El Bar?a y el consejo de Pau Don¨¦s
Vivir sin miedo es la mejor respuesta. El miedo bloquea y es solo f¨²tbol
El pasado mi¨¦rcoles estaba en Barcelona para el partido Bar?a-Elche y en mi rutina de visitar lugares con vivencia y recuerdos me encontraba a punto de cruzar un paso de cebra cuando o¨ª una voz que me llamaba: ?Eres Zubi? Respuesta afirmativa y el joven, no m¨¢s de 20 a?os con mascarilla, que me env¨ªa su petici¨®n: ¡°Vengo a que me des un poco de ilusi¨®n¡±. ?O era de esperanza?
Tras, primero sorprenderme, segundo mirar alrededor para estar seguro de que era el destinatario de la demanda, y tercero buscar la mejor actitud ante tan definitiva demanda, me atrev¨ª a musitar: ¡°Dime, ?en qu¨¦ te puedo ayudar?¡±.
Respuesta: ¡°Quiero que me ayudes a tener esperanza en el Bar?a¡±.
Un tanto relajado al saber que el asunto no superaba la gravedad de lo deportivo, me limit¨¦ a se?alar a mi demandante que si revisaba la historia del FC Barcelona pod¨ªa constatar que el club hab¨ªa pasado ya momentos complicados y decepcionantes, por ejemplo aquel 12-1 ante el Athletic, que es la mayor derrota del campeonato de Liga, o la final de Berna y los postes cuadrados, o Sevilla y el Steaua, para acercarnos a lo que yo pensaba que era la actualidad, o aquel desgarrador Mot¨ªn del Hesperia. La respuesta, de tan suave y dulce, fue enormemente contundente: ¡°Ya, pero yo soy de la generaci¨®n de los que siempre hemos ganado¡±.
En el repaso en mi archivo de respuestas posibles, me vino a la memoria la an¨¦cdota que me cont¨® un seguidor loco del Bar?a y colaborador m¨ªo que, tras la derrota en la final de Copa del Rey de Valencia de 2011 contra el Madrid, me contaba c¨®mo su hijo esperaba que la pr¨®rroga siguiera porque: ¡°Pap¨¢, el Bar?a gana siempre¡±. Dura misi¨®n de padre la de llevar a nuestros hijos hacia el mundo real con sus victorias¡ y sus derrotas, claro.
Y me vinieron a la memoria tantos y tantos equipos que la ¨²ltima d¨¦cada han aceptado caer ante la sofisticada maquinaria futbol¨ªstica blaugrana y que aceptaban sus derrotas como una parte del aprendizaje y la mejora. Y record¨¦ una final de Europa League a la que acud¨ª como comentarista de Bein y en la que el Sevilla bat¨ªa por 3-1 al primer Liverpool de Klopp y la convicci¨®n de que nos parec¨ªa normal que ganaran los sevillistas porque eran los reyes de la Europa League y ni se nos ocurr¨ªa pensar si eso era o no una hecatombe para los reds de la orilla del Mersey (?se lo imaginan en formato final Bar?a contra, pongamos, Everton, por no salir de Liverpool, y las consecuencias que podr¨ªa tener con una derrota por 3-1?).
Todo eso pasaba por mi mente en busca de la mejor soluci¨®n, la mejor luz, la mejor idea. Pero solo se me ocurri¨® proponerle seguir creyendo y que las creencias se ponen a prueba en los momentos m¨¢s dif¨ªciles, lo que me confirm¨® que mi misi¨®n de gur¨² acababa de empezar y terminar en aquel mismo paso de cebra.
Segu¨ª paseando un rato y el tema segu¨ªa en mi cabeza y mis neuronas segu¨ªan buscando la respuesta buena, como si eso existiera, cuando me lleg¨® como un flash la respuesta de Pau Don¨¦s a Jordi ?vole en el documental Eso que t¨² me das: ¡°Cuando la gente tiene miedo a la vida, a moverse, a decidir y a querer y a que le quieran, es terrible. Bloquea. No hay que tener miedo a la enfermedad, al dolor. Hay que vivir¡±.
Ese vivir sin miedo era la respuesta correcta, esa era la luz que necesitaba mi interlocutor, eso era lo que un cul¨¦ enorme como Pau me soplaba como soluci¨®n.
As¨ª de simple: no tener miedo. Vivir. Es solo f¨²tbol.
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