦ las cosas del d¨ªa y me fui a verlo tranquilamente a mi apartamento, con dos amigos. Alemania jugaba con soser¨ªa, pero cuando se acercaba era tremebunda. En la primera parte, am¨¦n de forzar varias paradas milagrosas de Arconada, estrell¨® tres tiros al palo. En el 44 pudimos adelantarnos con un penalti, pero Carrasco lo tir¨® sin confianza y par¨® Schumacher.
As¨ª que no esper¨¢bamos nada cuando a las 21.32, reci¨¦n empezada la segunda mitad, la pantalla se fue bruscamente a negro. Ser¨¢ pasajero, pensamos. Pero duraba. Ni volv¨ªa la se?al ni aparec¨ªa r¨®tulo explicativo. Llam¨¦ a dos o tres amigos de Sevilla. Tambi¨¦n ten¨ªan la tele en negro. Llam¨¦ al corresponsal de Granada. Tambi¨¦n. Y al de Huelva. Tambi¨¦n en negro. Avis¨¦ a Madrid y nos fuimos a la delegaci¨®n, a indagar y hacer la informaci¨®n pertinente. All¨ª, m¨¢s llamadas. Al centro regional de RTVE, que daba saturado. A los restantes corresponsales de Andaluc¨ªa, incluso a Badajoz. Lo mismo. En Madrid me dec¨ªan que en el resto de Espa?a s¨ª se ve¨ªa.
La pantalla segu¨ªa en negro. Alguien sugiri¨® que con el espacio de emisi¨®n al pairo, cualquiera podr¨ªa emitir cualquier mensaje y hasta sugiri¨® un sabotaje de la ETA, o un nuevo 23F. Mientras, la radio informaba de m¨¢s paradas de Arconada. A eso de las 22.05, gol de Portugal a Ruman¨ªa. Quedan diez minutos y con ese 1-0 y nuestro 0-0 est¨¢bamos eliminados. De repente la radio grit¨® el milagro: ????Goooooollll!!!!. ????Goooool de Macedaaaaa¡!!!!. Hab¨ªa sido un saque de falta de Francisco, que envi¨® el bal¨®n a Se?or, cuyo centro preciso cabece¨® el asturiano. A¨²n no se apagaba el eco cuando termin¨® el partido. ?Ganamos a Alemania! ?Pasamos con Portugal, dejando fuera a los alemanes!
Y nosotros nos lo hemos perdido, pensamos enseguida. La pantalla segu¨ªa en negro. En el centro regional nadie contestaba. Ya hab¨ªa acabado el partido, ser¨ªan las 23.40, cuando al menos apareci¨® un r¨®tulo: ¡°RTVE Guadalcanal. Por causas ajenas a nuestra voluntad no podemos, por el momento, ofrecerles el programa nacional. Estamos a la espera de poder hacerlo. Gracias¡±. S¨®lo a las 00.20 apareci¨® un locutor en pantalla diciendo lo mismo. El d¨ªa siguiente hubo tiempo para hacer pesquisas y reconstruir lo ocurrido. En el centro regional no hab¨ªa nadie a la hora del partido. Tras la ¨²ltima desconexi¨®n regional aquello quedaba vac¨ªo. El director del centro estaba en Madrid. Cuando supo del hecho, tard¨® en encontrar a qui¨¦n movilizar, para el r¨®tulo y dem¨¢s.
La se?al viajaba del Pirul¨ª a Andaluc¨ªa por repetidores en Cenicientos (Madrid), Puerto de San Vicente (C¨¢ceres), Navalvillar de la Pela (Badajoz), Higuera de la Serena (Badajoz) y Guadalcanal (Sevilla). Estaban conectados por radio, pero a esa hora nadie atend¨ªa. De Sevilla parti¨® un equipo t¨¦cnico hacia Guadalcanal (dos horas de carretera), donde no se recib¨ªa se?al, y siguieron hacia Higuera de la Sierra, donde tampoco. Mientras, un equipo de Madrid que hizo el recorrido inverso vio que todo funcionaba hasta llegar a Navalvillar de la Pela, donde dos d¨ªas antes un rayo averi¨® el sistema el¨¦ctrico del repetidor. Para esa emergencia estaba prevista la entrada autom¨¢tica de un grupo electr¨®geno, con carga para dos d¨ªas, suficiente para cualquier reparaci¨®n. Funcion¨® y entreg¨® a la causa toda su vida programada hasta que cay¨® exhausto justo cuando en Par¨ªs empezaba el segundo tiempo del partido.
?C¨®mo no se detect¨® el corte cuando se produjo? Pues porque el encargado de aquel repetidor se hab¨ªa jubilado meses antes y aunque lo comunic¨® no se le hab¨ªa reemplazado. As¨ª funcionaba entonces RTVE.
Y as¨ª fue c¨®mo aquel gol de Maceda no se vio ni en Andaluc¨ªa ni en Extremadura. De paso, el sur de Portugal se qued¨® tambi¨¦n sin ver el gol de los suyos a Ruman¨ªa, porque la se?al de Eurovisi¨®n procedente de Par¨ªs les llegaba por el mismo camino.
Estos d¨ªas que tanto hablamos de Berlanga pienso cu¨¢nto partido le hubiera sacado a esta historia, con esos t¨¦cnicos saltando serran¨ªas en la noche en busca del problema.
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