Real Madrid-Atl¨¦tico, el derbi de la verdad
Despu¨¦s de esquivar el riesgo de quedarse fuera de los cruces de la Champions, miden en el Di St¨¦fano su solidez para seguir peleando por la Liga o mantener el liderato
La pandemia ha vaciado los estadios y comprimido los calendarios, de modo que la competici¨®n aprieta sin necesidad de que el hincha descontento, o asustado, participe en el asedio. La tensi¨®n vive en el frenes¨ª que va de la noche sobre el filo de la Champions el mi¨¦rcoles a la del derbi por la Liga de este s¨¢bado en el Alfredo di St¨¦fano (21.00, Movistar LaLiga). El Real Madrid no lleva ni una semana con s¨ªntomas de cierto restablecimiento, despu¨¦s de ganar con versiones muy s¨®lidas al Sevilla y al Borussia M?nchengladbach, y ya recibe en Valdebebas la siguiente prueba casi l¨ªmite.
El Atl¨¦tico se presenta m¨¢s lanzado que nunca en la Liga con Simeone, al frente de la clasificaci¨®n, con seis puntos de ventaja sobre los blancos y un partido menos. Del S¨¢nchez Pizju¨¢n el s¨¢bado pasado al Di St¨¦fano el mi¨¦rcoles, Zidane consigui¨® mantener al equipo en pie, pero llegado solo el siguiente s¨¢bado las opciones en el torneo dom¨¦stico pueden alejarse a una distancia abismal apenas a mediados de diciembre. ¡°Aqu¨ª hay solo siempre finales¡±, dijo este viernes Zidane.
En el otro banquillo, Simeone llega instalado en la encrucijada entre la audacia que los ha aupado a lo alto de la tabla de la Liga y la costumbre de la prudencia que los sac¨® el mi¨¦rcoles del sofoc¨®n que compartieron con sus rivales de este s¨¢bado, quedarse fuera de la Champions antes de alcanzar los cruces. Mientras se dirime con qu¨¦ vestimenta va a afrontar Simeone una temporada que puede ser larga como l¨ªder en solitario, al discurso le pone el mismo traje, inc¨®modo con los oropeles.
Los ¨²ltimos se los ech¨® encima este viernes por la ma?ana el entrenador del Madrid al evaluar si el Atl¨¦tico era ahora el principal favorito para ganar la Liga: ¡°S¨ª. Seguro. Es lo que est¨¢n demostrando en el campo. Hoy son primeros y siempre han sido un equipo competitivo¡±, dijo el franc¨¦s. Horas m¨¢s tarde el argentino esquiv¨® el halago, o la constataci¨®n, como si le hubieran lanzado un golpe: ¡°No suelo opinar de las opiniones de los colegas. Cada uno tiene una opini¨®n formada y la desarrolla como entiende. Y respeto cualquier tipo de opini¨®n, sea positiva o negativa¡±.
Mientras en el Atl¨¦tico se vacila entre la realidad clasificatoria y el discurso, en el Madrid no esquivan el desaf¨ªo y la autoexigencia. ¡°Sin pensar que somos los campeones, queremos defender lo que hemos ganado el a?o pasado¡±, afirm¨® Zidane, que como antes de recibir al Gladbach quiso transformar el v¨¦rtigo en fortuna. ¡°Es otra oportunidad de demostrar lo que somos como equipo¡±. La de este s¨¢bado la puede aprovechar con dos piezas que fueron fundamentales en los momentos de mayor solidez del armaz¨®n, pero que hab¨ªan ca¨ªdo lesionados: Carvajal y Valverde se encuentran ya en disposici¨®n de volver a jugar, a expensas de si Zidane se agarra al bloque que mantuvo del Sevilla al Gladbach y si vuelve a agitar el bombo de las variaciones. Del otro lado, Simeone tiene pendiente decantarse no solo entre el arrojo y la cautela, sino entre los galones de un Sa¨²l a la baja o el rendimiento demostrado por Herrera.
Sin tiempo para coger aire, el Di St¨¦fano sirve a Madrid y Atl¨¦tico otro test de estr¨¦s en un derbi por la Liga.
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