El empate, lo mejor del Bar?a en San Paolo

El Bar?a fue una mala imitaci¨®n de s¨ª mismo. M¨¢s que nada porque Seti¨¦n se llev¨® la contraria, por lo propuesto, por plantear un duelo m¨¢s f¨ªsico que futbol¨ªstico. Apost¨® por la fuerza, por el m¨²sculo, y si no le sali¨® rana fue porque el N¨¢poles result¨® m¨¢s timorato, obcecado en defender en su campo para expresarse a la contra. Un empate a uno que, sin duda, es lo mejor para el Bar?a en el encuentro, equipo gris y sin imaginaci¨®n, rampl¨®n y sin intenci¨®n.

Asombr¨® Seti¨¦n, hasta ahora adalid del cruyffismo, con una alineaci¨®n trufada de sorpresas, con la inclusi¨®n de Arturo Vidal y Rakitic antes que Ansu Fati y Arthur. S¨ªntoma inequ¨ªvoco de que el t¨¦cnico azulgrana prefiri¨® la fuerza al toque y al quiebro, quiz¨¢ consciente de que la eliminatoria dura 180 minutos m¨¢s los a?adidos. Se?al, tambi¨¦n, que priv¨® al Bar?a de su f¨²tbol habitual, pues le cost¨® horrores mezclar en campo contrario y sobre todo encontrar la l¨ªnea de ¨²ltimo pase, tambi¨¦n el remate. Pareci¨®, incluso, estar el partido ba?ado en cloroformo, el aut¨¦ntico d¨ªa de la marmota. Sucedi¨® que el Bar?a tocaba desde atr¨¢s y avanzaba metros hasta el ¨¢rea rival, donde el N¨¢poles cerraba las l¨ªneas y los espacios para robar el bal¨®n y salir en una contra defectuosa. Sin chutes, intenciones ni goles. Hasta que Junior la pifi¨®.

Resulta que un pase atr¨¢s hacia Junior se convirti¨® en un mal control, tambi¨¦n en un robo de Callej¨®n, que avanz¨® hasta la frontal para sacar un centro raso. Mertens recogi¨® el esf¨¦rico y le peg¨® cruzado y a gol, lejos de las manoplas de Ter Stegen. Delirio en San Paolo y jauja para el N¨¢poles y Gattuso, entusiasmados en prologar el plan de aguardar en casa para salir a la contra. Tambi¨¦n conformes con tapar los huecos por dentro, sobre todo por la poca chicha que ten¨ªa el Bar?a por los costados, donde Vidal, Junior, Semedo y Griezmann carecen de regate y profundidad. Todo un desaguisado azulgrana.

Aunque tard¨® lo suyo, Seti¨¦n movi¨® el banquillo en el segundo tiempo y el partido cambi¨® de color, por m¨¢s que todav¨ªa quedara difuminado. Entr¨® Arthur y el equipo removi¨® el esf¨¦rico con m¨¢s celeridad en campo contrario. As¨ª, una circulaci¨®n en campo contrario sirvi¨® para que, por una vez, Semedo rompiera por el costado derecho. Busquets, atento, le filtr¨® el bal¨®n al hueco, a la carrera, y el lateral centr¨® de primeras para la llegada de Griezmann, que le peg¨® con la derecha y el alma para lograr la igualada. El tanto, en cualquier caso, no dio alas al Bar?a ni someti¨® al N¨¢poles, que siguieron con el partido-nana, pues durante grandes fases pareci¨® disputarse sin ¨¢reas. Solo lo anim¨®, para mal y cuando se acababa el duelo, Arturo Vidal, pues vio dos tarjetas amarillas en una jugada porque no conforme con una entrada fea se encar¨® con el rival y acab¨® en el t¨²nel de vestuarios. Pero con ¨¦l o sin ¨¦l, no chut¨® m¨¢s el equipo italiano ¨Cacaso un par de remates est¨¦riles de Insigne- y apenas se prodig¨® el Bar?a, solo con Messi empecinado en dejar su huella en la casa de Maradona. Pero por una vez no se sali¨® con la suya.