Estir¨®n del Madrid
Blindado por Courtois y rescatado por un gol de Casemiro, un Real m¨¢s eficaz que brillante supera al Valladolid y se acerca ya a tres puntos del Atl¨¦tico, aunque con un partido m¨¢s
Hay Liga. Y mucho partido a partido que dirimir. Con el Atl¨¦tico gripado, el Madrid se apa?¨® para abrochar la victoria en Valladolid y cerrar la jornada a tres puntos del vecino con un partido m¨¢s. A¨²n gobiernan los de Simeone, pero los de Zidane ya est¨¢n en su retrovisor. En Zorrilla, con un equipo cosido de urgencia y de la ¨²nica manera posible, dadas las nueve bajas de los madridistas, el Real perit¨® la victoria a partir de Courtois y con una descarga de Casemiro. Hasta cuatro intervenciones sobresalientes del belga. Tres cabezazos precis¨® el brasile?o hasta cantar el triunfo. Irremediable para un Valladolid que tambi¨¦n tiene un pelot¨®n en la enfermer¨ªa, pero que se bati¨® con hueso, solo vencido por Courtois y Casemiro.
Pocas bajas son m¨¢s sensibles para el Real Madrid que la de Benzema. No solo es su mejor chacal. El juego de ataque requiere su comp¨¢s. El franc¨¦s es torero y picador. Mariano es otro futbolista. Anida en el ¨¢rea a la espera de la presa. Un forastero fuera de las fronteras del gol. Dos veces le encontr¨® el grupo de Zidane. Como resultado: dos goles en fuera de lugar.
Hasta llegar al radar del ¨¢rea blanquivioleta discurr¨ªa bien el Real con su distinguido gabinete de medio campo. Esos eternos adolescentes que parecen Kroos y Modric, jugadores de excelente maduraci¨®n, de aquellos para los que el tiempo se detuvo a sus pies. Pero ning¨²n visitante daba con quien cargara contra Masip.
Asensio y Vinicius no son pistoleros, tan solo de forma ocasional. Y tampoco los centrocampistas, salvo Casemiro, que flirtea con el gol cuando tira de p¨¦rtiga. Tres cabezazos tuvo el brasile?o, suerte que maneja con un poder¨ªo extraordinario. Cuando cabecea Casemiro el adversario siente que le asalta un convoy. Sus dos primeros frentazos, simples para ¨¦l, se alejaron de su prop¨®sito. Extra?o, porque no hubo centuriones locales que le apretaran. Al tercero, el m¨¢s forzado: 0-1.
Bien blindado el meta local por sus camaradas, al Valladolid le costaba cualquier estir¨®n. Hasta la tregua del intermedio solo tuvo un paso al frente. Uno que vali¨® por tres. Orellana se revolvi¨® dentro del ¨¢rea para exigir una primera estupenda parada de Courtois. Al rebote lleg¨® el suizo Janko, cuyo remate cruz¨® las piernas de sapos de Mendy y Nacho. Dos obst¨¢culos para casi cualquier portero. No para el belga, resolutivo desde el suelo. Como cierre de la jugada, otra vez Courtois, esta vez para bloquear un disparo recio de Rub¨¦n Alcaraz.
Un minuto le dur¨® la metralla al cuadro de Sergio Gonz¨¢lez, en esta ocasi¨®n anclado a Guardiola como ariete, no Weissman. Un Valladolid proclive al andamiaje defensivo, m¨¢xime en estos tiempos de angustias pucelanas, pero sin renuncias a la aventura que no supongan un destape. Con todo, suficiente para dar m¨¢s avisos a Courtois que los recibidos por Masip. Y no siempre requiri¨® de pericia el conjunto de Sergio. Mendy, al poco de iniciarse el segundo tramo, se sum¨® a la causa vallisoletana. Un cruce de cables. O quiz¨¢ una repentina enajenaci¨®n. El chico estaba acorralado cerca del bander¨ªn de c¨®rner a la izquierda de Courtois. No tuvo mejor ocurrencia que cruzar la pelota en horizontal hacia la orilla contraria. Una temeridad inconcebible. Por el punto de penalti, agradecido, apareci¨® Orellana: otro parad¨®n de Courtois, al que Mendy debe m¨¢s de una ronda.
Animado por Mendy, el cuadro local se sinti¨® muy capaz. El Madrid ya no flu¨ªa. Sergio dio carrete a Jota por Janko, un cambio ofensivo fruto del devenir del choque. Pero de inmediato pidi¨® pista Casemiro por tercera vez y Kroos no le fall¨®. El alem¨¢n ejecut¨® una falta a su manera, con mirilla en la bota derecha y Casemiro emboc¨® el cabezazo m¨¢s complicado que tuvo en toda la noche. Su quinto gol en LaLiga, el segundo pichichi blanco tras Benzema.
Intervenci¨®n de Zidane
Con el gol intervinieron los entrenadores. Sergio reclut¨® a dos delanteros: Weissman y Kodro. Zidane retir¨® a los tres titulares en la vanguardia y alist¨® a Isco, el ¨²nico con ch¨¢ndal de la primera plantilla, y dos jugadores del caladero del Castilla, Arribas y Hugo Duro. Y un apunte trascendente. Zidane orden¨® a Casemiro retroceder a la posici¨®n de centinela, incrustado entre Varane y Nacho. Un Casemiro para ganar y otro Casemiro de piquete para cerrar el partido. As¨ª fue. Sin el traje titular, ni mucho menos, pero con Courtois y Casemiro. Por los atajos que le ha permitido el Atl¨¦tico de estas semanas, el Real Madrid ha vuelto a una Liga en la que se vio muy pronto en la cuneta. Ahora tienen turno el Barcelona y hasta el Sevilla.
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