La dura piel de Gattuso
El excentrocampista impregna su car¨¢cter competitivo a un conjunto que adquiere una nueva identidad tras las ¨¦pocas de Sarri y Ancelotti
En 2013, un a?o despu¨¦s de que el cardenal argentino Jorge Bergoglio escogiera el nombre de Francisco para iniciar su papado, 10.553 ni?os fueron registrados como Francesco en Italia, un 60% m¨¢s que en 2012. Otro argentino ya hab¨ªa roto las estad¨ªsticas en los registros civiles hace a?os. Durante la etapa de Diego Armando Maradona en N¨¢poles (1984-1991), 5.551 ni?os fueron anotados con el nombre de Diego en la provincia del sur. Hay uno, sin embargo, que no figura en los registros de Italia. En Herford (Alemania), ocho meses despu¨¦s de que Maradona hubiera disputado su ¨²ltimo partido con el N¨¢poles ante el Bari en marzo de 1991, naci¨® Diego Demme. ¡°Mi padre, calabr¨¦s, era fan¨¢tico de Maradona. Por eso yo no pod¨ªa no aceptar la oferta del N¨¢poles¡±, asegura hoy el centrocampista alem¨¢n, que lleg¨® al club celeste este invierno. El RB Leipzig ingres¨® por ¨¦l 12 millones de euros.
Caprichos del destino, su primer gol con la camiseta azzurra fue ante la Sampdoria, el ¨²ltimo equipo al que Diego le marc¨® en Italia. Asegura Demme, de 28 a?os, que no habla bien el italiano, pero lo entiende. ¡°Gracias a mi padre¡±. Y cuando tiene que hablar de referentes no piensa en Maradona, ni en Matth?us. ¡°Mi ¨ªdolo, cuando era peque?o, era Gattuso¡±, revela. Con esa carta de presentaci¨®n, en N¨¢poles no dudaron en comenzar las comparaciones. ¡°Creo que Gattuso era un jugador distinto, menos posicional y tambi¨¦n menos fino con el bal¨®n. Pero es entendible que busquen similitudes por lo que generan en el campo¡±, interviene Ottavio Bianchi, entrenador del N¨¢poles entre 1985 y 1989 y en la temporada 1992-1993. En los 15 partidos que Gattuso lleva al frente del N¨¢poles, Demme ha participado en nueve. Lleva cuatro amarillas.
En N¨¢poles se vio con cierto recelo la llegada del exmilanista Gattuso. El paladar del tifoso napolitano se hab¨ªa acostumbrado a Maurizio Sarri (dos subcampeonatos) y a Carlo Ancelotti (segundo la temporada pasada). Pero esta campa?a el ext¨¦cnico del Real Madrid qued¨® atrapado a la ciclotimia de la Serie A ¡ªel ¨²nico inmune es la Juve¡ª y despu¨¦s de 15 partidos ¡ªy un 33% de victorias¡ª fue reemplazado por Gattuso. ¡°Es extra?o lo que pasa en Italia, equipos con muy buenos jugadores no est¨¢n en buenas posiciones y al rev¨¦s. El N¨¢poles tiene muy buenos jugadores, pero tiene que crecer como equipo. En la Serie A solo funcionan los equipos, no las individualidades¡±, dice Bianchi.
En un equipo con automatismos de la etapa de Sarri, el N¨¢poles de Ancelotti hab¨ªa perdido fortaleza en defensa. Un pecado en Italia. ¡°Los napolitanos tienen una cultura superior al promedio nacional, saben lo que es la belleza¡±, sostiene Arrigo Sacchi, creador del multiganador Milan de finales de los ochenta. Sin embargo, Sacchi considera que Gattuso est¨¢ llevando por el buen camino al N¨¢poles: ¡°Es ganador, da todo lo que puede. Y eso los jugadores lo notan. Es lo que necesitaban¡±.
Gattuso dej¨® atr¨¢s el 4-4-2 de Ancelotti para pasar al 4-3-3, evolucionado en 4-1-4-1 cuando el N¨¢poles no tiene la pelota. De hecho, en algunos partidos prescindi¨® de Insigne para dar minutos a Elmas en busca de m¨¢s consistencia en defensa. El equipo, sin embargo, ha encajado 16 goles en 10 partidos, aunque ha ganado el 50% de los duelos ¡ªun 17% m¨¢s que su predecesor¡ª, incluido el que jug¨® contra la Juve.
¡°El N¨¢poles ha encontrado una identidad¡±, entiende Fabio Capello, exentrenador de Madrid, Milan y Roma, entre otros; ¡°Gattuso est¨¢ haciendo las cosas excelentes. Es un gran trabajador. Si no entrenas bien, no puedes jugar bien¡±. Cree Capello que el N¨¢poles puede asustar al Bar?a: ¡°Le jugar¨¢n de igual a igual¡±. Evitar¨¢ Gattuso elevar la presi¨®n ante el Barcelona de Seti¨¦n. ¡°Estar¨¦ satisfecho si veo a un N¨¢poles que juega con la cabeza alta y sin miedo, sin dar sensaci¨®n de estar preocupado. Quiero ver a un equipo vivo, que juega hasta el final¡±. L¨ªneas apretadas y, para frenar a Messi, trabajo en equipo. Para eso trajo a Diego Demme.
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