El ascensor de Lemar y Sa¨²l

De desahuciado a candidato a rehabilitado. De intocable, a suplente en el derbi y ante el Elche, el equipo de su ciudad. Thomas Lemar y Sa¨²l ?¨ªguez viven realidades muy dispares en este Atl¨¦tico que este martes defiende el liderato ante la Real Sociedad en Anoeta (19.45, Movistar LaLiga). El mediapunta franc¨¦s est¨¢ en plena ascensi¨®n, abri¨¦ndose un hueco en el once de Diego Pablo Simeone. Algo impensable cuando se abri¨® el mercado veraniego y todas las partes ¡ªclub, jugador y entrenador¡ª consideraban que lo mejor era buscar una salida. Hay pocos jugadores a los que Simeone haya dado tantas oportunidades sin apenas corresponderle en rendimiento. En el Atl¨¦tico hab¨ªa quien pensaba que, ante tantas noticias que le hab¨ªan situado fuera del club, el traspaso era lo mejor. Cerrado el mercado, en los despachos, y con el visto bueno de Simeone, se traz¨® un plan para reactivar an¨ªmicamente a un jugador que no daba problemas en la caseta, pero al que le faltaba su padrino Griezmann, y rumiaba que su juego ten¨ªa poco que ver con el libreto del t¨¦cnico.

El t¨¦cnico mantuvo una larga charla con Lemar el d¨ªa despu¨¦s de que se cerrara la ventana de fichajes. Y le dio cari?o tras su primer buen partido en Valencia, aunque le exigi¨® gol ante las ocasiones que fall¨®. En este periodo, un empleado del club se ha ocupado personalmente de estar muy encima de la segunda mayor inversi¨®n (70 millones de euros por el 70% de su pase) de la historia del club tras Jo?o F¨¦lix. En la mejor¨ªa experimentada, se ha visto a un jugador con m¨¢s volumen de juego y buenas intenciones que fuego real, pero muy metido en los partidos.

Sa¨²l, por su parte, no acaba de sentirse c¨®modo en este Atl¨¦tico que lidera la Liga con una propuesta m¨¢s ambiciosa. Si a Lemar le ha beneficiado esta versi¨®n menos especuladora de su t¨¦cnico, Sa¨²l se ha mostrado como un cuerpo extra?o en un equipo que ahora suele tener m¨¢s posesi¨®n. No ha terminado por enraizarse al nuevo juego ni como volante central ni ca¨ªdo a una banda. ¡°No atraviesa por su mejor momento¡±, ha admitido el Cholo.

Al entrenador argentino le ha costado menos relegar a Sa¨²l a la suplencia que a Koke. Cuando la temporada pasada el capit¨¢n lleg¨® a escuchar pitos de la hinchada, defendi¨® su puesto sin la pelota. Lo hizo con kil¨®metros y con el sentido t¨¢ctico que tanto llena a su t¨¦cnico.

Sa¨²l no ha terminado de reengancharse desde la lesi¨®n muscular que padeci¨® a mediados de octubre y le mantuvo tres semanas de baja. Decidi¨® no regresar hasta que no estuviera completamente recuperado de las dolencias. Se perdi¨® cinco partidos en los que el equipo, salvo la derrota en M¨²nich (4-0), se afil¨® y sum¨® cuatro victorias consecutivas. A su vuelta, compiti¨® con el mejor H¨¦ctor Herrera como pareja de Koke. Tambi¨¦n se encontr¨® con el cambio de dibujo a tres centrales y dos carrileros en el que Carrasco y Lodi se alternan en la izquierda, posici¨®n para la que Simeone le hab¨ªa reciclado en temporadas anteriores pese a las preferencias del jugador. En los partidos que ha jugado ni se ha impuesto f¨ªsicamente, se le ha visto espeso en la distribuci¨®n y apenas ha pisado ¨¢rea con peligro para explotar su llegada.

Las citadas suplencias en el derbi y ante el Elche fueron la consecuencia de esas actuaciones de poco peso. Los jugadores tienden a buscar interiormente su sitio en el equipo y, copado el centro y el carril izquierdo, el volante no ver¨ªa mal jugar en la banda derecha, a pie cambiado, para potenciar su llegada y su disparo. Pero ah¨ª ha marcado territorio Marcos Llorente y Correa es otra alternativa fiable para Simeone. Hasta con la explosi¨®n de Lemar ha encontrado una dura competencia. La patada sin bal¨®n que le dio a un jugador del Cardassar en la Copa delat¨® a un jugador que pasa por un momento complejo. Su situaci¨®n es delicada. Tambi¨¦n se ha ca¨ªdo de la selecci¨®n con la Eurocopa a la vista.

El reto es may¨²sculo para un jugador que durante un tiempo atrajo a algunos de los grandes clubes de la Premier porque sus condiciones parec¨ªan casar con la ida y vuelta del f¨²tbol ingl¨¦s. Ni con el cambio de agencia, de Gestifute, regida por Jorge Mendes, a Stellar, logr¨® concertar una oferta convincente para que el Atl¨¦tico accediera a traspasarle. Sus dos ¨²ltimas temporadas, marcadas por continuos cambios de posici¨®n por su condici¨®n de comod¨ªn, le han depreciado.