Ni Madrid ni Bar?a, manda Simeone
El argentino lleg¨® en 2011 y, desde entonces, no solo no se discute su autoridad ni identidad sino que est¨¢ dispuesto a sobrevivir al Bar?a de Messi y al Madrid de Zidane
El Atl¨¦tico ha sido el ¨²nico equipo capaz de romper el bipartidismo que sostienen Bar?a-Madrid en LaLiga desde la temporada 2004-2005. Los rojiblancos ganaron el campeonato 2013-2014 y se presentan tambi¨¦n como el m¨¢ximo favorito para el t¨ªtulo 2020-2021. El hilo en com¨²n entre los dos equipos se llama Simeone, el entrenador que ha sido capaz de evolucionar el juego sin necesidad de cambiar de club, siempre fiel al Atleti, nada que ver con los cambios en los banquillos del Camp Nou y el Bernab¨¦u.
El Cholo lleg¨® en 2011 y, desde entonces, no solo no se discute su autoridad ni identidad sino que est¨¢ dispuesto a sobrevivir al Bar?a de Messi y al Madrid de Zidane. Simeone se ha enfrentado a Guardiola, Tito Vilanova, Tata Martino, Luis Enrique, Valverde, Quique Seti¨¦n y Koeman por parte azulgrana y por el bando madridista a Mourinho, Ancelotti, Ben¨ªtez, Zidane, Lopetegui y Solari. Hoy, casi una d¨¦cada m¨¢s tarde de sustituir a Manzano, el t¨¦cnico argentino aspira a doblegar a s¨ªmbolos como Koeman y Zidane.
El Atl¨¦tico ha edificado su obra a partir de Simeone mientras que al Madrid le cuesta encontrar consuelo a la ausencia de Cristiano Ronaldo y el Bar?a se desploma porque han ca¨ªdo las cuatro patas de la mesa: la institucional (dimiti¨® Bartomeu), la espiritual (se lesion¨® Piqu¨¦), la futbol¨ªstica (el tambi¨¦n abatido Ansu Fati) y la que aguanta a las otras tres y a todo el tinglado; el mustio Messi. La Comisi¨®n Gestora es un paraguas sin mango ni tela para combatir la tormenta deportiva y econ¨®mica que azota al Bar?a.
Ninguna jugada refleja mejor la situaci¨®n que la del gol que decidi¨® el Atl¨¦tico-Bar?a. El virtuosismo de Carrasco contrast¨® con el descontrol de Piqu¨¦ y la salida a destiempo de Ter Stegen, el futbolista que aspira a liderar a un equipo sin personalidad por el extrav¨ªo de Griezmann, Coutinho y Messi. El 10 no encuentra su sitio en el equipo porque se siente fuera del club ante el desespero del barcelonismo, acostumbrado a los procesos de autodestrucci¨®n del Camp Nou.
El Bar?a no sabe encontrar a Messi despu¨¦s de que el 10 salvara durante a?os al Bar?a. No es un equipo grande ni peque?o, sino indiferente, falto de juego y futbolistas, sin confianza y convicci¨®n, expuesto a los errores individuales en la cancha y a la desidia en la sala de prensa, capaz de remitirse a Dest contra el Madrid y a Pedri contra el Atl¨¦tico. El guion se repite con independencia de los t¨¦cnicos de paso por el Camp Nou: a un buen partido le suceden un rosario de calamidades como las apreciadas en el Wanda.
Koeman corre el riesgo de ser tan previsible como Griezmann y Messi con el doble pivote y sus cambios despu¨¦s de acabar el partido del s¨¢bado sin un centrocampista por la lesi¨®n de Sergi Roberto. Nada que ver con el Bar?a de Guardiola que triunf¨® con siete medios y ni un delantero nato en la final del Mundial 2011 contra el Santos de Neymar. Tampoco el Madrid encuentra la estabilidad necesaria para asegurar la victoria en partidos que domina de salida en el marcador como frente al Villarreal. A pesar de tener un encuentro m¨¢s, el equipo de Zidane est¨¢ a tres puntos del Atl¨¦tico.
No aparece Hazard, tampoco resucitan Isco y Asensio y el Madrid est¨¢ a expensas de Sergio Ramos y Benzema, dos ilustres penalizados por la fatiga y las lesiones producto de un calendario atroz a causa de la covid-19. No es f¨¢cil mantener el equilibrio y LaLiga exige regularidad, virtud que s¨ª se observa de momento en el Atl¨¦tico. As¨ª lo aseguran los n¨²meros ¡ªinvicto, ha concedido ¨²nicamente dos goles y suma 18 en ocho partidos¡ª y las sensaciones, bueno en lo grueso y en lo fino, rico t¨¢cticamente y camale¨®nico para jugar distintos partidos en uno, poderoso en las distintas l¨ªneas con Oblak-Koke-Jo?o F¨¦lix y Luis Su¨¢rez.
Ya no es exclusivamente un equipo reactivo sino que puede ser generoso y agradable de ver, m¨¦rito de Simeone, incombustible en el Atl¨¦tico. Los rojiblancos incluso han conseguido tener la misma o una influencia superior que el Bar?a y el Madrid en la selecci¨®n plurinacional de Luis Enrique. El contexto favorece al Atl¨¦tico con el permiso de la Real Sociedad, cuya arrancada evoca al equipo campe¨®n de los ochenta, un motivo m¨¢s para amenazar el di¨¢logo Barcelona-Madrid.
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