Javier Aguirre: ¡°Tras el despido de Valverde, nuestro puesto vale poco¡±

Entrenamientos con Piedra, papel o tijera, frases con picante para descorchar lo mejor de sus jugadores y alg¨²n que otro taco entremezclado con buen humor. Javier Aguirre (Ciudad de M¨¦xico, M¨¦xico; 61 a?os), t¨¦cnico del Legan¨¦s, tiene su f¨®rmula para sacar a los equipos del atolladero, entrenador con callo para las situaciones deportivas comprometidas. ¡°No me molesta que me etiqueten as¨ª porque cinco de los ocho equipos en los que he estado me ficharon en apuros¡±, conviene Aguirre, siempre con la sonrisa y la educaci¨®n por delante, charlador ameno y diferente por su naturalidad. Antes de medirse al Bar?a en los octavos de la Copa, atiende a EL PA?S.

Pregunta. ?Qu¨¦ vestuario se encontr¨® al llegar al Legan¨¦s?

Respuesta. Uno sin confianza porque ven¨ªa de demasiadas derrotas. Pero aunque los n¨²meros no invitaban al optimismo, tambi¨¦n era y es un vestuario sano y unido. Adem¨¢s ya ten¨ªan la base del juego, con buenos conceptos. Se trataba de cambiar la din¨¢mica y para eso hab¨ªa que darles confianza para que se atrevan a dar ese pase de 30 metros, para pegar un grito a un compa?ero, para no dudar, para¡­ todo.

P. ?Utiliza la risa para generar esa confianza, ese ambiente?

R. M¨¢s que la risa, el goce. Si disfrutan todo es m¨¢s f¨¢cil porque el f¨²tbol no deja de ser un juego. Pero hay momentos para todo, para re¨ªr y para estar serios, como cuando explico una cosa o hacemos estrategia.

P. ?Cu¨¢l es el mensaje que m¨¢s le ha repetido?

R. Que pueden competir con cualquiera y m¨¢s en esta Liga, donde el Bar?a, el Madrid, el Atl¨¦tico y todos van a rachas.

P. Una racha que se ha llevado al entrenador del Barcelona siendo el l¨ªder de LaLiga. ?Qu¨¦ le parece?

R. Que la inestabilidad laboral se ha instalado de pleno en el f¨²tbol. Su despido me parece vergonzoso y lamentable porque Ernesto es un ejemplo de caballero, con una actitud impoluta, sin decir nunca una mala palabra y que ten¨ªa al equipo l¨ªder en LaLiga, adem¨¢s de tenerlo de pie en Champions y Copa. ?Cu¨¢l es el argumento para echarlo? ?Qu¨¦ debemos hacer los que estamos por detr¨¢s, que s¨ª perdemos y no marcamos un gol? Despu¨¦s de lo visto con el Bar?a, queda claro que nuestro puesto vale poco. Para todos menos para el Cholo, que es admirable la capacidad que tiene para mantener el entusiasmo de todos. Yo, por ejemplo, estuve cuatro a?os fant¨¢sticos en Osasuna, pero lleg¨® un punto que o me marchaba yo o se iban 15 jugadores porque mi discurso ya no llegaba.

M¨¢s informaci¨®n

Seti¨¦n: ¡°Seguimos estando convencidos de lo que hacemos¡±

Quique Seti¨¦n no tiene int¨¦rprete en el Bar?a

P. ?Pero coincide en que el Barcelona est¨¢ lejos de su mejor versi¨®n?

R. Dependiendo de lo que se entienda por mejor versi¨®n. Porque si eso pasa por estar vivo en todas las competiciones y ser l¨ªder de LaLiga hasta hace poco¡­ Quiz¨¢ cuando lo contrataron erraron en su intento por dar continuidad a la l¨ªnea cruyffista; quiz¨¢ cuando cambi¨® al 4-4-2 los m¨¢s puristas hicieron una bola de nieve que se llev¨® a Ernesto injustamente. Es que han sido muchas cosas como bajones deportivos, que no entra la pelotita, un fichaje que no sale como Demb¨¦l¨¦ o Coutinho, la marcha de Neymar¡­ Son cosas que minan y queman y el hilo siempre se rompe por la parte m¨¢s fina, que es el entrenador.

P. Tiene que ser complicado dirigir a un equipo que cuando gana es de Messi y cuando pierde del entrenador, ?no?

R. Yo he sufrido a Leo y es normal que se diga eso. Es un personaje m¨ªtico, que est¨¢ en el top 3 de la historia del f¨²tbol. Y, sinceramente, creo que le viene hasta bien al entrenador porque no conozco ninguno que tenga ese ego de colgarse la medalla de los triunfos. La historia te ense?a que el entrenador tiene unos minutos en el descanso para intentar arreglar cositas, tambi¨¦n que el jugador es el due?o de las victorias.

P. ?El Legan¨¦s le puede ganar al Barcelona?

R. Claro, tenemos nuestra leg¨ªtima oportunidad. Hay que jugar bien. Y eso no significa bonito sino hacer las cosas exigidas de la mejor maneta. A todos nos gustar¨ªa jugar bonito, con ataques de ocho jugadores, idas y vueltas¡­ El f¨²tbol total. Yo soy alumno de Rinus Michels (en Los ?ngeles Aztecas) y Menotti (selecci¨®n mexicana) y tambi¨¦n me inculcaron sus conceptos, pero a veces no tienes la materia prima para hacerlo. O no tienes la brillantez de gente como Guardiola y Klopp, que comen aparte. Por eso veo a Quique Seti¨¦n y entiendo que pida tiempo porque en tres semanas es imposible que coger los mecanismos.

P. Quique tiene 61 a?os como usted. No hace mucho dec¨ªa que con la edad, usted se ha vuelto menos impulsivo, ?es as¨ª?

R. S¨ª, a mi edad hay poco margen para lo visceral. Antes reclamaba saques de banda o cualquier cosa al ¨¢rbitro. Dime t¨² qu¨¦ tonter¨ªa un saque de banda. Ahora, entiendo que hay momentos y momentos, y por eso no dejo de ser competitivo.

P. ?Le salen mejor as¨ª las cosas?

R. Si no salen mejor, al menos me desgasto menos. Casi siempre hablo con m¨¢s pausa con la prensa, con los colegiados¡­ Hoy lo disfruto.

P. ?Pero no ha dicho siempre que lo suyo no era vocacional?

R. Y lo mantengo porque sigo viendo b¨¦isbol, me he enganchado a los libros de geopol¨ªtica y ahora mismo me voy a ver la peli de Almod¨®var [Dolor y gloria] en vez del partido del Tenerife-Athletic. Pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que ya no voy a aprender otra profesi¨®n.

La historia te ense?a que las victorias son de los jugadores. No conozco a ning¨²n t¨¦cnico que tenga el go de colgarse la medalla de los triunfos

P. ?Le ha cogido el gusto, entonces?

R. Exacto. Eso y que mi mujer, Silvia, no me aguanta en casa. Cogimos un a?o sab¨¢tico para vivir en Par¨ªs tras la selecci¨®n de Egipto porque nos lo deb¨ªamos tras 40 a?os juntos. Pero a las 24 horas ya me dec¨ªa que le estorbaba, que qu¨¦ hac¨ªa por casa. Me llam¨® el Legan¨¦s y pens¨¦ que pod¨ªa con ello. Me gusta estar en la pelea. Y ahora, adem¨¢s, hay 20 t¨ªos en el cuerpo t¨¦cnico que te facilitan mucho tu trabajo en comparaci¨®n a cuando empec¨¦, que me preocupaba de lo que com¨ªan, de sus horas de sue?o¡­ Ahora, da gusto. Es el f¨²tbol moderno.

P. ?Usted podr¨ªa haber jugado en este f¨²tbol?

R. No creo, no hubiera sido el mismo. En mi ¨¦poca te sacud¨ªan hasta en los entrenamientos y sin bal¨®n. Los compa?eros te agarraban el culo en la barrera, te escup¨ªan, sacaban el codo... ?E imagina en los partidos! Te fijabas en el central y pu?etazo. Recuerdo que un a?o mi padre, ya mayor, me pidi¨® por favor que en ese a?o que no me expulsaran. Acept¨¦ porque era mi padre, pero me convert¨ª en una sombra de lo que era porque yo era pobre en lo t¨¦cnico. Y si no compet¨ªa de esa manera, con la boca, amedrentando, me convert¨ªa en uno m¨¢s. As¨ª que fui a mi padre y le ped¨ª perd¨®n porque no iba a cumplir la promesa. Un equipo siempre necesita, perd¨®n por el eufemismo, un hijo de puta. Aunque ahora es m¨¢s complicado porque se ve todo. Y por eso nos tapamos la boca, para que no nos caigan tres partidos.

P. ?Le gusta el VAR?

R. Me encanta porque ya no hay injusticias flagrantes como una mano en el ¨¢rea. Hace el f¨²tbol m¨¢s justo y los jugadores se dedican a jugar apara el benepl¨¢cito del p¨²blico.

P. Aunque a usted y al Zaragoza los pusieron en duda en el duelo ante el Levante de 2011, cuando los juzgaron por posible ama?o, finalmente absueltos. ?Le hizo da?o?

R. No, pero en Jap¨®n me afect¨® porque hicimos una buena Copa Asia en cuanto a juego, que no resultados, y el presidente me dijo que me quedaba. Pero sali¨® lo del juicio y se ve que eso chocaba con su cultura, que los patrocinadores se preocupaban¡­ Y coincidimos que lo mejor era que dejara el cargo.

P. ?Le molest¨® que le acusaran de tramposo?

R. Me molestaba que no se nos concediera el beneficio de la duda, la presunci¨®n de inocencia. Algunos incluso dijeron que mi carrera estaba acabada. Creo que no fue lo correcto. En todo caso, ante la duda, hay que apelar un poco a la trayectoria y no hacer un juicio social antes que el legal. Pero he aprendido que el rencor no lleva a nada.