Nadal despierta a lo grande

¡°?Ol¨¦, Rafael!¡±

Los dos amigotes australianos, con dos espaldas como dos armarios y brazos como remos, se lo est¨¢n pasando pipa en la tribuna de la central. Por ah¨ª circulan los aperitivos con hielo y los abanicos van y vienen, porque despu¨¦s de una semana de viento, nubes y d¨ªas bastante grises, Melbourne recibe al fin de semana con sol y del bueno. Hace calor, a Carlos Moy¨¤ le cuesta acceder hasta el banquillo porque en la cola de acceso se ha formado un embudo, y Rafael Nadal ingresa en los octavos del Open de Australia ofreciendo una actuaci¨®n que invita al optimismo: 6-1, 6-2 y 6-4 (en 1h 39m) a Pablo Carre?o. Se?oras y se?ores, el drive ha despertado.

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Pese a que el n¨²mero uno resolvi¨® sus dos primeros partidos del torneo con holgura, la sensaci¨®n no era del todo fina. Dice Nadal que ha llegado cansado al primer grande del a?o, debido a la saturaci¨®n de partidos en la ATP Cup previa y a la ausencia de descanso entre un curso y otro. Venci¨® el primer d¨ªa a Hugo Dellien al trantr¨¢n, sin la necesidad de forzar porque el tenis del boliviano est¨¢ a varias galaxias de distancia, y tambi¨¦n gan¨® c¨®modamente a Federico Delbonis, pero ante el argentino le falt¨® filo y desperdici¨® 17 bolas de break. Se exig¨ªa, pues, un aceler¨®n. ¡°Necesito mejorar y voy a mejorar¡±, adelantaba hace un par de d¨ªas. Palabra de Nadal.

Del dicho al hecho, y ante Carre?o, con esos rayos de sol que tan bien le sientan y le trasladan a su querida Manacor, desenfund¨® la llave maestra y se dedic¨® a arrancar los suspiros de la grada. ¡°Oh, my god!¡±. Y la pelota volando centelleando hacia el asturiano, que pon¨ªa la raqueta y cruzaba los dedos para que los impactos no se la doblasen. Uno tras otro. ?Pam-pam-pam! En media hora (31¡¯) ya se hab¨ªa anotado el primer set, en el que cedi¨® solo tres puntos con el servicio para continuar igual en el segundo; en este dos, y al t¨¦rmino del partido ¨²nicamente 10.

Hac¨ªa la derecha de Nadal que todo ocurriera a un ritmo de v¨¦rtigo, rapid¨ªsimo. M¨¢s fresco de piernas y m¨¢s din¨¢mico en los movimientos, con un juego m¨¢s natural y fluido, el mallorqu¨ªn gan¨® mordiente y su raqueta desprend¨ªa fuego. ¡°Go, Rafa, go!¡±, le apremiaba una espectadora local. Y ¨¦l a lo suyo, jugando con las alturas, percutiendo y abriendo v¨ªas hacia Carre?o, que prob¨® una f¨®rmula de m¨¢ximo riesgo y¨¦ndose hacia la red. Tampoco funcion¨®. Lo bola pesada del n¨²mero uno, en versi¨®n plana o enroscada, silbaba en direcci¨®n a los ¨¢ngulos y segu¨ªa haciendo estragos. No fallaba (siete errores no forzados) y, aprovechando ese despertar generalizado, el rev¨¦s tambi¨¦n quiso unirse al aperitivo d¨¢ndose alg¨²n que otro paseo por los dominios del gijon¨¦s.

Los espa?oles y el ¡®s¨ªndrome Nadal¡¯

Aument¨® la prestaci¨®n del saque ¨C87% con primeros y 78% con segundos¨C y la definici¨®n, laguna de la ronda previa; esta vez, cinco de 10 en bolas de rotura. Mientras tanto Carre?o, competidor de oficio que nunca se esconde, le exigi¨® un poco m¨¢s en el tercer parcial, pero el terreno ya estaba completamente desnivelado y la balanza decantada. En realidad, le sucedi¨® al asturiano lo que tantas veces ocurre: el s¨ªndrome Nadal. El respeto hacia el rey del circuito es tan reverencial que se debe rebobinar hasta 2016 para dar con el ¨²ltimo tenista espa?ol que le ha batido. El autor, Fernando Verdasco, en la primera ronda de Melbourne.

Desde entonces, 18 triunfos consecutivos y en el global un balance abrumador: 23 victorias y solo tres derrotas en los Grand Slams (dos ante David Ferrer y la del madrile?o), un 131-21 en el total. No perdona Nadal ni a los amigos, y ahora espera un cruce contra el australiano Nick Kyrgios, superior al ruso Karen Khachanov (6-2, 7-6, 6-7, 6-7 y 7-6) e intimidatorio sobre el cemento. ¡°Lo siento por Pablo¡±, dec¨ªa en la entrevista a pie de pista con John McEnroe. ¡°Ha sido mi mejor partido, claramente, Hoy lo hice muy bien¡±, zanj¨®. Y el plan sigue su curso.

¡°HE JUGADO CON M?S ALEGR?A¡±

Satisfecho de su trabajo, Nadal no tard¨® en comparecer ante los periodistas para desgranar su triunfo. ¡°Necesitaba mejorar y he mejorado. He dado un paso adelante importante y he hecho muchas cosas bien. He vuelto a jugar a lo que ven¨ªa jugando desde hace un tiempo y haci¨¦ndolo bien¡±, valor¨®.

Al igual que hace dos d¨ªas, insisti¨® en que las pelotas del torneo son pesadas y en que ¡°cuesta levantarlas¡±, pero agradeci¨® la llegada del sol y la sesi¨®n de media tarde ¡°porque as¨ª cogen m¨¢s vuelo¡±. Fue otro Nadal, tal vez menos directo pero m¨¢s completo. ¡°He tenido la determinaci¨®n de jugar como tengo que jugar, con m¨¢s alegr¨ªa, m¨¢s despreocupado. Creo que era el momento adecuado para hacerlo. Lo que pueda ocurrir en el futuro no lo s¨¦, pero he pasado de tener una sensaci¨®n normalilla a una muy positiva¡±, se?al¨®.

Pese al desgaste acumulado, dijo sentirse bien f¨ªsicamente. ¡°Hoy ha sido un paso adelante y ma?ana es otro d¨ªa para confirmarlo en los entrenamientos¡±, expres¨® antes de radiografiar: ¡°Hoy he hecho lo que ten¨ªa que hacer si quiero tener opciones de hacer un buen torneo aqu¨ª. He jugado con agresividad y determinaci¨®n, subiendo a la red cuando deb¨ªa subir a la red, cambiando el ritmo de los puntos y sacando con confianza¡±.

Y concluy¨® refiri¨¦ndose a un entonces hipot¨¦tico duelo con Kyrgios. ¡°Si juego contra ¨¦l ya sabemos lo que hay. Es un jugador con un gran talento y uno de los mejores servicios. Es dif¨ªcil jugar contra ¨¦l porque tiene mucha variedad, en todos los sentidos. Es capaz de jugar a un nivel muy alto¡±, afirm¨®. ¡°Pero la clave es la misma: que yo juegue a mi mejor nivel, o al menos a un nivel alto; si lo hago tendr¨¦ mis oportunidades y si no ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil. Conf¨ªo y espero estar preparado¡±.